No le temo a la oscuridad, me temo a mi misma.
Le temo a lo que hay encerrado, a lo que quiere ser pero muere en el intento.
A mis amables demonios y a mi sarcástica razón.
Le temo a la reconfortante tranquilidad de la negrura, a la engañosa paz que en un pestañear puede convertirse en un tumulto de horrores que se sienten como pesadas olas rompiendose sobre mi pecho.
Le temo a mi soledad, porque comienzo a sentir que irónicamente me siento
abandonada
sin ella.

ESTÁS LEYENDO
Resumen de lo gris.
AléatoireCiclo sin orden aparente. Ojalá que te quedes hasta el final.