CAPITULO 14

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-Janet, puedes retirarte- exclama una voz a mis espaldas. Salgo de mi estupor y me giro para ver a la reina mirarme fijamente- Regresa a tu habitación, e intenta olvidar lo que pasó aquí.

Escucho su voz en mi cabeza, diciéndome que lo olvide, pero no pienso hacerlo. No pienso olvidar como ese chico que parecía odiarme con toda su alma, terminó salvándome de ser asesinada.

-De acuerdo- exclamo con voz temblorosa. Ni siquiera miro por donde piso, porque no quiero mirar hacia abajo y ver el cuerpo destrozado del soldado. Prácticamente corro fuera del salón de pruebas.

Afuera me espera el soldado malhumorado, quien al parecer se llama Sean.

-Tengo el deber de acompañarte a tu habitación- dice cuando me acerco a él- Por favor acompáñame

No sé de donde se ha vuelto tan amable, pero no me siento con ánimos de preguntarle, así que hago lo que me dice y lo sigo.

-¿Cómo ha estado la prueba?- pregunta dándose la vuelta a mirarme.

-Terrible- digo abatida, pensando en Carter- La reina dijo que todas las pruebas de hoy van a cancelarse y volverán a celebrarse la semana que viene junto con las otras.

-Entonces será muy duro- exclama preocupado- Espero que estés preparada.

-¿Por qué de repente eres tan amable conmigo?- pregunto antes de tener tiempo para pensar.

-Porque ahora sé que tú eres la única persona capaz de recuperar el Topacio- exclama mirándome intensamente.

Lo miro confundida y asustada. No puede saber quién soy. Nadie aquí debería saberlo, y mucho menos un guardia del Palacio.

-No sé de lo que habla. Se debe haber confundido de persona- exclamo.

-Por supuesto que no- exclama confiado- Reconocería a la hija de Thomas y Adeline donde fuera.

Me quedo pasmada mirándolo ¿Él conocía a mis padres? No puede ser posible.

-¿Co como sabe que yo soy la hija de esas personas?- exclamo asustada

-Tienes los ojos de Thomas y el cabello de tu madre. Pero no te preocupes- exclama rápidamente ante mi mirada aterrada- Nadie más que Jocelyn y yo conocemos tu verdadera identidad.

-¿Pero cómo?- vuelvo a preguntar. Mi cerebro tiene problemas para seguir con la nueva información.

-Yo era muy amigo de tus padres, y estuve presente en tu nacimiento. Lamentablemente no pude detener a la guardia de elite del rey al momento de matarlos- exclama con tristeza.

-¿Pero cómo puede saber mi identidad y al mismo tiempo seguir con su trabajo de proteger a la reina?- pregunto confundida. Eso es algo imposible. De seguro acabo de caer en una trampa, y de un momento a otro aparecerá una pared de soldados dispuestos a llevarme ante la horca, o lo que les hagan a los traidores.

-He sabido tu identidad desde siempre, y siempre estuve ayudando a Jocelyn a urdir el plan para traerte de regreso aquí. ¿No te has puesto a pensar que es demasiado raro que ninguna de las noches en las cuales tuviste tu entrenamiento secreto no te hayas encontrado con nadie? ¿O en la forma de que Jocelyn y Lana pudieran entrar y salir del castillo sin ser detectadas?

Ahora que lo mencionaba tenía razón. Nunca en todas las noches en que salía a escondidas para reunirme con Jocelyn, me había encontrado con nadie, excepto con Carter claro.

Sean parece intuir mi línea de pensamiento porque añade.

-La noche que te encontraste con el chico fue un error. Se suponía que todos debían estar en sus camas para ese momento, pero lo manejaste de maravilla.

De repente mi cuerpo comienza a quejarse debido a todo lo sucedido durante la prueba, miro a Sean en busca de auxilio.

-¿Podrías acompañarme a la enfermería?- le pregunto y contengo una mueca de dolor- Me duele todo el cuerpo.

-Por supuesto- exclama de inmediato, dispuesto a ayudar. Se pone en marcha en dirección a la enfermería y yo lo sigo tan rápido como puedo.

-Debo admitir- exclama- que me preocupé cuando sacaron arrastrando a ese chico antes de que salieras, pensé que te había pasado algo malo.

A la mención de Carter, mi cuerpo reacciona

-¿Sabes lo que le pasó?- pregunto- ¿Viste hacia donde se lo llevaron?

-Los vi llevárselo hacia los dormitorios ¿Por qué?- pregunta extrañado por mi repentino interés en el chico- ¿Qué sucedió ahí dentro?

-Pues que me dieron una paliza- exclamo abatida- El muchacho con el que estaba luchando me lanzó contra una pared, y justo en el momento en que iba a terminar conmigo apareció Carter y comenzó a golpearlo como si hubiera estado golpeando a una anciana indefensa. Él me salvó- exclamo

La expresión en la cara de Sean me dijo que si hubiera estado ahí dentro probablemente hubiera terminado el trabajo de Carter sin problemas. Todo en su rostro gritaba proteccionismo al máximo.

-¿Cómo dijiste que se llamaba el chico?- preguntó cuando logró dejar de verse como si quisiera asesinar a todos los guardias del palacio con sus manos desnudas.

-Carter, Carter Cros- exclamo y veo como sus ojos se abren en asombro. Al parecer el nombre de Carter es muy conocido por aquí.

-Así que ese es el hijo del legendario guerrero Michael Cros- y ante mi mirada extrañada agrega- Su padre es una leyenda, luego te la contaré. Ya hemos llegado- señala hacia la enfermería y me acompaña dentro.

No me sorprende ver en una cama al soldado que casi mató Carter, o lo que queda de él. Sean se da cuenta enseguida de quien es y me obliga a apartar la mirada.

De repente una mujer en traje de enfermera se acerca a nosotros.

-Buenos días, ¿En qué puedo ayudarles?- pregunta amablemente

-Venimos por la señorita- responde Sean señalándome- Hace un rato salió de su prueba y le duele todo el cuerpo.

-Muy bien cielo, sígueme- me indica la enfermera con una sonrisa.

Cuando llegamos detrás de una cortina me indica que debo quitarme la camiseta para que pueda revisarme. Al hacer eso, todos mis músculos gritan de dolor, incluso músculos que no sabía que tenía.

La enfermera, quien por la plata puesta en su uniforme dice llamarse Meredith, se horroriza al ver la cantidad de contusiones y arañazos que hay en mi torso.

Suavemente comienza a colocarme un ungüento en las contusiones, el cual escuece como si fuera alcohol puro. Lo que espero, no sea. Luego de que termina de vendarme y me da instrucciones acerca de no hacer movimientos bruscos ni nada por el estilo, me deja ir.

Me coloco la camiseta por la cabeza y salgo, esperando encontrar a Sean esperándome, y lo encuentro, pero no está solo. Se encuentra charlando seriamente con uno de los guardias que se llevaron a Carter de la sala de prueba. Cuando me ve, ambos se callan, y Sean se gira a verme.

-Parece que ya estas mejor- exclama con una sonrisa- Ven vámonos- le da un rígido asentimiento de cabeza al otro guardia y nos alejamos.

T6'


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