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Al final llegamos a la cena a eso de las nueve, todo el mundo estaba ya allí, y antes de llamar al timbre apreté con fuerza la mano de Blas, que estaba entrelazada con la mía. A esas alturas no sabía quién estaba más nervioso, si él o yo.

-¿Preparado?-le pregunté, y él asintió.-Pues vamos allá.-suspiré y llamé al timbre.

Se escucharon voces acercándose a la puerta, que se abrió momentos después, dejando ver a dos de mis tías, que al principio se quedaron en shock al vernos, pero en seguida reaccionaron y nos sonrieron ampliamente.

-Ya empezaba a pensar que no venías.-dijo mi tía Maite, la dueña de la casa, abrazándome con cariño.

-Nunca incumplo mis promesas.-sonreí, y le di dos besos a mi otra tía, Adela.-Blas, te presento a mis tías, Maite, la anfitriona; y Adela. Tías, él es Blas, mi novio.

-No pierdes el tiempo, ¿eh, sobrina?-bromeó Adela, y se acercó a Blas para saludarle con dos besos.-Encanta de conocerte.

-Lo mismo digo.-respondió él, y repitió el proceso con mi tía Maite.-Feliz cumpleaños.-le dijo, y ella sonrió.

-Gracias, encanto.-se hizo a un lado para que entráramos, y nos llegaron voces desde el salón que preguntaban quién había llegado.- ¡Son Mara y su novio!-anunció Maite, yendo hacia la habitación delante de nosotros.

-Hola a todos.-dije entrando, con Blas sujetándome por la cintura desde atrás, y le cogí del brazo para ponerle a mi lado.-Seguro que le conocéis aunque sea de vista, pero él es Blas, mi novio.

-Hola.-dijo él, algo cohibido, y reprimí una risa. Era capaz de actuar delante de miles de personas pero le daba vergüenza conocer a mi familia.

Poco a poco le fui presentando a todos, el primero fue mi tío Miguel, marido de mi tía Maite; después mi tío Arturo, marido de Ana; y mis tíos Andrés y Ángela, que estaban sentados al fondo con la pequeña Claudia, que tenía poco más de un año, dándole de cenar. Mis abuelos, que le conocían de la video llamada, le saludaron contentos. Faltaban tan sólo mis otros tres primos pequeños, que estaban con Laura jugando en la buhardilla, pero ya habría tiempo más tarde de presentarles.
Le pasé a mi padre la bolsa de su regalo, la morada, y luego fui junto con Blas a darle el "nuestro" a mi tía, que se sorprendió cuando le dije que era de parte de ambos, y nos dio las gracias efusivamente.

-Nunca voy a dejar de agradecerte lo del regalo.-me dijo en voz baja cuando nos sentamos en el sofá, un poco apartados del resto.

-Ya me las has dado pero bien hace rato.-le respondí, dedicándole una pícara sonrisa, y él rió.

-Si quieres luego te lo agradezco otra vez.-dijo, acercando su boca a mi oído para hablar, poniéndome la piel de gallina.

-Eres incansable.-reí levemente.

-Contigo siempre.-sonrió y me guiñó un ojo.

Mi tío Miguel aprovechó que tenía que ir al baño para secuestrar a Blas junto con mi tío Andrés y llevársele para enseñarle su colección de motos en miniatura, de la que presumía siempre, y que tenía en la planta de arriba; por lo que decidí ir con mis tías a la cocina hasta que me le devolvieran. Claudia se había quedado dormida, y Ángela estaba descansando un poco en la cocina, mientras Maite sacaba una pizza del horno.

-¿Puedo ayudar en algo?-pregunté entrando a la habitación.

-Tranquila, esta todo controlado.-me respondió mi tía, cortando la pizza.

-Oye, cuéntanos, ¿cómo es que has conocido al cantante este?-me preguntó Ángela, y reí por lo bajo.

-Blas, tata, se llama Blas.-dije divertida.-Empezamos a hablar por twitter hace unos meses, y bueno, con el tiempo nos conocimos en persona.

Twitter {Auryn}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora