Me enamoré de una Slytherin

Recuerdos Tormentosos. {Parte 2}

EDITADO.

Al terminar de contestarle a Weasley otro suceso llego a mi mente, el día que fui a visitar a mi madre; esa semanas que pasé con ella antes de que falleciera. Mis ojos comenzaban a picar en señal de que las lágrimas estaban por aparecer, giré dando la espalda para que Weasley o cualquier otro que quedase fuera del aula no me viese llorar pues, mis padres siempre nos dijeron que un Parkinson no llora y menos delante de alguien. Ignoré a su pregunta y con el dorso de la mano seque las primeras lágrimas que aparecían en las cuencas de mis ojos. Sólo quería que entrara al aula y me dejase en paz.

Ronald P. V. O.

Me di cuenta de que algo andaba mal con ella y dudaba en hacerlo, ya que realmente no me importaba y no estaba de ánimos para que me insultaran pero no podía simplemente ignorar algo así, no era lo que un Gryffindor hacía en esos casos. La mayoría de los alumnos ya habían entrado al aula, di un paso hacia ella. -¿Estás bien, Parkinson?-

Pansy P. V. O.

No respondí nuevamente pues sabia que mi voz sonaría distorsionada, me limité a asentir, carraspeo para poder hablar.

- Aunque estuviese mal, a ti no debe importarte ¿no?, es decir tu y yo no nos llevamos muy bien que digamos así que, creo que lo mejor será que te metas en tus asuntos, y no, no entraré a clase, no estoy de ánimos.- dije dándome vuelta para salir del pasillo de DCAO.

- Está bien. Una cosa es que no me agrades y que sería agradable no volver a tener que escuchar tus insultos nunca y otra es que quiera que estés como sea que estés. - el pelirrojo frunce el ceño y se aleja. -Espero no te afecte mucho la falta. -Ron da media vuelta para regresar a clase y finalmente me va a dejar sola con mis problemas pero mi traicionera voz lo interrumpe y hace que se quede estático en el lugar.

- No me entienden mis demonios, menos lo harás tú- digo sin girarme -no dudo en que me afecte tanto una simple falta, quizás repita el año. -digo con la voz nuevamente entrecortada. Ron se giró de nuevo.

-No pregunto por eso solo... No sé porque me molesto. ¡Buenos días, Parkinson!– al parecer ignoró mi comentario o tal vez no lo escuchó.

- ¡Puedes irte al cuerno Weasley! -exclame sin poder retener las lágrimas que caían por mis mejillas. «Necesito a mis hermanos a mi lado, ellos son los únicos que me comprenden.» me dije en mi mente. De la nada sentí como unos brazos me rodeaban, me sentí un poco mejor... Alto ¿Ronald me estaba abrazando?

Ronald P. V. O.

No lo pensé mucho. Asustado y sin saber lo que hacia la rodeé con mis brazos y traté de tranquilizarla. -Lo siento. - dije sin tener idea de que era lo que le pasaba, no sabía porque pero algo me impulsó a darle un abrazo a la castaña que tenía frente a mi.