CAPITULO 2

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En ese momento no puedo pensar en otra cosa que no sea salir corriendo de allí lo más rápido que pueda. Ya es bastante escalofriante el encontrarte sola en medio de un parque con una lunática mujer que parece tener algo contigo, pero es mucho más escalofriante incluso el que te salude como si te conociera. Así que hago lo único mayormente lógico; salgo corriendo despavorida sin mirar atrás.

Cuando me encuentro a cierta distancia del parque, me detengo a recuperar algo de aire y a revisar mi teléfono celular, ya que no ha dejado de sonar desde que salí de la escuela, de seguro será Kia diciéndome que la han llamado de la secundaria para avisarle que hui de esta. Pero cuando alcanzo mi teléfono celular y lo saco de mi bolsillo, veo el nombre de Rebecca impreso en la pantalla.

-Alex ¿Que sucedió?- pregunta apenas contesto

-¿No te has enterado Becca?

-¿Enterarme de qué?

-Laney y su grupo me cortaron y tiñeron el cabello, como venganza por lo de esta mañana- contesto abatida

-¡Oh por Dios!- exclama Rebecca con voz horrorizada- Esa maldita arpía no conoce límites. Deberías decirle al director- aconseja

-No Becca, no quiero tener más problemas con su grupo

-Bueno como tu desees, pero deberíamos hacer algo para celebrar tu cumpleaños- suena muy entusiasmada, y no puedo decirle que no.

- Bien ¿Qué tienes en mente?

Luego de quince minutos, Becca y yo nos encontramos rumbo al centro comercial, donde tendremos una merienda. Mensajeo a Kia diciéndole que voy a salir al centro comercial con Rebecca para que no se preocupe, y luego nos ponemos en la misión de encontrar un buen lugar donde tomar unos licuados. Luego de unos veinte minutos de búsqueda encontramos una cafetería que no parece muy concurrida, y vamos a pedir nuestras órdenes. Cuando ambas tenemos nuestros respectivos licuados, nos sentamos en una mesa y Rebecca me pide que le cuente con detalle todo lo referido a mi tortura; de mala gana le cuento toda la historia, detalle por detalle. Para cuando termino, Becca está decidida a contratar a un grupo de asesinos seriales para hacer que estos asesinen al <<grupo de psicópatas>> y que nadie encuentre sus cuerpos.

-Es en ocasiones como esta, en que realmente me alegro de que seas mi amiga- exclamo sonriendo

-¿Para qué son las amigas, si no es para protegerte y asesinar a todo aquel que quiera hacerte daño?- pregunta casualmente Rebecca

-Te adoro Becca, nunca podre encontrar a alguien que pueda reemplazarte- exclamo conmovida por su arrebato de protección.

Becca decide que luego de que terminemos nuestros licuados, haríamos una rápida para en alguna peluquería para tratar de arreglar mi cabello. El ruido de la puerta abriéndose nos alerta de que alguien acaba de entrar al local, cuando nos damos la vuelta, vemos que es un chico que asiste a la secundaria Salem, igual que nosotras. Se acerca a nuestra mesa en cuanto nos ve.

-Buenas tardes chicas- nos dice con una sonrisa impresa en toda su cara- Esta noche daré una fiesta en mi casa y ustedes están invitadas.

-Eso es genial- exclama entusiasmada Rebecca- Obviamente ahí nos tendrás.

-Estupendo- dice el chico, creo que se llama Steven- La fiesta comienza a las diez de la noche, sean puntuales y lleven muchas ganas de divertirse.

Y luego de decir esto, se da media vuelta y sale del local. Me giro en mi asiento y miro directamente hacia la sonrisa radiante de mi mejor amiga

-Yo no voy a ir a la fiesta- exclamo de manera rotunda

-¿Qué? Ya fuiste invitada, no puedes no ir

-Puedo y lo hare. Además todo el mundo estará en la fiesta y si voy, seré el hazmerreír de toda la escuela por el resto del año

-Es verdad que habrá quienes quieran reírse de ti, pero olvidas que también estará alguien muy importante- dice con aire misterioso

-A ver ¿Quién podría estar en esa fiesta que sea remotamente interesante?- espeto con irritación

-¡Braaad!- exclama sonriendo, porque sabe que ya me convenció con solo decir su nombre

-Bueno-digo suspirando, y ya lamentando mi mala decisión- Iré

-Excelente- exclama aplaudiendo Becca- Entonces tenemos que ir a comprarnos algo de ropa para estar medianamente presentables.

