Capítulo 14

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Lo primero que sintió Ángel al despertar fue el sonido de un papel que se arrugaba debajo de su almohada. Luego, sintió un pinchazo justo en la parte trasera de su cuello, lo que lo hizo despertar por completo del sueño en el que se había sumido para tratar de olvidar.

Aun estaba oscuro afuera. La luna ya no se notaba, pero el oscuro cielo aun se veía entre la noche, por lo que supuso que no faltaba mucho para que amaneciera.

Ángel restregó sus ojos y se estiró para desperezarse, pues ya había dormido suficiente para detener los recuerdos. Se iba a poner de pie, pues aquel era el momento en el que salía a su jardín para ver el amanecer, pero antes de levantarse para observar la salida del sol, revisó lo que había debajo de su almohada. Tanteo con sus manos el objeto que provocó que despertara y lo saco apenas lo tuvo entre sus manos.

Era una carta. Ángel supo casi de inmediato, sin tener necesidad de ver el remitente, que se trataba de Lemir. El nombre del gato estaba en letras mayúsculas, pero en ningún lado se podía apreciar el nombre de Ángel. Lo más seguro era que ya tenía por seguro que el primero en leerla sería él, y por algún motivo, sintió escalofríos de solo pensar en ello.

Decidió leerla en el jardín, aun cuando moría de curiosidad, aun cuando tenía unas ganas inmensas de saber su contenido. Bajó las escaleras, teniendo cuidado de no hacer demasiado ruido, aunque no había nadie en casa, pero la paranoia llenaba cada parte de su mente.

Abrió la puerta que llevaba al jardín y una ráfaga de viento golpeó su cara.

Observó el único pedazo de tierra en su jardín que no estaba lleno de pasto y no pudo evitar sonreír al recordar como Mary había caído en su plan. Pero toda felicidad que estaba en su rostro desapareció al sentir el sobre que llevaba entre sus dedos.

Terminó de caminar hacia la banca donde solía sentarse y cuando estuvo en ella, se dispuso a abrir el sobre y lo rompió sin tener cuidado alguno.

La carta estuvo en sus manos por unos momentos antes de que leyera la fecha seguida de su nombre, con la misma letra desordenada de la carta anterior.

"Ángel:

Parece que el mundo gira alrededor del odio de la gente y del rencor que los llena ¿no crees?

¿Recuerdas aquel tiempo en el que jugabas con aquel gato en tu jardín cuando eras apenas un niño? Él escapaba para que no lo agarraras, pero tu seguías persiguiendolo, hasta que lo cogías después de ganarte unos cuantos arañazos. Eras perseverante, y aunque le molestaba, él parecía quererte. Ahora él está muerto. Lo está desde hace mucho tiempo.

Solo quería recordarte el propósito de todo esto: venganza. Quieres vengarte de la persona que te quitó lo único que te daba felicidad, lo único que te daba compañia.

Espero que sepas que haré lo que sea para lograr mi meta. Morirá gente para que todo se cumpla, para que todos estén donde deben estar.

Y tanto tú como Mary deben estar en un infierno, ya sea muertos o en vida.

Disfruta mientras puedas

Lemir"


Ángel levanto la mirada de la carta y observó el cielo. Sintió un viento helado recorrer su espalda y se levantó de la silla para entrar a su casa de nuevo.


Quería despejar su mente un rato de lo que había leído, pero algo más captó su atención: ya había amanecido

Cuando los gatos van al cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora