Sigo frotándome las sienes con las yemas, y eso que ya tengo dos enormes agujeros debajo de los dedos.
No obstante los daños consecuentes, adoro esta parte del día. Todos están tan callados, silenciosos y enfrascados, como si todos estuviesen sumergidos en océanos de voces que susurran cosas paralizantes.
Voces.
Tal vez son solo las olas, o la presión sanguínea.
Tal vez es mi corazón bombeando tiempo.
El sonido es tan nulo que a veces pienso que perdí ambos oídos. Es sofocante, aquí no hay donde esconderse. Justo ahora, todo lo que hay son ecos craneales y sienes perforadas. Es hilarante, casi siempre.
Debería comenzar a correr ahora, antes de que el piso se desmorone como siempre lo hace. También debería aprender a escalar sin rasparme tanto las rodillas.
Ojalá alguien encuentre mi cabeza antes de que mis sentidos se drenen, Alter Ego siempre deja las alcantarillas abiertas.
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Resumen de lo gris.
RandomCiclo sin orden aparente. Ojalá que te quedes hasta el final.