CAPITULO 19

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SABADO, ENERO 23

Jace

Escucho la ventanilla de la puerta del bar y frunzo el ceño. Estoy seguro de que el letrero de "Hoy cerramos temprano" en la ventana no es dificil de entender. Miro la hora, medianoche.

Sacudo mis manos en el fregadero y me dispongo a secarlas mientras camino fuera de la cocina, sacandome el celular del bolsillo. Salgo con la mirada puesta en la pantalla, camino a la barra y, sin siquiera ver de quien se trata, hablo.

- Lo siento, esta cerrado.

Miro las manos de la persona sentada frente a mi y, al reconocer los anillos plateados recorriendo todos sus dedos, levanto la mirada.

- Sé que esta cerrado - murmura April.

Sonrio y dejo el celular a un lado. Apoyo mis manos en el marmol y la detallo un momento. No se molestó en alisar su cabello, como siempre, simplemente dejó caer el montón de rizos por su espalda. En un par de segundos, noto un aire distinto, mirando su sueter blanco ajustado. Su sonrisa, su mirada, incluso su manera de respirar. Todo parece haber cambiado.

- No sabia que te habian dado de alta - digo luego de un silencio.

Sus ojos se detienen en mi rostro un momento.

- Si, estoy aqui desde el jueves. - informa. Me doy la vuelta para tomar la botella de tequila de la alacena. Tomo un vaso y me dispongo a ponerle hielo.

- ¿Me has estado evitando? - pregunto con una sonrisa divertida.

Ella se rie un poco.

- No - asegura. Se que miente, pero decido no mencionarlo. Coloco el vaso frente a ella. - ¿Esta permitido que me des alcohol?

Sirvo para mi.

- Ni siquiera esta permitido que estes aqui.

Vuelve a reir.

- Kim me dejó plantada en un bar que no conozco. Me tomé un par de tragos y decidí que es mejor embriagarme donde puedan localizarme. - dice, y bebe del vaso sin escrúpulos. La sigo. - Además, no pretendo casarme con nadie más.

Me inclino hacia ella riendo un poco.

- ¿Siempre eres asi de maliciosa cuando tomas?

Nos miramos un momento.

- Ultimamente soy asi de maliciosa con o sin tomar. - asegura.

Me muerdo el labio inconscientemente, pero ella no aparta la mirada. Solo parece actuar más segura de si misma cada segundo que pasa.

- Aun me quedan veintiocho dias de apuesta, te recuerdo.

No dice nada por unos segundos.

- Casi me asesinan, y tu sigues con eso. - reprocha, quiza más divertida que enojada.

- Ahora con mas razón que nunca - aseguro.

- ¿Entonces? - cuestiona - ¿Me darás un discurso sobre lo corta que es la vida?

Me rio.

Termino de tomar el contenido del vaso y sirvo más, para ambos. Ella se rie, hipnotizandome con los hoyuelos de sus mejillas. Me acerco un poco más, apoyando mis brazos en la barra y observo como empuja el vaso hacia mi.

- De un trago, ambos - me reta. - Si lo haces, te dejo seguir con la apuesta.

Miro los vasos y rio.

- ¿Seguidos?

Ella asiente.

- Seguidos.

Tomo uno, mirandola fijamente. Ella no aparta sus ojos de mi, como queriendo comprobar si voy o no a intentarlo. Le doy mi mejor sonrisa desafiante y me llevo el vaso a la boca. Tomo todo el contenido lo más rapido que puedo, y luego hago lo mismo con el otro. Sacudo la cabeza.

April: No te enamores de la apuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora