7.

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—¿Me vas a decir ya que te pasa?

Estábamos sentados observando la ciudad. Ya me había relajado un poco, pero la rabia seguía dentro de mí.

—No me pasa nada—respondí sin mirarle.

—Entonces eres bipolar. Una persona normal no pasa de la felicidad al enfado y luego a la locura en tan poco tiempo.

Harry me dio un pequeño codazo, y yo bajé mi vista al suelo.

—Eric estaba con Josh. Y lo que no entiendo es porqué. Sabe lo que me pasó con él, hasta Eric le tiene cruzado, pero esta noche, parecían amigos de toda la vida.

—¿Quiénes son Eric y Josh? ¿Y qué te pasó con éste último?

—Eric es el mejor amigo de mi hermano, y para mí es como si fuera mi otro hermano mayor. Y Josh...—me callé, cogí aire, y lo expulsé lentamente—. Josh es mi ex.

—¿Y te has puesto así por eso?—miré a Harry, incrédula.

—Josh es la peor persona que pueda haber existido. Fue una relación horrorosa, casi tóxica. Me metí en muchos problemas por su culpa. Casi acabo en la cárcel por él, y lo que es peor, muerta—Harry abrió mucho los ojos, y yo aparté la mirada. Me abracé a mí misma, y luego suspiré—. Pero eso es el pasado, y del pasado no se vive, se aprende.

—Definitivamente eres bipolar—dijo Harry levantándose.

Levanté la vista, para mirarle. Cogí la mano que me tendía y fuimos a la moto. La puse en marcha una vez listos, y bajé la colina dirección casa de Harry, con el sol amaneciendo a nuestras espaldas.

Al llegar a casa de Harry, se bajó de la moto y me tendió el caso.

—¿Seguro que no me espías, ni nada por el estilo?—preguntó mirándome fijamente.

—De momento no, ¿por qué?—Harry rodó los ojos.

—Sabes donde vivo, sin yo decírtelo.

—Ted me lo dijo—me bajé de la moto y le sonreí.

—Ya, claro—se dio la vuelta y empezó a caminar hasta su casa.

—¡Es verdad!—le grité.

—¡Lo que tú digas!—me respondió.

—¡Harry!—éste se giró, y yo me acerqué a él a paso rápido—. ¿Te interesaría ganar dinero?

—No me voy a prostituir. Ni a vender droga. Ni a robar—dijo a la vez que me señalaba con el dedo.

—¿De verdad, Harry? Qué lástima, y yo que quería contratar tus servicios—dije sonriendo.

—Muy graciosa—escupió—. ¿De qué se trata?

—Mi hermano necesita un camarero. Pensaba que te interesaría.

Harry me miró durante un instante, meditándolo. Finalmente, me sonrió.

—Me lo pensaré—soltó sin más.

Harry se dio media vuelta, pero volví a gritar su nombre.

—¿Y ahora qué?—preguntó, girándose de nuevo.

—Te guste o no siempre vendrás a mí—solté con media sonrisa.

—¿Cómo estás tan segura?—preguntó Harry ladeando la cabeza.

—Porque eres una damisela en apuros. Mi damisela en apuros—respondí encogiéndome de hombros.

—Buenas noches Cooper—dijo Harry saludándome con la mano a la vez que abría la puerta de su casa.

Cooper [h.s au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora