Sus ojos estaban clavados en mí, llenos de rabia e inyectados en sangre, como si el último suspiro de humanidad que le quedaba hubiera desaparecido por completo, parecía un animal.
No contuve las lágrimas, porque él se había ido, quizá ya nunca volvería a ver al chico sonriente que antes fue, no sabría decir si fue por mi culpa, pero cuando me mira siento como si él me culpase por estar loco.
-Acércate más queridita, te prometo que no voy a lastimarte, tanto... Bueno ven ya
-Tomás, por favor.... sal de ese ser desquiciado, sé que estás en algún lado, gritando con todas tus fuerzas para vencer lo que te está matando.
-Ahhhh, ella siempre tan diplomática y correcta, por eso mamá te quería tanto, sería mejor que te postules para presidenta, creo que podrías ganar con tus discursos.
Sonreí sarcásticamente pero en seguida di por terminado el gesto, Tomás empezó a observar la hoja del cuchillo como si estuviera atraído por su brillo.
-Querida -dijo como si por un instante recuperara la cordura- mira, ellos me dijeron que te haga saber que todo esto no existe, es decir, eres una loca y por lo tanto no puedes decirme que soy un desquiciado o que estoy loco, porque entre los dos es más probable que tú te suicides por ese "Jackof" a que yo te mate.
Cuando pronunció su nombre, nuevamente me llené de rabia, no podía creer lo amargo que podía ser Tomás bajo los efectos de lo que sea le pusieron, iba a saltar, agarrarlo y gritarle que podemos salir de esto juntos, porque no podía matarlo, de alguna forma u otra él era (o al menos alguna vez lo fue) mi hermano.
-Bueno terminó el espectáculo, mejor si empiezas a correr...
No entendí que pasaba, o a lo mejor deseé no entenderlo, pero corrí a la dirección contraria a él, esquivando cada obstáculo con una torpe precisión....
Él era demasiado rápido, me veía excelentemente, pero de todas maneras movía su cuchillo en todas direcciones y lanzaba manotazos a diestra y siniestra, no tardó en alcanzarme, se lanzó sobre mí y me agarró los brazos mientras sostenía mis piernas con todo su cuerpo, seguidamente me puso de frente a él, yo cerré los ojos y me preparé para el golpe final.
-MÍRAME -me gritó como si estuviera a 100 metros de él- MÍRAME DESGRACIADA, está bien, lo siento, es que estoy un poco emocionado con todo esto ya sabes, me preparé tanto tiempo para este momento que ni siquiera me lo creo, qué emoción.
Su tono de voz cambió como si en vez de mi muerte estuviéramos hablando sobre una gran fiesta.
-Me da pena que no tengas un pie- Tomás sonrió- bueno aunque sé que tienes una prótesis, me pregunto que pasaría si te la quito cuidadosamente...
Es cierto, yo perdí mi pie, en Alemania, pero me dijeron que todo lo que me pasó no es real, creo que ellos mismos que balearon allí cinco veces. Pero me pusieron una prótesis que me permite moverme, al principio me molestaba y de a poco me acostumbré. La mujer que se encargaba de mi prótesis me la quitó una sola vez porque se infectó, y el dolor es insoportable, aún peor que volverlo a colocar o estar sin la prótesis.
-Bien -dijo dando unos aplausos tontos- ya se me ocurrió una idea y es muy especial, te quitaré tu prótesis, no, realizaré algo mejor, verás en vivo la muerte de tu amado Jackof...
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N/A: Crawford Collins es Tomás, no pude ponerlo en multimedia pero pueden observarlo aquí abajo...
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Esas rayas azules (#wattys2016)
De TodoErica, un chica de 17 años amante de las historias de la Segunda Guerra Mundial y de todo lo que tenga que ver con los judíos, Hitler y las SS. Un día después de tantos esfuerzos logrará aparecer en esa época tan terrible, allí conocerá a Jackof u...