La leyenda del puente de los Dioses {H.S}

Capítulo doce

Capítulo doce:

Las tres primeras horas pasaron con extrema lentitud. Según ______, su propio padre había atrasado unos segundos de cada minuto de cada hora haciendo que el tiempo sea profundamente eterno para molestarla. Pero afortunadamente la hora de la comida había llegado y la morena se alegraba por eso, ya que estar una mañana entera sin comer hacía que sus tripas rugieran como un león.

—Y dinos ______, ¿qué es de tu vida?—le preguntó Zayn cuando se sentaron en la mesa del comedor. Rápidamente la morena se tensó. No sabía con exactitud que decir porque no quería mentir más a aquellos chicos que parecía que estarían a su lado tanto en las buenas como en las malas.

—Bueno—Se encogió de hombros—, no hay mucho que contar.

—Esta mañana has dicho que Gabino conoce a tu tutora legal—mencionó Niall.

—Si, cierto—rió nerviosa—. No es nada chicos.

—Si no es nada, ¿por qué no nos lo dices?—Niall frunció el ceño mientras inclinaba su cabeza hacía un lado.

—Pues porque...—El golpe de una mano que se estrelló con la mesa la obligo a callar su mentira.

—¿Con qué la nueva intenta conquistar al gran Harry Styles? Por favor querida, no me hagas reír—exclamó aquella voz que raramente se le hacía conocida y al parecer a todos los del comedor igual ya que todos se callaron cuando la chica termino sus palabras.

Confundida, ______ levantó la mirada para a encontrarse con Swift y supuso que su nombre era la de la tal Taylor.

—¿Cómo?—Frunció el ceño.

La rubia junto con Selena, que se encontraba a sus espaldas, rieron a carcajadas.

—No debo de preocuparme por esta, Selena. Dudo que alguna vez llamé la atención de alguien.

Con la sangre hirviendo, al igual que su collar, ______ se levantó de su asiento haciendo caso omiso a las plegarias de sus amigas para que dejará a la tonta rubia irse,  pero no dejaría que nadie la tratará de menos, no desde ahora.

—El mismo dijo delante mía que no le importabas. ¿Es que acaso la rubia no le supera? Porque si es así, no es mi culpa que seas tan poca cosa, querida—Levanto la voz en la ultima palabra, imitando el mismo "apodo" que la rubia la había puesto a ella.

Todo el comedor estalló a carcajadas, menos Swift y Selena que parecían un tomate y tambien menos los profesores que todos estaban preparados por si acaso algo más fuerte sucedería, excepto Gabino, que tenía una burlesca sonrisa pintada en los labios. En el fondo agradecía que Harry todavía no se encontrara en el comedor.

Antes de que la rubía la respondiera,su amiga la pelinegra la agarró de la mano y la arrastró hacía la mesa azul. Cuando ambas chicas se sentaron al igual que los profesores, ______ se dejó caer en su asiento donde sus amigos la miraban con la boca abierta.

—¿Qué?—pregunto con una tranquilidad que parecía que llevaba días durmiendo.

—¿Qué demonios acaba de pasar?—preguntaron los siete sincronizadamente.

—Le he plantado cara a una tonta—Se encogió de hombros.

—Esa tonta es una semidiosa—le reclamó Liam.

Y yo una Diosa, pensó ella y se mordió el labio para evitar reírse.

—¡Oh por Zeus, Liam! Nuestra amiga acaba de plantarle la cara a la más estupida de las semidiosas y tu te preocupar por eso—exclamó su novia en voz baja y la morena rió.

Y por primera vez agradecía a todos los niños del orfanato por insultarla, ya que si no fuera por eso, ella no hubiera pasado gran parte de su infancía recopilando los mejores insultos para ahora, soltarlos.

Después de unos largos minutos, Gabino dió paso a la comida y cuando la comida de _______ se encontró delante de ella, le hinco el diente sin importarle como se viera. Aunque de nuevo, agradecía que Harry no se encontrara allí. ¿Qué le habrá pasado?

{...}

—Sin duda alguna, música es mi asignatura favorita—informó Perrie cuando las cuatro chicas salían de la cabaña donde había estado la ultima hora aprendiendo las cualidades del sonido y según la alta y escuálida profesora, la proxíma clase será sobre como se produce un sonido, cosa que hizo que su rubía amiga no parará de hablar sobre ellos.

—Sería mejor si la profesora no tuviera esos ojos grandes de mosca. Es como el cuadro de mi abuela que este donde este, siempre me mira—Eleanor hizo una mueca que hizó reír a sus amigas.

Comenzaron a caminar hacía su última clase del día.

—He visto ese cuadro y no da tanto miedo—mencionó Danielle—. ¿Sabéis lo que si da miedo? La muñeca de porcelana que cuelga encima de la puerta de la habitación de mi madre. ¡Juro por mi vida que esa maldita muñeca gira la cabeza cuando paso por su lado!

Todas excepto Danielle rieron fuertemente, pero cesaron su risa cuando la más joven de ellas se detubó enfrente de su próxima clase.

—¿Qué pasa ______?—preguntarón a la vez mientras se detenían y la miraban con el ceño fruncido.

Nada importante. Solo que la próxima clase serán técnicas de como dejar mi cara llena de moratones y sangre, pensó en decirles pero después de meditar unos segundos negó con la cabeza y comenzó a andar hacía la pista. Sus amigas se miraron entre ellas confundidas y corrieron hasta llegar al lado de su amiga.

Unos minutos más tarde de que llegaran los cuatro chicos y empezaron hablar sobre lo que habían hecho la clase anterior, llegó Harry con una enorme bolsa colgando de su hombro que la dejó caer al suelo dando un sonoro estruendo que hizo llamar la atención de todos.

—Buenas tardes—saludó—. Durante esta semana en defensas contra el lado oscuro os enseñare arquería, si lo aprendéis a la primera empezaremos tambien con la espada. ¿Alguna pregunta?

Una pelirroja que se encontraba a unos pasos de distancía de _____ levanto la mano.

—Sí señorita...

—Parker, Elizabeth Parker—completó la frase del joven y apuesto profesor, el cual asintió dándola a entender que prosiguiera—. Todos los materiales que utilizaremos este curso son del campamento, ¿verdad? Porque no sabía nada de esta clase hasta esta mañana y no...

—Sí señorita Parker. Todo lo que utilizaremos es del campamento, no se preocupe—La interrumpió asintiendo levemente con la cabeza—. ¿Alguna otra pregunta?—Todos negaron con la cabeza—. Genial. En la bolsa hay arcos y tres flechas para cada uno de ustedes. Yo estaré vigilando y corrigiendo vuestros errores. Podéis comenzar.