10. Apresurar las cosas

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Trevor revisa una vez más la lista en su teléfono para recordar el objeto por el que iba:

-100 cámaras de seguridad. (T)

-Un detector. (M)

-Un jet. (T)

-Un vehículo altamente tecnológico. (F)

-Un submarino. (M)

-Cocaína. (T)

-Pintura para autos. (F)

-Una bomba "FOAB". (T)

-Material radiactivo. (M)

-Todo el equipo en la casa de Lester. (F)

-¿Por qué Lester me puso tantos objetivos? - Sube a su auto con el fin de buscar las cámaras. - Cien cámaras, por dios, más vale que sean para una porno. - Comienza a recorrer Los Santos, frenándose a arrancar las cámaras de cuantas casas ve, incluyendo una que no era casa, sino de un banco y abandona el lugar siendo perseguido por patrullas. Cuando los logra perder, se mete a un callejón para recortar camino de vuelta a su local, solo le falta una y puede tomarla del striptease, no se da cuenta de que Úrsula está escondida en un rincón, las llantas de su auto se desinflan por los pinchos que colocó ahí, impactándose contra un contenedor de basura, Trevor sale a tropezones, adolorido, la ve y pregunta. - ¡Úrsula! ¿Qué demonios?

-¡Tú! ¡Asqueroso cerdo despreciable! ¡Polla libre! - Completamente fuera de sí, se acerca a él. - ¡Descubrí que te lías con otras zorras!

-Ohhh, vamos, hermosa lunática, nunca dijimos que éramos exclusivos. - Contesta Trevor, acercándose lentamente, Úrsula comienza a ponerse más histérica.

-¡Ni siquiera me llamas ya! ¡Hace mucho que no cojemos! - Cambiando su tono furibundo, hace boca de puchero, con tono lastimoso dice. - El pañal te extraña...

-Úrs, nena, lo siento, he estado ocupado con...

-¡Con otras zorras! - La mujer se le lanza con los puños en alto, Trevor los detiene y la sujeta con sus mismos brazos, arrimándole su entrepierna al trasero, Úrsula gime excitada y Trevor patea la puerta del edificio que tiene detrás, como pueden se meten en esa edificación, en la misma posición.

Michael conduce hacia la IAA rápidamente, se acomoda el pasamontañas en un semáforo en rojo, según la lista le corresponde ir a por un detector y sabe de sobra que el único puesto donde se puede conseguir sin dificultades innecesarias en entrar es precisamente la agencia que lo contrató, con su antiguo traje de sigilo, se aparca en un callejón aledaño y acomoda su carro para alcanzar una ventana lo justo para que él pueda entrar. Cuando puede entra girando unos metros por la voltereta que dio para no hacer ruido, se percata de que hay un conserje saliendo de un reservado, sin oportunidad, lo golpea en la nuca regresándolo al reservado y atraca la puerta en lo que cambia su vestuario; ya en su nuevo papel, arroja su ropa por la ventana y abandona el sanitario. Frotándose las manos con un viejo trapo, camina medio trotando hasta el lado contrario del edificio hacia el cuarto de utilería, una vez dentro se encuentra con tantas cosas que no sabe ni que son, decide pasar de ello y centra su vista en una cúpula de cristal que contiene lo que está buscando, con cuidado, levanta la cúpula y lo toma sin mayor complicaciones.

-Tranquilo y firme, Michael, tranquilo y firme. - Dice en voz alto, recordando años atrás al decirle eso a Trevor, guarda el aparato y sale, dirigiéndose de regreso al sanitario pero oye a Karen caminar por el pasillo así que se mete en la puerta que tiene más cerca, una vez en su interior se da cuenta de una cosa: ¡Es su oficina! Sin pensar se mete al closet, Karen entra justo cuando se cierra el closet, se acerca para ver que pudo haberlo abierto, es interrumpida por un técnico con una memoria azul.

-¡Agente D, Agente D! - Lo frena con la mano para que se tranquilice, Michael ve que la obedece sin dudarlo, acompasa su respiración y se acomoda el cabello, Daniels le hace la seña para que hable. - Tengo todas las imágenes que pude recibir del agente que envió, toda la información reciente que encontré, y las imágenes que ya existían.

-¿Qué le pasó al agente?

-Él lo aniquiló.

-¿Se enteró de quien lo envió?

-Negativo, Agente. - Karen recibe la memoria, el joven técnico se despide y abandona el cuarto, Karen se pone detrás del escritorio, inserta la memoria en el puerto, abre los archivos que había pedido, sin oportunidad de ver, Michael solo ve las expresiones melancólicas forzadas de la mujer, otro agente irrumpe la habitación.

-¡Daniels, encontramos al conserje inconsciente en el sanitario, parece haber una irrupción! - Ambos salen apurados para interrogar al hombre, Michael sale apurado hacia la computadora, abre los archivos y ve a Niko Bellic en su apartamento, conduciendo, con sus amigos e incluso un vídeo, lo abre saltándose varios minutos, en una azotea la imagen se mueve demasiado, dejando ver a Niko enfrente del perseguido.

-¿Por qué me has estado espiando? - Al no recibir respuesta, la cámara recibe una patada y deja de grabar, el final es claro, escucha que pasos regresan, se pone el pasamontañas que no lanzó y se pone junto a la puerta, apenas se abre, Michael activa su habilidad, ve a Karen, roja, pasa por su lado y corre lo más que puede hacia el sanitario, siente que su habilidad se acaba, en cuanto lo hace, corre lo más rápido que su cuerpo se lo permite, una vez cerca de la ventana se arroja, rompiéndola, activa una vez más su habilidad para poder hacerse bola, cayendo en el techo de su auto, acabándose su habilidad. Adolorido, recoge su ropa y se monta en el auto, escapando.

-De Santa. - Dice Karen, consciente de que utilizó su habilidad de ralentizar el tiempo.

Franklin está al este de Sandy Shores, bajando de su auto, charla fingiendo que está en su casa, del otro lado de la llamada está Lester.

-Lest, ¿qué significa un vehículo altamente tecnológico?

-Franklin, - dice, cortándole el rollo, bajando un poco la voz. - sé que sabes a que me refiero, sé que tú hablaste con Omega, pasabas consiguiendo partes de tecnología para él, necesitamos el vehículo que te obsequió.

-Tronco, ni siquiera sé donde lo estacioné, es imposible.

-Entonces, ¿por qué estás en donde la casa de Omega?

-¿Me estás vigilando?

-Siempre los he vigilado. - Franklin despega el teléfono, indignado, de su oreja, opta por colgarle.

- Maldito hacker. -  Sin mayor problema, abre el garaje, en su interior está el auto iluminado por las modificaciones, Omega está sentado en el único asiento. -¡Hola, Omega! - Como si nada, Franklin lo saluda, Omega, con rabia en los ojos, arranca el vehículo con todo y Franklin en el capote, aferrado. Antes de que pueda gritar, el auto desaparece en una bola de rayos azules. 

Grand Theft Auto: The Big OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora