Los Milagros Se Acaban

4 de agosto. 2:00 p.m.

4 de agosto. 2:00 p.m.

Los milagros... tal vez, no se acaban.

Ha pasado mucho tiempo, quizás no tanto, pero para mí sí. Ha pasado tanto tiempo desde que comencé con el proceso de sanarme.

Peter no me salvó. Mi padre no me salvó. Sonia no me saló. En realidad, nadie lo hizo. Solamente yo lo hice. Claro, todos ellos me dieron fuerza en distintas ocasiones.

Después de estar en sesiones con mi psicóloga aprendí a perdonar a mis padres, a mi madre en específico. Claro, papá terminó con el divorcio y yo, siendo mayor de edad, elegí quedarme con él.

No he hablado con Peter desde ese último día.

He cumplido mi promesa con Peter, de creer.

Creo que en la vida, es difícil seguir adelante si no tienes un motivo. Conocí a Peter y sentí algo por él. Algo que sé que jamás sentiré igual con nadie más. Pero aprendí que a veces, ciertas cosas suceden justo cuando pensabas que jamás te sanarías. Que jamás alguien te ayudaría.

Vivir como si estuviera muerta no era vivir. No tenía propósito. No tenía nada por luchar. Vivía tanto en mi pasado, que me hundía más.

¿Quién soy? Soy yo. He cumplido mi promesa de matarme. Maté a la vieja yo. Soy diferente, y tal vez, no soy la persona más afortunada del mundo. Tal vez no tengo mucha suerte, tal vez jamás me sentiré completamente feliz pero de algo estoy segura, encontré paz.

La encontré. Pero no en un chico o en mis padres, o en mis abuelos que tanto amo a pesar que ya no estén conmigo. La encontré cuando me perdoné y me permití recibir las cosas buenas, por más pequeñas que sean, que el mundo tenga para ofrecerme.

Quien sabe lo que pase en el futuro, pero no importa.

Un cuatro de agosto, a las dos de la tarde, comprendí que esta vida es más corta de lo que reconocemos y que a veces, solo tienes que respirar y seguir.

Solo seguir. 

Mañana se acaba esta historia... Gracias por leerla, tengo un par de lector/es-as fieles. A ustedes, mi eterna gratitud... ya saben quien son. 

:)