Señora educación.

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Adelante, asesina otra vez.

Eso es lo que quieres hacer, o al menos eso es lo que ellos te hicieron creer. Corre, ve y escupe en la frente de alguien más, abre tus tentáculos y succiona la individualidad de toda aquella persona que ose pisar el mismo suelo que tu. Seguramente ya volviste a llenar de minas el camino por el que andaste, lo sé porque ayer perdí una pierna siguiendo tus huellas, y sin embargo mírame, sigo arrastrándome en el mismo lodo.  

Irónico. 

¿Dónde guardas la esperanza que le quitas a los pobres desafortunados que se topan contigo? dímelo ahora porque mis compatriotas están muriendo y yo no sé como hacer que mantengan los ojos abiertos. Dime, por favor, que excusa debería usar hoy, porque las sonrisas se me están acabando y las palabras de aliento apenas alcanzan para seguir respirando.

Vives de los triunfos ajenos y la mediocridad te hace sentir como en casa. Condenaste a mis pobres hermanos a una vida llena de números abstractos y convertiste a la libertad en la peor de todas las rameras.

Tomaste las ganas de pensar de más de la mitad de mi generación y terminaste de enterrar vivos a los ancianos que tenían algo que enseñar.

Adelante, toma mi vida también. Te invito a correr detrás de mi, señora educación. Déjame oír las mejores patrañas que tengas. 

Yo también he amanecido con ganas de masacrar.


 


 


 


 

Resumen de lo gris.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora