CAPITULO 15

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Al llegar a la puerta de mi habitación, Sean me abrió la puerta y me hizo entrar, no sin antes echar un rápido vistazo a su alrededor por algún curioso. Para mi sorpresa, me encontré a Jocelyn sentada en mi cama con una mirada de pesar en su rostro.

-¿Dónde has estado?- preguntó con una mirada preocupada en su rostro, al parecer algo la abrumaba, pero no podía saber que era-Pensé que vendrías directo aquí.

-Yo... Yo- comencé a balbucear. Al parecer se estaba volviendo un hábito- Solamente fui con Sean a la enfermería. Me dolía todo el cuerpo- exclamé mirándola a la cara. Sus ojos se agrandaron de repente.

-¿Recuerdas lo que sucedió?- preguntó mirándome con fijeza.

-Pues claro- contesté algo cohibida- ¿No se supone que recordara?

-Por supuesto que no- exclamó con un dejo de histeria en su voz- Mi hermana te hizo olvidar.

Entonces se me vinieron a la mente las palabras dichas, y al mismo tiempo, susurradas en mi propia mente por la reina.

-¿Por qué quería que lo olvidara?- pregunto escéptica. Nada podría hacerme olvidar el hecho de que Carter me salvó de una muerte segura.

-Porque no quería que recordaras la brutalidad de la que son capaces sus guardias, ni tampoco el hecho de que otro de los competidores haya estado observando tu prueba.

-Bien eso no sucederá- dije con rudeza- Además ¿Qué hacías como uno de los jueces de las pruebas? Ni siquiera sabía que estarías en esa posición ¿Por qué no me dijiste nada?- espeté medio molesta con Jocelyn por haberme ocultado información tan valiosa.

-No sabía que mi hermana iba a escogerme como una de las juezas- contestó molesta- Así que imagina mi sorpresa cuando vino a verme a mi casa ayer por la mañana para exigirme que fuera la tercera jueza- terminó con desaprobación moviendo la cabeza de lado a lado.

-Está bien- dije, con el enfado yéndose poco a poco de mi cuerpo- Te creo. Hace un rato estuve hablando con Sean, y me dijo que conocía a mis padres- exclamé mirándola intensamente – Dice que él me ayudó todas las noches que debía ir a entrenar en secreto con ustedes, despejando los pasillos de guardias.

-Eso es verdad- exclamó con cansancio Jocelyn- No te comenté nada antes porque no estaba segura de sí confiarías suficiente en Sean.

-¿Sabes si Carter está bien?- pregunté con un poco de desesperación en mi voz. Quería que alguien me diese una respuesta acerca de cómo estaba, y la quería ahora.

-No creo que sea buena idea que preguntes- contestó Jocelyn en un claro intento de evadir mi pregunta- Quizá lo mejor sería que te dieses un baño y tomases un tiempo para descansar.

No iba a dejarle pasar esa. Iba a averiguar acerca de Carter a como diera lugar, así que arremetí de nuevo.

-Quiero saber lo que le sucedió- espeto furiosa- Si no vas a decirme le preguntare a todas las personas que vea hasta que alguien me diga que le ocurrió y en donde está.

Jocelyn se había puesto un poco pálida por mi declaración, pero no me importaba en lo absoluto.

-¿Co...Como pudiste resistir a la compulsión de la reina?- preguntó nerviosa, en un claro intento de cambiar de tema.

-No tengo idea- espeté de brazos cruzados y con indiferencia. Si Jocelyn no me decía nada, iba a hacerla hablar, o al menos, intentarlo.

-Sabes, nadie puede hacer eso- exclamó mirándome algo asustada y retorciéndose las manos continuamente- Los poderes de la reina son los mayores y nadie puede resistirse-

-Ya basta- la corte- Necesito saber lo que le pasó a Carter ahora mismo- exclamé furiosa. Jocelyn lanzó un suspiro que demostraba que se había rendido en sus inútiles intentos de persuasión, y comenzó a hablar.

-Carter fue llevado a una vieja sala, en la que fue azotado por los guardias por su desobediencia- me cubrí la boca con las manos mientras la información se iba asentando en mi lentamente- Ahora supongo que ha de estar en la enfermería, o quizá sus guardias no quisieron arriesgarse a que la gente se hiciera preguntas, así que lo dejaron en su habitación.

Mi mente todavía seguía en shock por lo que acababa de escuchar. Con razón en la enfermería había visto a uno de los guardias que se lo habían llevado. Seguramente el otro debía haber estado con Carter asegurándose de que le dieran un buen tratamiento a sus heridas. O al menos eso era lo que esperaba.

-¿Sabes cuantos le dieron?- pregunté con miedo. La verdad era que no quería saber la respuesta, pero dentro de mí había un instinto que me hacía preguntar. Necesitaba saber lo que había sufrido por mi culpa.

-Según lo que pude escuchar, fueron unos 40- contestó Jocelyn evitando mirarme a la cara. Mi boca se volvió a abrir en shock, y me pregunte como alguien podría haber sobrevivido a algo como eso.

-Tengo que ir a verlo- exclamé de repente saliendo de mi estupor- Necesito saber que está con vida. ¿Sabes dónde está? ¿Puedes llevarme hasta ahí?- pregunté, pero incluso antes de que pudiera terminar de hablar, Jocelyn estaba negando lentamente.

-No puedo llevarte con él- exclamó con pesar en sus ojos- Se supone que no recuerdas nada de lo que sucedió, y si vas a verlo resultará muy sospechoso.

-Pero yo necesito ir a verlo, él salvó mi vida- exclamé con pasión.

-Entiendo perfectamente- contestó Jocelyn- Haremos esto. Recolectaré la información necesaria acerca de donde se encuentra y su condición y te la haré llegar a través de Sean. Y esta noche, te llevaré a verlo.

No era lo que yo quería, pero sería suficiente por ahora.

-De acuerdo- contesté- Estaré esperando

Jocelyn se levantó de mi cama y se dirigió a abrazarme, pero al parecer se arrepintió en el último momento, porque dejó caer los brazos a sus costados

-No salgas de la habitación- instruyó- No dejes que nadie te vea, y si alguien toca a la puerta, abre luego de estar completamente segura sobre quién es. Debo irme- añadió y con un revoloteo de su falda desapareció por la puerta.

Llamé a mis doncellas, las cuales me bañaron y luego me pusieron un vestido color naranja claro, como no podía abandonar mi habitación, me quedé viendo a la puerta por un largo momento antes de decidirme a seguir con la lectura de uno de los libros que había extraído de la biblioteca días antes.

Me puse a leer, intentando sacar de mi mente ese extraño presentimiento de que había algo que andaba muy mal aquí.

J


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