"Luchemos Por Esto" - «Levi X Reader»

#1: Nueva (parte 1/3)

Narra ___:

Desperté algo adolorida. La última misión fue un éxito sin embargo perdimos a muchas unidades y yo estaba herida.

No tengo idea de como me levanté de la cama. Me vestí con el uniforme de mi escuadrón, las tropas estacionarias.

Recogí mi cabello con una coleta alta y salí en busca de mi capitán para que me informara sobre la situación.

En el camino miré tristemente a mi alrededor. Todo se encontraba casi vacío debido a la pérdida.

Seguí mi camino hasta llegar a la puerta principal del cuartel.

Mi general, Dot Pixis, se encontraba afuera dando órdenes a otros escuadrones sin embargo se le notaba muy tranquilo.

-Buenos días, Capitán.- Saludé, mostrando una sonrisa.

-¿Cuándo te volviste tan formal y fría conmigo? - Responde a manera de burla. En mi rostro no podía pintarse una mueca de alegría o felicidad. No sabiendo lo que me espera.

-Si... - Me limito a decir, tratando ser positiva.

-¡Vamos! ¡No pongas esa cara! Ya era hora. Eres muy buena y necesitamos aprovechar al máximo tus habilidades. -

-Ya veo señor.- Dije algo preocupada pues sabía que estaba arriesgando mi vida al máximo.

-No temas. Tendrás compañeros muy buenos que te apoyaran y protegerán. ¿Acaso crees que dejaría a mi preciosa hija en manos del peligro? -.

-¿Por qué esta decisión tan repentina?- Estaba un poco molesta, era como si quisieran deshacerse de mi.

-Ahí estarás mejor. Tendrás mayor protección y una mejor vida.- Baja la cabeza con una sonrisa llena de dolor -Ellos pueden cuidar de tí, mejor que yo... Sería egoísta retenerte.-

Es doloroso verlo así. Es doloroso no poder huir. Es doloroso que nuestra despedida sea de esta manera.

-No te vallas... No se te ocurra fallar mientras yo no esté aquí.-

-Aun tengo mucho trabajo que hacer, no matarán a este viejo idiota tan fácilmente.-Tocó mi cabeza en señal de ternura, es lo único que me queda.

Una carreta estacionada a mi espalda espera la llegada de su piloto, general del escuadrón de reconocimiento. Aprovecho este escaso tiempo para despedirme. Debo sonreír, aunque por dentro esté muerta. Debo parecer fuerte, aunque esté a punto de desmoronar.

-Estaré pendiente de las misiones. Voy a extrañarte.- Fue su última frase antes de que subiera a ese transporte.

Un hombre de fuerte aspecto y cabellera rubia parecía ignorar mi presencia mientras leía sumergido en papeles, el soldado Erwin Smith. Sus rodillas se encontraban un tanto dobladas sobre el asiento, al parecer tiene notable estatura.

El camino fue una total mezcla de emociones. Temor, pues sabía que me encontraría con nuevas personas y retos más difíciles. Tristeza, debía dejar a mi única familia. Apatía, mi cabeza me exigía este sentimiento. Aburrimiento, comenzaba a cansarme tanto silencio.

—Debes ser fuerte. Te recomiendo pensar en lo que viene. No quiero que te tome por sorpresa, no es lo mismo.— Dice sin despegar su vista de los documentos.

"¿Qué, estúpido? ¡Crees que no lo sé!". ¿De tantas cosas que pudo decir sólo trata de lucirse y asustarme?

—Lo sé, señor.— Respondo con indignación.

Seguimos en camino sin decir una sola palabra. No me ha dado una buena primera impresión, pero tampoco es como si quisiera tenerla.

Pasaron los minutos y el tiempo se hacia eterno hasta que por fin la carreta se detuvo. El capitán Erwin se levantó y salió de la carreta. Yo hice exactamente lo mismo.