Al salir del local nos dirigimos a las tiendas de ropa, entramos a una y otra hasta que vemos algo que nos llame la atención, Rebecca se prueba un centenar de diferentes prendas y desfila para mí para obtener mi aprobación, ella lo consigue con un bonito conjunto de unos jeans azules rasgados en las rodillas y una hermosa blusa color coral con un buen escote.

-Bien, es hora de buscar algo para ti- dice Becca

Seguimos visitando tiendas y más tiendas, cuando de repente Becca se detiene frente a la vidriera de una tienda.

-Mira eso es perfecto para ti- dice apuntando a un hermoso vestido corto negro con lentejuelas- Vamos tienes que probártelo- espeta

Así que entramos a la tienda y soy empujada por mi mejor amiga para ir directamente a probarme el vestido. Cuando lo tengo puesto, me doy cuenta de que Becca tenía razón, el vestido abraza las pocas curvas que tengo y me hace ver más voluptuosa, es apretado en la parte de arriba y se suelta en las caderas, también posee un escote no muy pronunciado que me hace presumir un poco a mis bebes. Cuando salgo del probador, Becca chilla de alegría.

-¡Oh por Dios!- exclama saltando- Te ves súper hermosa y sexy, seguro que Brad no podrá dejar de mirarte esta noche, quizá salga algo bueno de esa fiesta- añade con voz confidencial y cantarina.

-No te ilusiones- le digo- Seguramente no querrá acercarse a mi después de lo que sucedió en la escuela

-No seas aguafiestas- me dice mi amiga haciendo un puchero- Recuerda que también tenemos que ir a una peluquería para tratar de arreglar ese desastre que es tu cabello

-Aun así. Él nunca me ha prestado atención antes ¿Por qué lo haría en la fiesta?

-Porque si- espeta- Tu solo déjame todo a mí

-De acuerdo, como quieras- digo resignada

-Muy bien, ahora faltan los zapatos- exclama entusiasmada- Te prestare unos zapatos que combinaran de maravilla con ese vestido. Ahora andando, debemos ir a la peluquería antes de que cierre.

Para mi muy mala suerte, apenas salimos del local nos encontramos con un grupo de compañeros de la secundaria, y adivinen quien estaba entre los chicos. Sip Brad. Automáticamente trate de buscar mi gorro dentro de mi bolso antes de que pudiera verme, pero eso no fue un problema ya que él ni siquiera miro en mi dirección. Aliviada y decepcionada al mismo tiempo, aproveche el momento para contemplarlo fijamente. Aunque solamente podía ver su espalda, fue suficiente para mí. Era tan hermoso, de hecho parecía uno de esos dioses griegos, y cuando marcaba un tanto en algún partido mi corazón casi se detenía. De pronto veo una mano paseándose frente a mi cara.

-Oye mujer, despierta- me espeta Becca, sacándome de mi ensoñación de acosadora- Debemos irnos, vamos.

Cuando salgo de la peluquería, estoy agradecida por el gran trabajo que ha hecho la estilista. Han vuelto a teñir mi cabello de castaño y me han hecho una especie de corte en capas para tratar de que mi cabello quede emparejado, incluso en las partes casi rapadas, me han peinado de manera que no se vean.

-guau esa estilista sí que es buena- exclama mi amiga- ahora si conseguirás que Brad te dé un buen vistazo.

-Eso espero- exclamo- Bueno, debo irme a casa, probablemente Kia, este preocupada

-De acuerdo, ¡Nos vemos esta noche!- exclama- Pasare a recogerte a las nueve y treinta

-De acuerdo, te espero- exclamo saludándola por encima de mi hombro.


The challenge #DanAwards2016 #iisem2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora