Capítulo 2: La noche en el campo

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Ya era de madrugada cuando decidí ir a dormir en una especie de cobertizo con pocas camas, en la que metían a todos para "descansar" pero de igual manera hacía mucho frío. Jackof me vió y en ese momento supo que yo tenía frío y se quitó el abrigo y me lo puso a modo de sábana, se rió y se alejó lentamente. No pude dormir mucho tiempo, solo descansé una hora aproximadamente y me desperté con mucho frío y vi un pedazo de pan duro, no sabía que hacer porque yo tenía hambre y el resto de los judíos tambien. Partí el pan y se lo di a un niño que estaba por ahí y este niño lo volvió partir para dárselo a su hermanito, no me comí el pan. Lo deje ahí porque los restos de los cuerpos de los judíos que estaban muertos a consecuencia del hambre me causaban un estremecimiento que no me permitía comer. Era como si yo me comiera el pan y un judío me estuviera mirando mientras yo comía el pan sin repartírselo a nadie. Dejé el pan ahí ya que alguien más lo comería. El hambre que yo tenía era demasiado pero todavía no me mataba.


Me quedé mirando el pan, cuando de repente pude ver a una joven intentando escapar por un agujero, me alegré por ella, pero a los pocos instantes los oficiales la sacaron de ahí y se escucharon disparos y gritos de dolor, la sangre corría por todos lados y salpicaron algunas gotas dentro del campo, para los judíos era normal ver sangre, para mí era la escena más cruel y despiadada de toda mi vida. La madre de la joven murió uno días antes por robar alimentos, es decir logró escapar y la atraparon robando, no sé si eso es cierto, pero todo podía pasar fuera o dentro del campo de concentración cuando hablamos de judíos.


Me puse a pensar: ¿qué podría hacer ahora? Era una judía más para los oficiales pero ¿qué pasaría si logro rescatar a los judíos, y me matan? Esa palabra es tan cruel y despiadada pero tan común en un lugar como el campo de concentración: Matar.

No quería irme, pero no era la mejor opción quedarme. Entonces de igual manera me quedé porque siempre fue mi sueño salvar a un judío, aunque sea uno. "pero ya salve a una judía" me decía a mi misma en el interior pero yo no podía irme había algo que me lo impedía, o mejor dicho alguien. Si, ese alguien era Jackof, es que me había caído muy bien y yo no quería irme.

Volví a dormirme en el piso frío y sucio de la "habitación" que era bastante oscura a pesar de que había un poco de luz que venía de las lámparas de aceite que parpadeaban constantemente. De repente esa luz que iluminaba poco o nada se apagó. Me asusté un poco al principio y alcancé a oír unos golpes que se acercaban más y más, todos se despertaron y se quedaron en silencio durante unos segundos sin moverse y de un golpe uno de los soldados abrió la puerta y empezó a gritar en alemán: ¿ Quién de ustedes repugnantes engendros se ha comido un pan? Y luego con toda la fuerza de su garganta gritó aún más fuerte ¿Quién comió una porción más de alimento? ¿Quién de ustedes no sabe que solo pueden comer cuando nosotros les repartimos los restos?

Todos se quedaron en silencio, excepto el niño al que yo le había dado el pan, él seguía durmiendo plácidamente. El oficial se acercó a mí y me miró fijamente, yo me quedé sin respiración, hasta que me empujó hacia un lado y observó al niño durmiendo, tenía migajas de pan alrededor de la boca y cerca de él se encontraba el pedazo de pan que yo no había comido. Entonces le dio una bofetada en la cara al niño y este se despertó llorando, el soldado le apretó el cuello y le dijo: Escupe ese pedazo de pan que comiste. ¿Por qué comiste una porción más? Responde pedazo de rata.

Todas las personas se quedaron calladas y otras lloraban. Mientras el niño se ahogaba, el soldado lo alzó del cuello y lo llevó afuera de la habitación. Quise ver que pasaba y me asome por un costado de la ventana y ahí estaba el niño siendo llevado por el soldado quien seguía agarrándolo del cuello, entonces el soldado tiró al niño al suelo y todos los demás soldados empezaron a patear al niño con todas sus fuerzas y luego lo dejaron sangrando, llorando y medio muerto. Yo me alejé de la ventana y comencé a llorar y gritar, al tiempo que me decía a mí misa: Yo le di el pan, yo debí morir, fue mi culpa...

No pude dormir, veía la cara del niño en mi mente que me pedía ayuda. Esa imagen del niño siendo atacado por los soldados me dejó si palabras.

Lo único que se podía asegurar sobre el destino del niño era que ya estaría muerto en la mañana, después de haber gritado de dolor toda la noche simplemente por haber comido un miserable trozo de pan duro y viejo.

No sé si escapar o seguir en esta pesadilla viviente, pero ¿Qué pasaría de Jackof? Era una buena pregunta, aunque había una mejor ¿Dónde está Jackof? No lo había visto en toda la noche después de lo ocurrido con el niño...

Salí corriendo afuera, pero no había nadie todos estaban durmiendo, entré a varias habitaciones y no lo encontré. Para empeorar la situación Jackof se había perdido, desesperada grité una vez su nombre: ¡Jackof! Y los soldados se acercaron hacia mí y dijeron: ¡Atrapen a la busca problemas! Está gritando en medio del campo.

Me quedé tiesa, mis piernas se negaban a moverse y ni siquiera podía emitir una palabra. Los soldados me agarraron de los brazos y me empujaban mientras yo hacía el esfuerzo de caminar. Usando todas las fuerzas que me quedaban grité nuevamente: Jackof ¿Dónde estás? Y detrás de una habitación salió Jackof y los soldados dijeron: ¿Así que tú eres Jackof? Tú tambien vendrás con nosotros.

Jackof golpeó a uno de los guardias y me dio la oportunidad de escapar, me escondí detrás de unos escombros y volví a pensar: ¿qué hice? Ahora Jackof tiene un destino peor... va morir.

No tuve la valentía de ir a rescatarlo, pero si tuve la oportunidad de ver algo increíble: Había una puerta abierta con un pequeño corredor ¡Era la salida del campo!

No sabía que hacer si dejaba a Jackof jamás me lo perdonaría, pero tampoco me perdonaría si hubiera rechazado mi libertad y quién sabe si también hubiese salvado a otros judíos.

Se escuchó un grito largo y ensordecedor que yo no supe identificar, hasta que levanté la mirada y todos los soldados estaban reunidos en círculo, nadie se movía de ahí y yo estaba segura de que había una persona en el medio del círculo y ¿Quién sería esa persona? Jackof... era mi momento, debía hacer algo histórico para que al menos yo lo recuerde. Me levante lentamente y me dirigí hacia la puerta de salida y traté de escapar pero escuché el disparo. Alguien de alguna manera había muerto porque se escucho un sonido de un choque contra el suelo. No tuve tiempo de ver quien era esa persona, solo sabía que no era Jackof... era un presentimiento, yo no estaba segura.

Mientras los soldados hablaban de la persona que había muerto, me escapé hacia la puerta de salida lo más rápido que pude, mi objetivo (además de escapar) era tratar de robar un avión que estaba a unos pocos metros de la puerta y estaba semi escondido detrás de unos árboles. No pude identificar si era un avión del ejército o un avioncito destruido y olvidado. Además no sabía como conducir un avión pero ya no importaba yo debía escapar, de alguna forma debía tratar de ir a otro país, podría ir corriendo pero no lograría llegar muy lejos: Esta decisión no podía ser errada, mi vida dependía de ella. Sé que Jackof sigue adentro solo, esperando que yo vuelva, en cambio yo solo quiero escapar ¿Qué estoy haciendo? No puedo dejarlo solo... pero no quiero equivocarme. Ni siquiera sé lo que él piensa de mí. Bueno es momento de tomar la decisión: me iré. Aunque sea contra mi voluntad, aunque tenga que dejar a Jackof.





Esas rayas azules (#wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora