Capítulo ocho

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Capítulo ocho:

Cuando la cena terminó, _____ recordó que debía ir a la cabaña de Gabino para poder hablar con él sobre identidad que ocuparía durante su estancia en el campamento. Pero era demasiado tarde como para preguntárselo a sus nuevos amigos ya que todos se fueron nada más terminar su plato con la escusa de que mañana deberían madrugar por las clases.

Buscó con la mirada a Gabino, esperanzada de que siguiera en el comedor y asi ahorrarse la molestia de preguntarle algún desconocido su paradero. Pero no tubo existo; Gabino no se encontraba allí.

Suspiró con desgana y giró sus talones para dirigirse a la persona más próxima a ella,  que se trataba de una chica pelinegra de aproximadamente su edad.

—Perdone—Con cuidado tocó su hombro para llamar su atención, cosa que logró pero no fue recibida de la manera más amigable.

La pelinegra giró con lentitud su cabeza y la miró de arriba a bajo con una mueca de asco.

—¿Cómo has osado tocar a la hija de Deméter?—preguntó con desaprobación al mismo tiempo que apartaba la mano de ______ como si fuera un mosquito que llevaba tiempo intentado aplastar.

—Lo siento mucho, solo quería saber donde...

—Tú eres el arconte, no yo, asi que no debería ayudarte—sonrió con burla.

—Deberías aprender a respetar a las personas que te podrían salvar la vida, Selena. Es de sentido común—Una gruesa y ronca voz habló en sus espaldas y luego sintió como una sombra negra se paraba a su lado.

______ giró la cabeza para mirar al dueño de esa preciosa voz y se sorprendió ver a Harry Styles defendiéndola de una desconocida malcriada.

—¿Defendiendo a la nueva? ¿Sabes como Taylor tomaría eso?—Selena inclinó la cabeza y sonrió con burla, pero esta se borró cuando la lenta y melodiosa risa de Harry se escapo de entre sus rosados labios.

—Puedes decirle a Taylor todo lo que quieras. No me importa, y ella lo sabe.

La pelinegra bufó y a zancadas se marchó del comedor.

—Gracias—murmuró con timidez, y lentamente le miró y se sonrrojo al ver que la dedicarla una sonrisa.

—No hay que agradecer nada—su sonrisa se hizo más ancha—. He escuchado tu conversación con Selena, ¿querías preguntarla algo?

—Sí. Necesito ir a la cabaña de Gabino, es urgente.

—Yo me dirigía para allá, ¿quieres que te acompañe?

______ no entendía que tenía aquel hombre que la hiciera perder la cabeza, tal vez era por que algún día él sabría quien era ella y ahí, literalmente, perdería la cabeza.

—Claro. Me harías un gran favor.

Harry sonrió, sacudió la cabeza hacía la salida dándola a enterder que comenzaría a andar en cualquier momento, y así fue.

La chica aceleró el paso hasta que llegó al lado de aquel hombre.

—Me llamo ______.

—Bonito nombre—sonrió—. ______—pronunció su nombre de tal manera que parecía saborearlo— , digno de una Diosa.

—Gracias—Sintió como sus mejillas ardían—. Asi que, Harry Styles, ¿eh?—Frunció el ceño al reproducir sus ultimas palabras.

¿En serio?...¿De verdad, _____?, pensó ella e instantáneamente se insulto mentalmente. Nunca antes había dicho algo tan estúpido.

La leyenda del puente de los Dioses {H.S}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora