Me enamoré de una Slytherin

6. No puedo.

EDITADO.

Ronald P.V.O.

Ya todo estaba listo, mi baúl desarmado y yo me encontraba ya echado en la cama intentando conciliar el sueño quién parecía no querer hacer acto de presencia en mi. Daba vueltas y vueltas sobre mi, podía escuchar como los chicos del cuarto contiguo aún estaban despiertos; todo estaba muy callado en mi habitación, debería acostumbrarme a dormir sólo.

Desperté por la voz de Harry, ordenándome que me levantase que si no, no llegaríamos a tiempo a desayunar; no sabía en que momento me había logrado dormir pero de igual modo me levanté y fui a ducharme, demoré tal vez quince minutos y otros cinco vistiéndome, colocándome el calzado para posteriormente bajar a desayunar algo junto a mi mejor amigo. Saludé a todos en la mesa, Hermione me pasó un plato con bacón y un tazón con gachas de avena, raramente no engullí como normalmente lo haría sino que comí lento leyendo el encabezado del Diario "El Profeta" el cual Seamus leía, en éste se rezaba "Otro ataque, esta vez ha dejado consternada a la familia Parkinson." Ni bien mi amigo hubo dejado el periódico en la mesa lo tomé y leí el artículo, que decía lo siguiente:

" De nueva cuenta los misteriosos ataques contra familias Sangre Pura se han registrado, esta vez cerca de Wiltshire; dónde según fuentes confiables informaron fue atacada una de las hijas del difunto matrimonio Parkinson.

El nombre de la desafortunada afectada es Anelise Parkinson, la hija más pequeña del difunto matrimonio, según nuestras fuentes informan que la pequeña Anelise estaba saliendo de la mansión Parkinson para dirigirse a tomar el tren a la estación e ir a su trabajo pero desafortunadamente esa acción no se pudo realizar ya que fue tomada por sorpresa, el paradero de la señorita es desconocido hasta el momento. Un abrazo enorme a la familia Parkinson. "

Terminé de leer y por instinto me giré en dirección a la mesa de las serpientes buscando a la castaña mayor a quién mantenían ocupada hablando de otras cosas (o eso pude apreciar) así como a su vez evitando a toda costa que ella o la otra chica tomasen "el profeta". Malfoy intentó sacarla a ella y a su hermana del Gran Comedor pero no lo consiguió para sorpresa de muchos de los que estábamos presentes, dejé de prestar atención cuando Hermione me pidió hablar a solas, por lo que me levanté junto a ella y salimos en dirección a algún pasillo que no estuviese abarrotado, una vez allí ella tomó la palabra.

- Ron, me parece que debemos hablar- dijo nerviosa mi castaña ¿amiga? Sí, eso.

- ¿Sobre que cosa, Herms?- pregunté intrigado y a la vez temeroso de que fuese a querer sacar el tema de aquél beso.

- Sobre... -su voz se apagó por unos segundos en lo que aprovechó para tomar una bocanada de aire.- sobre lo que sucedió en la cámara de los secretos la noche en que Harry venció a Voldemort.

- Hermione habíamos acordado en no volver a tocar ese tema -hablé con una leve irritación en mi voz.- lo sabes muy bien, Herms.

- Lo siento Ron pero ya no puedo callar esto que siento por ti, te amo aquél día en la batalla lo supe al instante, supe que tu eres el hombre con quien quiero pasar el resto de mis días. -dijo sonriente. ¿Porqué sonreía?

- Hermione lo lamento, pero ese sentimiento no puedo corresponderlo, mi corazón ya le pertenece a alguien más. -informé a la chica.

- Ron por... por favor no me digas eso, yo... yo en verdad te amo. - su sonrisa fue reemplazada por unas gruesas lágrimas que amenazaban por desbordar de sus ojos y surcar sus mejillas.

- No llores, Herms... ojalá encuentres a quién pueda amarte como yo no puedo, en verdad deseo que seas feliz, tu felicidad no es conmigo. -le di un corto abrazo y besé su frente. Al separarme de ella un par de gritos desgarradores invadieron todo el pasillo, creía saber quiénes eran las dueñas de aquél sonido; Pansy y su hermana Jadelyn. Dejé a Hermione sola mientras caminaba, estaba un tanto estresado; aún no comenzaban las clases y yo ya estaba frustrado. Vaya récord.