La leyenda del puente de los Dioses {H.S}

Capítulo treinta y cinco

Capítulo treinta y cinco:

Irene la miraba con una sonrisa burlona,al igual que todos los que la rodeaban. Parecían disfrutar de su momento de debilidad y eso la ponía furiosa.

Se posicionó frente a Elena,queriendo proteger,aunque fuera,su cadaver y con los ojos llorosos y furiosos miro a Irene. Esta palideció y sus ojos se abrieron. Comenzó a chillar,al igual que todos los que se encontraba en la sala. Como si su cuerpo supiera que hacer,camino hacia Irene,con fuerza sobrehumana la agarró del cuello y la miro fijamente a sus ojos oscuros. Estos reflejaban miedo y en ellos se mostraban imágenes de la pequeña ______ hasta ahora.

Rió.

—Es gracioso que tu mayor miedo sea yo—su voz era grave—. Porque si hubieras sido lista,no me hubieras obligado a hacer esto— Los ojos de Irene se volvieron blancos mientras,sin razón aparente,su nariz,boca y oídos comenzaron a sangrar. Chillo. Pataleo. Lloró. Pero nada de eso la iba a ayudar,iba a morir,y ______ podía oír como la voz de Irene resonaba en su cabeza repitiendo una y otra vez lo mismo "No,por favor,no".

Se giró a mirar a los demás. Seguían en el suelo retorciéndose de dolor y aún sedienta de venganza algunos comenzaron a arder,otros comenzaron a elevarse por los aires golpeándose constantemente con las paredes y por último,otros eran afixiados.

Al cabo de unos minutos todos estaban muertos,todos,excepto Irene.

—¿Por qué?—_____ preguntó. No la mataría hasta saber porque habían torturado a Elena.

—Era cuestión de tiempo que regresaras con Elena para aclarar tus dudas—tosió—y pensábamos que si podíamos hacerte comprender que el grupo de Zeus es el débil,Hades nos dejaría volver al Inframundo. Tenía que hacerte creer que Elena estaba en Angardia para así venir a por ella porque no podrías usar poderes oscuros dentro de terreno santo.

—El lado positivo es que volverás al Inframundo,pero para tener una muerte lenta y dolorosa por el resto de tu vida.

Su brazo comenzó a sentir pequeñas corrientes eléctricas hasta llegar a la palma de su mano y un impulso la hizo agarrar la cabeza de Irene,que comenzó a arder mientras ella gritaba desgarradoramente.

Su cuerpo se movió solo cuando cogió aquella que alguna vez fue su figura materna y camino con tranquilidad a la salida de la fábrica.

Levanto los brazos aún con el cadáver de Elena en ellos y este comenzó a flotar hasta perderse en las ramas frondosas de los árboles. Zeus y todos los demás dioses verían lo que la habían hecho al convertirla en un monstruo.

Miro sus manos que contenían sangre de Irene y Elena y por fin puedo comprender que había ocurrido.

¿Qué he hecho?

Comenzó a intentar limpiar sus manos con su camiseta desesperadamente mientras lloraba. Cuando logró hacerlo comenzó a desnudarse,dejando la ropa ensangrentada en un pequeño montón,extendió el brazo hacia las prendas y de su mano salió una bola de fuego que en cuestión de segundos hizo la ropa cenizas.

Miro la palma de su mano y pudo comprender lo que Gabino quiso decirla acerca de sus poderes. Al haber estado triste y furiosa había averiguado más poderes que estado en el campamento durante un mes.

Recordó como los había torturado a todos con solo pensar que quería hacerles daño,como había podido ver el mayor temor de Irene,como había podido leer su mente,como había hecho arder a aquellos demonios,como los ahogaba,como los elevaba en el aire y como había matado definitivamente a la "monja". Ahora sí que tenía algo en común con su padre.

Llevo su mano al collar y pensó en voz alta la dirección del campamento. Cuando estuvo allí se vistió rápidamente ignorando el dolor de cabeza y volvió a agarrar el collar para dirigirse de nuevo a Angardia.

No iba a dejar que esto la afectará,porque no podría explicar como había llegado allí,y ni como había matado a todos aquellos demonios con sus propias manos sin sentir piedad.

Me siento orgulloso de ti.