Aquí estoy de nuevo. Ha pasado un buen tiempo desde la última vez que hablamos, bueno, desde la última vez que te escuché. Aquella vez no intente asesinarte. Me gustaría decir que las cosas han cambiado, pero no lo han hecho. De hecho, cada vez se pone peor.
A veces quiero sacarme los ojos con mis propios dedos, por más psicópata que suene. Ahora que lo pienso, no suena tan mal. Sigo sin poder mirar al mundo con otro color que no sea negro. Ocasionalmente hay flashazos de blancos y grises, algunas veces incluso me vuelvo arcoiris y me envuelvo de pasteles, pero al final del día, acostada en silencio, todo se torna negro de nuevo. Sé que las cosas no deberían ser así. No deberían. ¿Qué pasa? No entiendo nada. Me duele la cabeza, de nuevo. Me duele la cabeza de tanto gritar internamente.
Es cierto eso de que a veces puedes escuchar voces hacer eco en tu cabeza; tú lo sabes. ¿A quién intentas engañar?
A veces pienso que estoy alucinando, pero todo me parece tan hilarante.
-¡CIERRA LA MALDITA BOCA!
-Lo siento.
No me gusta la oscuridad, no ahora. No quiero ahogarme más. Aún no aprendo a nadar.
Incluso en los días más soleados tengo miedo, miedo a mis sombras y pánico a mis pensamientos. Le tengo terror a tu frialdad. Soy consciente. Sé de lo que somos capaces, y me aterra. Todo podría haber terminado hace un par de años, ¿qué demonios hago aquí?
-Aún no es tiempo.
Tus clavículas, deja de torturarlas. Ellas no tienen la culpa de tu ansiedad. Hace frío, mis manos están frías. O quizás mi cabeza es la que está helada. Hay demasiado ruido dentro. Por favor, guarda silencio. GUARDA SILENCIO POR UN MISERO SEGUNDO. Estoy intentando seguir con esto.
-¡QUE FARSA!
Lo es. ¿Cuál es el punto?, no sirve de nada respirar si en realidad no estás viviendo. Llevo arrastrándote mucho tiempo, tienes que empezar a cooperar conmigo. No puedo cargarte en mi espalda toda la vida, me vas a romper.
A veces desearía no abrir los ojos. Es algo espantoso. Mis pulmones, están llenos de aire, mi corazón tiene sangre que quizás no me pertenece. Estoy tan vacía, tan hueca, me duele el alma, y eso que ni si quiera sé si tengo. Me duelen los huesos y las sienes. Mis ojos. Ojalá pudieras verlos. Ojalá el pudiera hacerlo. Extraño sus ojos.
¿Cuál es el problema? Nadie lo notaría. Hazlo ahora, huye ahora que puedes. Llévame contigo, quiero irme también. Vamos, ¡VAMOS, AHORA! ¿Qué pasa? ¡TU ERAS LA QUE QUERIA IRSE! No me mires así, yo también tengo miedo. Ya lo sé, yo tampoco quiero irme.
No te vayas, no me quiero quedar sola. Me gusta tu compañía, solo no me toques, tus dedos me queman.
No te vayas, hoy no.
-Aún no es tiempo.
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Resumen de lo gris.
RandomCiclo sin orden aparente. Ojalá que te quedes hasta el final.