11. Dificultades

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A alta velocidad, Michael conduce a las afueras de Los Santos, antes de abandonar la ciudad pasa por su bar y sorprende a su encargado recibiendo un camión de bebidas.

-¡Aah, Sr. De Santa! Es bueno verlo por aquí.

-Sí, muchacho, vengo a checar a mis empleados. - Saca un fajo de billetes que dividió en dos fajos más pequeños, el chico comienza a hablar, sin ver el dinero.

-Oh, claro, bueno, estamos recibiendo una docena de todos los licores, cervezas y...

-Muy bien, chico, buen trabajo, - Lo interrumpe Michael, extendiéndole el dinero. - toma esto y mis más sinceras disculpas.

-¿Por qué? - Con el dinero en mano, su empleado mira a Michael, sonriente.

-Por esto.

Sin contenerse le golpea con fuerza la cara, desmayándolo, corre hacia el conductor y le extiende el dinero, toma su brazo para estampar su rostro en el volante, deja a los dos con el dinero en sus respectivos bolsillos, escondidos en un contenedor de basura. Con la compuerta de carga abierta, arranca el camión tirando cajas y cajas de bebidas por las calles hasta que choca contra una grúa, ambas partes salen de los vehículos, sin respirar bien, Michael lanza dinero hacia el molesto conductor, junto con un disparo de su pistola eléctrica hasta dejarlo inconsciente, ancla el camión a la grúa y acelera, todavía tirando botellas. Sale de la ciudad hacia su planta de residuos radiactivos, frena antes de chocar, sus empleados dejan de trabajar al verlo pues de nuevo está con el pasamontañas y su pistola eléctrica, al dispararle al primero, huyen los demás siendo unos alcanzados por la pistola; de uno a uno, mete en el camión cinco botes del material radiactivo y con la grúa que tiene sujeto al submarino por encima de océano, mete a este en la parte de carga del camión, abandona el área sin la grúa robada.

Antes de llegar al striptease una patrulla comienza a seguirlo.

-¡Mierda! - Saca su móvil y llama a Franklin, una voz automatizada dice que está fuera de área, entonces llama a Trevor y contesta pero solo escucha gruñidos salvajes, gemidos de mujer, golpes y groserías hasta que la llamada se corta. - Joder... No hay de otra. - Pasea en la lista de contactos y marca.

-¿Bueno?

-James, hijo, necesito un favor, ¿ves el carro de Franklin?

-Sí, ¿por qué?

-¿Frank está ahí?

-No, ¿qué ocurre, papá? - James escucha las sirenas y los disparos, suspira decepcionado.

-¡Aaaaggghh, James, toma el auto de Frank y ven acá, el G.P.S. rastrea nuestros celulares, la policía me dispara y traigo material radiactivo! ¡Volaré en mil pedazos!

-¡Está bien! - James hace lo pedido, antes de encender el carro, grita. - ¡Lamar, cuida el local! - Encuentra un explosivo adhesivo pero pasa de ello, activa el G.P.S. y ve que su padre está por las oficinas de Lifeinvader, que Trevor está en un edificio y... Franklin que se mueve por diferentes lados de Los Santos en minutos, no le da importancia, llega en minutos a donde la persecución se lleva a cabo y sin dudarlo se impacta contra la patrulla, frenándola momentáneamente, James se pone al lado del camión y sonríe, su padre está colérico porque ahora los siguen a los dos, James presiona un botón de un control y la patrulla explota.

Los dos escapan por distintos caminos,

Trevor sale del edificio, manchado de pies a cabeza con sangre y una cámara en una mano, subiéndose el pantalón con la otra, donde un cuchillo empapado en sangre se embarra en su pierna.

-¡¿Quién graba sin el consentimiento de uno?! - Grita, fuera de sí, al edificio. - ¡¡¡ESO ES GROSERO E INMORAL!!! ¡Loca! ¡Me obligaste a hacerlo! ¡Ahora te tomaran fotos y saldrás en el periódico! ¡Querías que se recordara! ¿no? ¡Ahora nadie lo olvidará! - Dispuesto a salir del callejón, grita una última vez. -¡Como en el vídeo, tampoco te verán la cara! ¡A ver si te identifican! ¡Zorra! - En silencio, saca todas las cámaras del auto y camina con ellas, disimuladamente se guarda la memoria de la videocámara en el bolsillo y la lanza con las demás. - "Para después." - Piensa maliciosamente en el vídeo y dice. - Ya tengo las cien, ¿qué sigue?

Franklin se aferra al vehículo, pasmado, ve como se teletransportan por Los Santos, con Omega al volante.

-¡Oye, Omega! - Grita, sintiendo su cerebro en el estómago. -¡Detente!

-¡No! ¡No puedes controlar este poder!

-¡Detente, por favor, tú me diste este auto!

-¡Jamás pudiste descifrarlo!

-¡Pues no me explicaste nada!

-¡No eres digno! - Franklin saca su arma y encaña a Omega, este activa la teletransportación una vez más, aparecen en una azotea y Omega salta del vehículo, Franklin y auto se encuentran cayendo, entra en el auto y activa su habilidad y la teletransportación al mismo tiempo.

Franklin aparece de vuelta en donde todo inicio, ve a un 2do Franklin husmeando en el garaje como él ya lo hizo antes entonces comprende: Ha viajado en el tiempo, sin dejarse asombrar, saca su rifle en espera de que Omega aparezca, en cuestión de segundos, Omega aparece, Franklin del futuro dispara, atravesándole la frente, este se desintegra y se fusiona con el Franklin del pasado, lo mismo con el auto, la mirada de Franklin cambia, se lleva el vehículo.

Grand Theft Auto: The Big OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora