Ahora, con 26 años puedo reflexionar y decir que absolutamente todo lo que sucede en mi vida vale la pena. Que hay que vivir los momentos tristes y duros para poder hacer un contraste y saber cuándo realmente somos felices. Que hay que darle una oportunidad a la vida porque muchas veces es difícil pero los momentos lindos tienen un valor innombrable y esperarlos y buscarlos lo vale totalmente.
Aunque sigo extrañando a mi mamá y sé que siempre lo voy a hacer, encontré a alguien que pasó por lo mismo, Mary, quién tomó mi mano y me sacó adelante. Sobretodo en plena etapa de adolescencia que fue cuando más la necesité. Ambas nos ayudamos a salir adelante y hoy en día somos muy felices. No la veo muy seguido ya que ambas estamos muy ocupadas (tal como Sam hizo conmigo, hace un tiempo yo hice lo mismo con Mary, la alenté a seguir sus sueños y obtener su título de maestra). Cada vez que nos reunimos sentimos que pasó una eternidad y por ese motivo aprovechamos cada momento juntas.
Además, el orfanato me brindó una amistad que me mima diariamente el corazón. Es cierto que a veces tenemos nuestras peleas y diferencias con Sam pero a pesar de todo, como tantas veces ya hemos dicho: vamos a estar SIEMPRE JUNTAS.Y no sólo eso, sino que luego de aquel día en que me aceptaron en el museo, decidimos encontrarnos con Sam y Max y, luego de otros tantos días comenzamos a salir solos. Así fue que, lo que fue una amistad de niños, se convirtió en noviazgo de adultos (es decir, adultos de tan sólo 26 y 35 años, pero adultos en fin) Max cambió rotundamente desde cómo lo recordaba, sin embargo ambos seguimos teniendo esa relación de complicidad que teníamos de más chicos. Es decir, seguimos haciendo bromas y gastándonos el uno al otro. Con Max encontré lo que en ninguna otra relación pasada (que sólo fueron dos) había encontrado y lo que tanto anhelaba: una amistad dentro de un noviazgo. Ambos nos llevamos muy bien y pensamos vivir juntos algún día, cuando ambos nos sintamos listos, por supuesto. Pero, vuelvo a aclarar, el hecho de reunirme nuevamente con él no se habría dado si antes no hubiera existido un orfanato. Un lugar triste y sombreado que, con mi personalidad nefelibata coloreé y pude ver lo positivo en él. Ahora mi vida es un arcoíris porque sé convivir con los días lluviosos y esperar de manera paciente a que salga el sol.
Fin.
Muchas gracias a aquellas personas que leyeron esta historia, de no ser porque leí sus comentarios que me alentaron a seguir escribiéndola no lo hubiera hecho. Por fin pude darle un final a mi primer novela. Gracias @@SashaMaria00 a vos también, jajaja.
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Nefelibata (Ganador Letters Awards 2017)
Roman pour Adolescents❀ Alma se refugia en su imaginación. Es una niña aventurera que, como lo indica el título de la novela, es a su vez soñadora y casi nada realista. Ella irradia optimismo y felicidad en su entorno, a pesar de vivir en un lugar tan triste como un orf...