Capítulo 24: Corre.

60 5 1
                                    

Hicimos todo exactamente como Adam lo dijo, esperé ansiosa la salida de los lunáticos locos a las 00:30 y me hice de la dormida, no podía esperar el momento de salir, en el que todo esto al fin terminaba.
Aunque no me gustaba pensar así, me refiero a gritar victoria antes de tiempo, porque siempre mi esperanza me ha traido problemas, pero muchas veces me ha salvado, literalmente, ya que el creer que yo estuve en el Holocausto (bueno eso no es tan "salvatorio") y que Jackof exista ha hecho que mi mente y cuerpo lo acepten por real, transpasando las barreras de tiempo y espacio para generar esos cambios de mi mente en la historia universal.
Mientras trato de dormir, mi corazón se acelera y siento la adrenalina en todo mi cuerpo, intento no reír, pero sé que estoy demasiado feliz como para ocultarlo. Siento que la próxima vez que duerma, será en mi propia cama, en mi casa, quizás no duerma sola porque me quedaré con un trauma con respecto a la soledad y la muerte, pero todo se supera si está con la persona correcta, siempre.
Llegó la hora, Adam entró corriendo a mi cuarto con un manojo de llaves, una linterna y un pedazo de ¿Queso?  Bueno, será mejor ignorar eso.
Me levanté y me puse mis zapatos y los amarré lo más fuerte posible para que no se salieran y fuimos en busca de Jackof. Cuando llegamos a una galería sin mucho estilo, reconocí algo, dos puertas, con inscripciones en la perilla.
-¿Sabes cuál es la correcta?- le pregunté ansiosa.
-No, pero me parece que es esta, porque dice «La Camisa» como el primer capítulo de tu diario.
-Te puedo asegurar que no es la correcta.
Abrí la puerta que decía «mira como ellas brillan» y si esa era una frase de Jackof.
Cuando la abrí vi a Jackof, y fue de lo más normal, no tenía tubos, ni estaba atado a una cama, no estaba siendo inyectado, ni nada por el estilo.
Me apresuré a saludarlo, abrazarlo o besarlo, pero no era el momento adecuado.
Antes de que le pudiera decir una palabra, él se levantó (estaba sentado en el piso) y me dijo:
-Erica ¿Eres tú?-  sin ocultar su hermosa sonrisa perfecta.
-Creo que sí-le dije tímidamente.
-Ven acá- me pasó la mano, y me acercó hasta él- tengo que contarte algo.
-¿Qué?
-Escucha es muy importante -dijo en voz baja
-Dímelo ya.
-Es que- se acercó más hacia mí- yo - mi miró fijo a los ojos y yo me quedé perdida en los suyos, luego él acarició mi cabello y me dijo- te extrañé mucho- y luego sin pensarlo dos veces me besó, el tiempo se detuvo y no existía nadie más que nosotros.
Luego sonrió y me dijo:
-¿A caso no me extrañaste?
-Claro que sí, Jackof.
Luego le di un beso, pero en la mejilla y él apretó mi mano.
-Vamos, debemos salir de aquí, mi amor.
Él sonrió otra vez y no había nada más lindo en el mundo que su sonrisa.

Esas rayas azules (#wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora