Llegamos a casa de Harry, y cuando abrió la puerta, entré y subí las escaleras corriendo. Entré en su cuarto, y me acerqué a un espejo, inspeccionándome el cuello. Maldito cabrón. Tenía las marcas de los dedos de Josh, como si fueran un tatuaje. Me tapé la cara con las dos manos, reprimiendo las ganas de llorar. Entonces escuché unos pasos, y miré hacia la puerta, viendo a Harry entrar con un vaso de agua. Se acercó a mí, y cogí el vaso. Las manos me temblaban, así que le di un corto sorbo y lo dejé en el escritorio. Harry acercó su mano para apartarme el pelo, pero yo retrocedí.
- Tranquila, soy yo –susurró.
Volvió a intentarlo, pero esta vez no me moví. Apartó el pelo de mi hombro, y acarició mi cuello, por encima de las marcas. Su tacto era suave, tranquilizador. Acercó sus labios a mi cuello, y yo ladeé un poco la cabeza. Besó mi cuello, y yo le miré. Se separó y colocó su mano en mi cara, acariciándome la mejilla con el pulgar. Se acercó más a mí, apenas habían centímetros de separación entre nosotros. Acercó su cara a la mía, y nuestros labios se rozaron. Entonces, me besó, lentamente, y yo le besé también. Colocó sus manos en mi cintura, pegándome más a él, y yo pasé las mías por su cuello, atrayéndole más a mí. Bajó sus manos hacia mis piernas y me cargó. Sin separar nuestros labios, me llevó hasta la cama. Nos separamos para coger aire, y quitarnos las chaquetas. Después, volvimos a besarnos. Harry me tumbó, quedando él encima. Llevó sus manos hasta el dobladillo de la camiseta, así que me separé y levanté los brazos. Cuando me quitó la camiseta, volví a besarle, mientras le desabrochaba los botones de la camisa. Harry se separó de mí, y abrió su camisa de golpe, haciendo volar todos los botones. Se acercó a mí, y yo pasé mis manos por su torso y sus abdominales. Llevé las manos hacia arriba, sacándole la camisa, y una vez la tuvo fuera, me acarició la cara, apartando el pelo. Sus labios fueron a mi hombro, y dejaron un rastro de besos hasta el cuello, haciendo que mi piel se erizara. Resiguió toda la marca de mi cuello con besos, haciéndome estremecer con el simple tacto de sus labios en mí. Me desabroche el pantalón, e hice lo mismo con el suyo. Una vez estaban fuera, Harry me miró a los ojos, y sonrió. Se acercó a mi cara, pensando que me iba a besar, pero fue directo a mi oído, y me habló.
- Voy a dejar pasar por alto tu suplica –me susurró, y luego me mordió el lóbulo-, simplemente porque va a ser la mejor noche de tu vida.
- Tal vez va a ser la tuya –le respondí, a la vez que le agarraba la cara con mis dos manos y empezaba a besarle de nuevo.
[...]
Me removí en la cama y me froté los ojos con las manos. Parpadeé varias veces y giré mi cabeza. Me encontré a Harry durmiendo plácidamente, y yo maldecí interiormente. Estiré poco a poco de la sabana, intentando no despertarle. Cuando la tuve, me la enrollé en el cuerpo. Salí de la cama y empecé a recoger mi ropa.
- ¿A dónde vas? –la voz ronca de Harry me erizó el pelo.
- Me voy. Esto no debía haber pasado –decía mientras recogía los pantalones del suelo.
- ¿Por qué no lo aceptas ya?
- ¿Aceptar qué? –pregunté a la vez que le miraba.
- Que me quieres.
Touché, me dije a mi misma. ¿Tanto se notaba? Aparté la vista y suspiré.
- Porque no puedo –le miré, con los ojos vidriosos-, no puedo permitirme el lujo de perderte. A ti no.
Harry acabó de incorporarse en la cama, y yo me acerqué, sentándome en ella también.
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Cooper [h.s au]
Action-Te guste o no siempre vendrás a mí-solté con una sonrisa de lado. -¿Cómo estás tan segura?-preguntó ladeando la cabeza. -Porque eres una damisela en apuros. Mi damisela en apuros. Obra registrada en SafeCreative con el código 1511175809323 Fecha de...