Me enamoré de una Slytherin

8. La enfermería.

EDITADO.

Narrador Omnisciente

La castaña por un momento se olvidó de que el chico era uno de sus rivales y se dejó llevar por el abrazo pues era lo que necesitaba en esos momentos, eran pocas las personas que se habían dado cuenta del incidente que le había ocurrido a su madre pues había fallecido en el mundo muggle, durante ese tiempo intentaba calmarse repitiéndose a si misma que todo lo que había sucedido era por un motivo, cuando logró tranquilizarse se zafó de los brazos del pelirrojo menor. -gracias por eso -dijo sin pensárselo. Ronald se separó un poco avergonzado por lo que acababa de hacer.

-Lo siento. Ehh... si no vas a entrar a clase deberías irte para que no te vean llorar o peor aquí parada conmigo. -Rió levemente con amargura y se rascó la cabeza mirando el aula, el profesor aun no llegaba. -Si te sientes mal puedo acompañarte a la enfermería. -ofreció.

-No importa, es decir, me da igual lo que digan- le sonríe levemente - ...y no te preocupes estoy bi... -dejó la frase inconclusa pues un leve mareo se apoderó de ella nublándole la vista y haciéndole perder levemente el equilibro. Ron se dio cuenta de que la chica se tambaleaba y la detuvo con sus brazos para evitar que tocara el suelo.

- Parkinson... -esperó a que reaccionara.- Creo que deberías ir a descansar o a la enfermería o a tu sala común... Te acompaño.- fijó esperando un insulto por parte de la ojiverde el cual nunca llegó.

Pansy cerró los ojos un momento para intentar que el mareo se acabase, al escuchar a Ron se limitó a asentir- bien, sólo por esta vez te haré caso y dejaré que me acompañes -dijo abriendo los ojos.

Ron la miró confundido y tras soltarla espero a que comenzará a moverse. Caminó a un lado de ella, ligeramente detrás, por si volvía a pasar lo mismo de hace unos segundos. Caminaron en silencio incomodo, o por lo menos para él lo era.

Pansy tras recuperarse un poco camino seguida del pelirrojo, ambos sumidos en un silencio que era algo incómodo, ella intentó hablar en una o dos ocasiones pero al no tener nada interesante que decir optó por callar, siguieron caminando hasta llegar a la escalinata que daba a las mazmorras y fue entonces que Parkinson volvió a sentir ese horrendo mareo del que no sabía la causa, esta vez no pudo sostenerse de nada y calló abruptamente al suelo, desmayada.

Por su parte el ojiazul caminaba inseguro. No sabía que decir. Si la chica era irritable normalmente, mucho más en el estado en que se encontraba. Perdido en sus pensamientos no se dio cuenta de que Pansy se había desmayado de nuevo hasta que estaba por completo tendida en el suelo. Se agachó rápidamente y trato de reanimarla moviendo su rostro levemente.

- ¡Pansy! - exclamó arrodillándose a su lado y al ver que no respondía la tomó en brazos y la llevó a la enfermería. La puso sobre una cama y espero a que Madame Pomfrey se acercara. Se sentía un poco incómodo y completamente asustado. No sabía qué hacer o cómo reaccionar ante aquello.