15.

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Miré a Ted, pensando en la respuesta. La verdad, es que con la música tan alta, las palabras lo único que hacían en mi cabeza era bailar. Y yo reí al imaginarme palabras bailando con música de fondo.

- ¿De qué te ríes? –preguntó Ted.

- De las palabras que bailan –solté riendo.

- ¿No me vas a responder? –preguntó acercándose a mí.

- ¿A qué?

- Déjalo –soltó Ted negando con su cabeza-. ¿Quieres beber algo más?

- ¡Sí! –respondí eufórica con los brazos levantados.

Ted rió, y pidió un par de chupitos y cubatas más. Me lo acabé todo antes que Ted, y cuando éste se acabó su último cubata, me miró con los ojos muy abiertos.

- ¿Cómo logras beber tan rápido?

- Esto es agua para mí –le agarré de la mano y empecé a andar.

- ¿Dónde vamos? –preguntó acercándome a él.

- A bailar –dije sonriendo y llevándole a la pista de baile.

Una vez en la pista, miré a Ted sonriendo, y me acerqué a él, pero un dolor punzante en mi cabeza apareció.

Harry.

Harry.

Harry.

Ese nombre no hacía más que retumbarme en la cabeza, creándome un dolor insoportable. Me llevé la mano a la frente y la masajeé un poco.

- ¿Estás bien? –preguntó Ted.

Yo asentí, sonriendo, y me dispuse a bailar de nuevo, pero el dolor volvió a aparecer.

Harry.

Harry.

Harry.

Separé a Ted con un pequeño empujón y me llevé las dos manos a la frente. Cerré los ojos con fuerza, pero el dolor no cesaba.

- ¿De verdad que estás bien? –preguntó Ted agarrándome la cara con sus dos manos.

- Sí –abrí los ojos, y sonreí de nuevo-. He bebido mucho, eso es todo.

Ted me miró, y finalmente asintió. Agarré su mano y pegué mi cuerpo al suyo, bailando sin despegarnos ni un solo segundo. Me giró, pegando mi espalda a su torso, y seguimos bailando pegados. Entonces vi a Eric dirigirse hacia mí con dos copas. Cuando le tuve delante me tendió una, y la cogí, pegándole un sorbo después.

Total, por un poco más de alcohol, no va a pasarme nada.

- ¿Vienes un momento? –me preguntó, y yo asentí.

- Tengo que irme un momento –le dije a Ted al oído-, pero si quieres te puedo presentar a una amiga.

Ted me miró, y se encogió de hombros para luego asentir. Miré a la rubia que estaba al lado de Eric, le cogí la mano y la acerqué a Ted.

- Esta es Julia. Por lo que comentan, folla bien –me encogí de hombros y Ted rió-. Por cierto, no hay nada entre Harry y yo. Es puro entretenimiento.

Ted asintió y le dejé con la rubia. Eric me cogió de la mano y me llevó hacia las escaleras. Yo frené, y le miré con los ojos muy abiertos.

- ¿Qué pasa? –preguntó acercándose a mí.

Cooper [h.s au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora