33.

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- ¡Ashley!

Antes de bajar el último escalón me giré para ver quien me había llamado. Vi a Harry acercándose a mí corriendo. Cuando le tuve delante, cogió aire, y me miró.

- Yo... buscaba... a ti –dijo entrecortado, y yo levanté las manos.

- Espera, espera. No te entiendo. Recupera el aliento, y entonces habla.

Harry asintió, y empezó a caminar junto a mí hacia el aparcamiento.

- Te estaba buscando –dijo, al fin.

- ¿Qué ocurre?

- No contestaste mis mensajes anoche.

- Oh, bueno, estaba durmiendo –dije sentándome en la moto.

- ¿Qué tal las clases de hoy? –preguntó, pasándose la mano por el pelo.

- Harry, al grano. ¿Qué quieres?

- Sábado. Fiesta en mi casa. No puedes faltar –me señaló, y antes de que dijera nada, levantó el dedo-. Dile a Eric y Kayla que vengan también.

- Está bien. A sus órdenes.

                                                                           [...]

Mi móvil no dejaba de sonar, y el horrible sonido me taladraba la cabeza. Miré el reloj dela mesita de noche, y vi que tan solo eran las nueve y media de la mañana. Cogí mi móvil, y vi el nombre de Ted en la pantalla.Maldita sea...

- Espero que tengas una buena excusa para despertarme un sábado a las nueve y media de la mañana –solté, justo después de descolgar.

- Necesito tu ayuda.

- ¿Mi ayuda? ¿Para qué?

- Con la fiesta de Harry de esta noche –me golpeé la frente. Lo había olvidado por completo-. Lo habías olvidado, ¿cierto?

- ¿Qué? No, no, para nada.

- ¿Y ese golpe en la frente?

- Vale, sí. Se me había olvidado –confesé-. ¿Qué quieres?

- Se tiene que ir a recoger un paquete, pero yo no puedo ir porque estoy esperando a que llegue la bebida.

- ¿Y por qué no va Logan?

- Está con otro encargo.

- ¿Y Harry?

- ¡Es su sorpresa! –exclamó-. ¿Cómo voy a enviar al cumpleañero a por su sorpresa?

- ¡Y yo qué sabía! –bufé-. ¿El paquete es muy grande?

- Bueno... -dijo bajando la voz-. Pequeño no es.

- Está bien, iré a por el paquete y te lo llevaré a casa. ¿Contento?

- Gracias Cooper, ¡eres la mejor!

Colgó y yo salí de la cama. Recibí un mensaje de Ted, donde ponía la dirección y el nombre de la tienda. La leí extrañada, ya que no tenía ni idea de qué era. Me vestí y me até el pelo en una coleta. Después, fui a picar a Kayla. Seguro que estaba levantada ya. A los segundos abrió la puerta, y casi se atraganta con el trozo de galleta que estaba comiendo.

- ¿Qué haces despierta un sábado tan temprano?

- Necesito que me acompañes a un sitio. Es urgente.

- Estaba desayunando –dijo señalando su galleta.

- Pues te la llevas para el camino. Vístete. Te espero en el coche.

Cooper [h.s au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora