En el centro de operaciones de la IAA, se activa la alarma de uno de los monitores encargados de vigilar cada trámite que se haga para y desde Estados Unidos, el técnico designado a ese monitor lee de lo que se trata abriendo cada vez más los ojos en lo que se descarga en una tableta y se dirige con su jefa para informarle.
-Directora Daniels, acabamos de recibir aviso de un trámite de máxima importancia. - le extiende la tableta con miedo, una mano delgada la recibe sin voltear la silla en la cual está sentada, ni siquiera la ve antes de dejarla encima de su gran escritorio.
-Informe. - solicita que él mismo le diga lo que pasa, tragando saliva para no tartamudear, inicia con lo pedido.
-Ha aparecido que alguien ha comprado un boleto de Australia, Sidney, para el Aeropuerto de Los Santos.
-¿Por qué es asunto mío? - replica la voz con fastidio, el técnico retrocede, intimidado visiblemente, carraspea y prosigue.
-Está a nombre de Evan Clay, Directora.
Ella se levanta de su asiento, con la cara iluminada, toma la tableta para que la imagen se transmita a la pantalla más grande: Una foto de un joven de máximo 20 años, cabello café ondulado, cejas rústicas y onduladas, ojos obscuros y saltones, nariz griega y de labios finos, la cara redondeada con tono de piel claro.
-¿Es el magnate de la Empresa Clay?
-No sabemos, nadie conoce cuantos años tiene, a mi parecer es demasiado joven, me inclinaría por la posibilidad de que es su hijo desaparecido.
-¿No corrían rumores de que había muerto junto con su esposa?
-Nunca lo comprobamos, le recuerdo que no conocemos a ninguno de los dos.
-Bien, manden a un agente a recibirlo al aeropuerto y otro a Liberty City para vigilar las acciones de la empresa.
-Directora, ya hemos mandado a varios agentes para esa tarea y no hemos descubierto nada. - el técnico ha perdido miedo, la directora sabe que eso es cierto más no hay mejor plan que intentarlo una vez más.
-Manténganme informada a cualquier anomalía que se presente, sobre el Sr. Clay y sobre cualquier otra cosa. Voy a mi despacho.
-De acuerdo, Directora.
Daniels se mete por un pasillo que la guía hasta su despacho, cierra la puerta con cerrojo, enciende su ordenador personal en donde contiene carpetas de información secreta sobre miles de eventos transcurridos en diferentes ciudades para actualizar una de ellas sobre lo nuevo que se sabe del caso Clay, ella realmente quiere descubrir algo nuevo sobre ese caso, no porque no tengan un cajón lleno de casos aparte con varios agentes trabajando encubierto, vigilando a los criminales, o siendo contratados como privados por otras tantas empresas. Al terminar de actualizar los registros, comienza a indagar respecto quien más está en busca del tal "Evan Clay" solo para descubrir que Dave Norton y su equipo están enterados de ello, lo que la apresura más a querer obtener información nueva. El resto del día transcurre normal para la IAA encargándose de diferentes emergencias que le llegan todos los días, Daniels misma va a una de ellas por falta de personal, con un traje especial que oculta su identidad, armada y con blindaje, la situación a la que ella se presta voluntaria termina en un tiroteo; para extrañeza de ella su mente no está puesta en el tiroteo sino en la intriga que le abruma por el caso más reciente bajando su desempeño en el campo de batalla, sorprendiendo de sobremanera al equipo que la acompaña, por intercomunicadores uno de ellos le habla, con tono de emergencia.
-¡Agente D, reaccione, nos están masacrando!
Ella agita la cabeza repetidamente hasta que una rabia súbita la alberga, desenfunda ambas pistolas y dispara a discreción con violencia, gritando, en minutos caen la mayoría de los atacantes con los gritos de júbilo, admiración y orgullo. Cuando la situación es controlada, los subordinados del Agente Daniels comienzan a recoger los cuerpos, uno de ellos aprovecha que está levantando un cadáver cerca de ella para conversar, olvidándose de ser un trabajador.
ESTÁS LEYENDO
Grand Theft Auto: The Big One
FanfictionDos años después de lo ocurrido en Grand Theft Auto V, la paz caótica de siempre reina en Los Santos, pero Dave Norton vuelve a buscar a los tres ex-criminales para pedirles ayuda con un nuevo ladrón que se dedicaba a robar tiendas y gasolineras, e...