April: No te enamores de la apuesta

CAPITULO 23

LUNES, ENERO 25

Jace

Top negro, con un comprometedor corsé delantero y tirantes adornados por su cabello largo, mostrando a leguas su tatuaje y sus lunares hipnotizantes. La falda de cuero ceñida a sus tramposas caderas hasta la mitad de su muslo. Unas botas de tacon hasta la rodilla, que estilizan sus piernas perfectas, y un martini entre sus dedos repletos de anillos.

Esta noche, April Hoult se vistió para provocar.

Los cumpleaños de Luke siempre han sido bastante desastrosos, ya que el simple hecho de conocerle, no hacen sencilla la tarea de librarse de las grandes fiestas y de las borracheras descontroladas que esta celebración trae consigo. Eso, omitiendo muchas otras verdades. Porque ni en las noches mas movidas del bar, podrias ver tantas incitaciones sexuales y bailes ardientes en cada rincon.

Me fijo en Alex, sentado junto a ella,  demasiado concentrado en su trago. Quizá perdido en sus pensamientos, con la mirada fija en nada en específico. Mis ojos van hacia Kim en el otro extremo del bar, conversando divertida  con un chico que, tomando en cuenta la decepción con que mi amigo los mira a ambos, probablemente sea el presunto novio del que él se queja constantemente.

Le oigo soltar un pequeño bufido, casi enojado.

Decido apartar la mirada de la tensión que los rodea, incluso a varios metros de distancia, y me centro en como April le dice algo por lo bajo y el chico se levanta. Le miro un tanto extrañado, pero ella no parece prestar atención a mi prescencia.

Sonrio.

- ¿Esperas a alguien? - pregunto, sobresaltandola. Me mira, con un toque de atrevimiento en sus ojos, y hace un movimiento de cabeza.

- Depende de quién seas - dice.

Apoya sus brazos en la barra jugando con la copa de su trago. Le entrego una cerveza al chico que espera al otro lado de la barra y me dispongo a concentrar toda mi atención en sus manos inquietas y su respiración agitada.

- Soy tu esposo, y quien te proporciona todo ese alcohol, que parece acompañarte mejor que cualquier ser vivo. - murmuro, provocando que ella suelte una risa sarcástica y llena de frialdad. Toma la copa delicadamente y la acerca hasta mí, con una sonrisa cómplice.

- Bebe un poco, apestas a cigarro. - dice con seguridad. Me rio y tomo un sorbo de la bebida.

Cada esquina del bar parece repleta de gente con la desesperada necesidad de ahogar sus lados oscuros entre mojitos y musica a todo volumen. Al inicio de la fiesta, Luke no tardó demasiado en perderse entre la multitud, sediento de un momento en el que su version responsable y paternal desaparezca como las gotas de cerveza en su paladar. No hay demasiadas caras desconocidas, aunque la cantidad de rostros familiares no afecta ese aire tan suyo que indica que hay una historia muy interesante por la que dieron a parar aqui.

- ¿No deberias estar coqueteando con alguien? - murmuro, divertido. Ella rueda los ojos y me quita el martini de la mano, dispuesta a contestar mi pregunta con algun comentario que probablemente solo aumente la temperatura de la atmosfera que parece rodearnos exclusivamente a nosotros.

Se inclina hacia mi, mirandome como si le hiciera gracia mi pequeño titubeo al respirar.

- Estoy ebria - susurra, obligando a mis ojos a detenerse en sus insensibles y juguetones labios - ¿Quiere irse de aqui, señor Cartter?

La observo fijamente por varios segundos, completa y peligrosamente enamorado de ella. Me muerdo el labio inconscientemente, intentando controlar mis dedos temblorosos. Ella estira su brazo hacia atrás para tomar su abrigo y saca de el un billete, que coloca en la mesa con seguridad. Señala con la cabeza la alacena, y se pone el abrigo con un aire de diversion.