Capítulo diez

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Capítulo diez:

Al día siguiente, _____ se despertó con un sentimiento de melancolía atormentandola en el pecho. Y no entendía la razón. Casi todas sus dudas habían sido resueltas la noche pasada y eso, en cierta parte, la ayudó a conciliar el sueño. Pero no tuvo tiempo de pensar en eso ya que Perrie la arrastró hacía el comedor donde se encontraban sus amigos conversando entre ellos.

Cuando las chicas llegaron, los siete las saludaron con una sonrisa.

—¿Cómo has pasado la primera noche, _____?—preguntó Liam después de que las dos recién llegadas se sentaran en los lugares que ocuparon la no he pasada.

—Sin contar la parte en la que Perrie hablaba en sueños, bien—La chica hizo una mueca de dolor cuando sintió el pie de su amiga en su pierna. Los demás rieron.

—Oí hablar a Gabino con Harry sobre una nueva clase que el arconte dirigiría, pero en cuento me vieron se callaron. ¿Tan malo es el motivo de la clase nueva que ni siquiera se puede enterar una sola persona una hora antes de que lo mencionen en alto?—le preguntó una semidiosa pelirroja a su amiga morena mientras se sentaban en la mesa azul cielo.

—Puede que oíste mal y no sea una clase si no algo personal de Harry.

—No, oí bien, hablaban de una clase—sentenció la chica negando con la cabeza.

—¿Una nueva clase?—preguntó Louis confuso mientras fruncía el ceño—. ¿Y encima dada por Harry?

—Tenía entendido que este año Gabino le había pedido que participara en el campamento como un alumno normal—dijo Niall—, no como un profesor.

—Pero ya conocéis a Harry; siempre queriendo destacar entre los demás—mencionó Eleanor golpeando la mesa con la yema de sus dedos.

—Sí, pero, ¿cómo a podido convencer a Gabino para dar una clase? Todos sabemos que por muy duro de mollera que sea Harry es difícil convencer a Gabino cuando el no quiere que se realice cualquier cosa—dijo Zayn rodeando el cuello de Perrie con su brazo.

______ suspiró.

—Ese es el problema, que Gabino quiso—confesó la morena. Todos la miraron—. Ayer fui a hablar con Gabino sobre...mi tutora legal que es amiga suya y como no tuve tiempo de despedirme de ella quise que él lo hiciera por mi y vino Harry, comenzaron a hablar sobre la leyenda y llegaron al punto de que si entrenaban a los arcontes para cuando la leyenda llegase sería más facil derrotarla—Se encongió de hombros diciendose a si misma que sus palabras–no tan ciertas-no le dolían.

—¡Por Zeus!—exclamó Liam frotandose la frente—. ¿Es qué acaso no es capaz de estar un segundo sin pensar en como matar a la leyenda? ¡No sabemos si es mala o no!

—Sabes que para él si que lo es—le defendió Danielle.

—Sí pero cariño, puede estar equivocado—contratacó de nuevo el más maduro de los cuatro chicos.

—O puede que no—suspiró—. Mira, nadie sabe en que bando esta, si en el nuestro o en el de Hades, así que lo mejor que podemos hacer es entrenarnos para lo que posiblemente pueda pasar.

—Estoy con Danielle, Liam—dijo Perrie—, creo que es lo mejor.

—Buenos días queridos alumnos—saludó Gabino haciendo que la conversación de los ocho chicos cesará ,al igual que la de todo el comedor—. Tengo que decir una noticía muy importante antes de que comience el desayuno—sonrió—. Ayer Harry Styles y yo estuvimos hablando y al final decidimos que todos los arcontes deberán de entrenarse para una posible guerra que habrá en un futuro provocada por la leyenda, por eso, he decidido que Harry Styles será el profesor de una nueva clase basada en el aprendizaje de distintas formas para derrotar a la leyenda.

El comedor entero comenzó a murmurar al mismo tiempo que ______ dirigía su mirada a Harry quien se encontraba detras de Gabino y quien sonreía satisfecho por haber conseguido lo que tanto deseaba.

—¿Estas queriendo decir que la leyenda no esta de nuestra parte, Gabino?—gritó un chico de la mesa marrón

—¡Vamos a morir todos!—gritó una chica de la mesa azul.

—¡Nadie podrá con la leyenda!—chilló un arcangel.

—¡Ese monstruo nos quitará todo lo que queremos!—gritó de nuevo, una chica de la mesa marrón.

De pronto, la mente de _____ no dejaba de repetir el apodo que había recibido durante dieciocho años en el orfanato y dejó de escuchar los gritos desesperados de sus compañeros, olvidándose por completo del ardor que producía su collar.

Se levantó de la mesa en un desesperado movimiento y ante la mirada de sus amigos sonrió falsamente y dijo:

—Se me ha olvidado coger el horario esta mañana. Ahora mismo vuelvo—Y sin esperar la respuesta de sus amigos, se fue a zancadas.

La leyenda del puente de los Dioses {H.S}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora