Pasados dos días, Ligna se encontraba tomando un café en el London, una cafetería muy famosa en la ciudad cuando vio entrar a cuatro extraños con gafas de sol. El primero de ellos se acercó a la barra y pidió lo que pensaban tomar, luego pasó por su lado y ella pudo ver sus brazos cubiertos de tatuajes como también sus inconfundibles garras. Vampiros, nada más y nada menos. Era muy raro que se encontraran en un lugar público a esas horas tan tempranas, lo que hizo que llamara a Yonath contándole la situación.
-¿Crees que traman algo, Ligna?
-Es posible y lo que más me extraña es que no han venido con su líder, aquí se cuece algo y trataré de averiguar el qué.
-¿Aún están ahí?
-Sí, se han juntado en una mesa al fondo, donde no hay casi nadie- los miró Ligna y volvió la vista a otro lado para que no la pillaran.
-Intenta leerle los labios, hay que saber los movimientos que van a hacer.
-Bien, me reuniré contigo después en la guarida y así te cuento.
-De acuerdo.
Ella colgó y se levantó para ir a pedir algo más a la barra y así aprovechar para tener una mejor visión. Cuando vio lo que decían, abrió los ojos sorprendida.
-Esto sí que va a ser un bombazo…- pagó el donut que acababa de pedir y al ver que los vampiros se levantaban, salió. Mientras, Nitza entró en el despacho de Yonath.
-¿Pasa algo?
-Ligna ha visto unos vampiros reunidos en una cafetería del centro, cree que se pueda cocer algo.
-Puede ser… que sea… por esto…- dijo tendiéndole un papel con una Web- es nueva…
Yonath cogió el papel e inmediatamente la tecleó en el ordenador.
-¿Cómo has dado con ella?
-Bueno… he investigado… las Web de… los vampiros… y me salió un… enlace a esta…
-Buen trabajo, entonces- Yonath miró lo que le salía en la Web, titulada: El Renacer Del Mal- con este título cualquiera diría que van a volver a destruir lo que no han podido… y eso que todavía no se han ido.
-Hay algo más…
Yonath la miró por encima del ordenador, inquisitivo. Ella se levantó y tecleó unas cosas en el ordenador que la condujo hasta un foro donde se leía: vamos a acabar con Harek.
-No puede ser ¿van contra su líder?- se sorprendió Yonath.
-Exacto…
-No lo comprendo, perderán todo su poder- dijo Yonath cuando se oyeron varias risitas y Meira junto con Hanna, una cazadora de su misma edad, entraron a trompicones, luchando con unas espadas.
-No podrás conmigo, Meira- dijo Hanna con voz cantarina y su pequeña coleta castaña se balanceó al tiempo que se agachaba y tocaba el muslo de Meira con la punta de su espada. Esta era muy risueña y siempre iba a la última, le encantaba todo lo que tuviera que ver con el maquillaje y la moda, sus ojos color miel chispeaban siempre que le sacaban un tema referente a algo de eso y según tenía entendido Meira, había acabado en la Hermandad por herencia.
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Eterna Oscuridad
VampireUna chica huérfana que vive en las calles sin saber de su pasado descubre que es hija de un cazador de vampiros por que es secuestrada por uno de ellos. Él, es el rey de los vampiros, de sí depende la existencia de su raza. ¿Podrá ella acabar con e...