CAPITULO 32

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DOMINGO, ENERO 31

April

Me cubro la boca con las manos, sintiendo mis ojos humedecerse, y reteniendo un sollozo que demuestre mi vulnerabilidad. Nickolas me mira, furioso y con un aspecto que causa asco. Sostiene firmememente la instantanea frente a mi, y de pronto el callejón me parece demasiado cerrado como para escapar.

La fotografia llega a causar escalofrios, llega a provocarme terror. Una imagen vulgar de lo sucedido ayer en casa de Jace. Hace que se me hiele la sangre y me pregunte cómo la captó, si las ventanas tienen cortinas y la habitación de Jace es en un segundo piso.

Me causa un sentimiento atroz, cómo si mis organos suspendieran su funcionamiento de repente y mi cerebro dejara de enviar respuestas a mi cuerpo. Me hace sentir ordinaria, como una simple muñeca de trapo al merced de un hombre que investiga cada movimiento que hago.

Me toma del cuello, de repente, acorralandome contra la pared.

- Lo veo todo, lo escucho todo.- susurra - No intentes verme la cara de estúpido, porque no me haré cargo de las consecuencias.

Asiento, horrorizada, rogandole con la mirada que me suelte.

- No solo vas a follar con ese, después de que te dije que tú eres de mi propiedad y siempre lo serás.- prosigue, añadiendo un poco más de fuerza a su agarre - ¡Sino que, además, intentas ocultarme que estás casada con él! - ruge.

Siento mis manos temblar, y se me dificulta respirar. Por un momento, pienso que me va a asesinar aqui mismo, que este será mi último minuto viva. Sin embargo, me suelta bruscamente, alejandose.

- Esta foto.- dice, volviendo a mostrarmela- Si no sigues las instrucciones que pronto te daré, yo mismo lo mataré. Y llenare cada esquina de este pueblo con esta jodida foto. ¡Para que todo el mundo sepa que su muerte fue tu culpa zorra degenerada!

Retrocedo lo mas que puedo, aferrando mi cuerpo a la pared de piedra, sintiendo mi corazon querer salirse de mi pecho.

- No solo tendrás que vivir con el dolor de su muerte, sino con la culpa de que cada persona en este insignificante pueblo sepa que habra muerto gracias a ti.- susurra, con una mirada desquiciada.

Me toma del brazo, ejerciendo demasiada presión, y tirando de mi hacia la salida del estrecho callejón. Me empuja con tal fuerza que caigo al suelo y mis manos se estrellan contra el pavimento, suelto un quejido de dolor, e intento mirar alrededor en busca de alguien que vaya caminando por el lugar y me libre de esto.

Pero Nickolas sabe perfectamente que nadie podrá salvarme.

- Ve con cuidado, preciosa.- dice, poniendose en cuclillas, y yo me arrastro hacia atrás, lejos de el.- Cualquier paso en falso, y alguien morirá en este bonito pueblo.

Se acerca más, velozmente, y forcejea conmigo para besarme. Asquerosamente, desliza su lengua  por mis labios, y siento repulsión.

- ¿Cual de todos morirá primero? - susurra, con una sonrisa, que cambia drasticamente hacia un gesto severo demasiado marcado.- ¡Largate! - grita, y me levanto lo más rapido que puedo, echando a correr.

Intento tomar la mayor distancia posible, aumentar la velocidad hasta el punto de no verle tras de mi. Respiro entrecortadamente, entrando en el edificio a medio pintar por el que solia estar tan feliz y encerrandome en uno de los cuartos vacíos, poniendole seguro y dejandome caer en el suelo, apoyada contra la puerta.

Sollozo con fuerza, dejando escapar los sentimientos que he retenido durante estos días. Lloro a moco suelto, soltando suspiros entrecortados y limpiando mi rostro cada cierto tiempo para dar paso a muchisimas otras lagrimas. Me vuelvo un simple objeto de una enorme habitación vacia, llorando en silencio en el suelo helado, sin poder moverme.

April: No te enamores de la apuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora