Pasados dos largos días de búsqueda y desesperación, las cazadoras no se daban por vencidas. Meira se mantuvo en casa de Max, aunque ya comenzaba a planear su marcha, no quería poner en peligro ni a Max ni a su madre. Así que esa tarde que se encontraba en el garaje ayudando a su amigo a limpiar el coche le comentó que a finales de semana, probablemente, debía largarse a otro lado.
-Meira, no puedo dejar que te vayas…
-Tienes que hacerlo…- le miró desde el otro lado del coche en lo que frotaba el parabrisas- no quiero que te hagan daño, bastante tengo ya.
-¿Aún no sabes si estás embarazada?- ella meneó la cabeza en gesto negativo.
-Y la verdad es que no sé si quiero saberlo…- se miró el vientre y suspiró.
-Puedes abortar… sabes que es una opción…
-Sí… antes que tener un vampiro es preferible esa opción…- sonrió con sorna y siguió limpiando.
-No quiero que te vayas, Meira… aquí puedo vigilarte mejor, en cambio, si te vas… joder, llevo días dándole vueltas y quiero ser cazador…
-Estarás de broma- Meira se detuvo y lo miró con una ceja enarcada.
-No estoy de broma… quiero ayudar…
-No sabes dónde te metes, esto no es tan divertido como parece.
-Ya sé que no es divertido pero tu vida está en juego, te quiero como a una hermana y no pienso dejar que te pase nada.
-Me halaga que así sea pero no podría dejar que te metieras en esto… ni siquiera yo misma me hubiera metido si no hubiera estado obligada.
-Me haré cazador y no me lo impedirás…- dijo el chico. Meira le miró con el ceño fruncido cuando oyeron el ruido de un motor detenerse y varias voces femeninas, los dos miraron a la entrada del garaje.
-¡Meira!- exclamó una joven dando saltos, que inmediatamente se abalanzó sobre la chica. Max se quedó perplejo.
-Hanna, para- se oyó otra voz algo más apagada.
-Pero…- Meira se había quedado sin qué decir, mirándolas- ¿cómo es que no has aparecido? ¡No debiste haberte manchado!- exclamó Hanna entre contenta y resentida. Max miraba a la chica fijamente, bastante sorprendido.
-¿Cómo me habéis encontrado?- Meira miró tanto a Hanna como a Nitza y Ligna que se le acercaban.
-Supuse que vendrías aquí- dijo Nitza que estaba bastante desmejorada desde la última vez.
-¿Es que ha pasado algo?- notó preocupación en su tono.
-Más de lo que imaginas- se apresuró a decir Hanna.
-Atacaron en la guarida…- dijo Ligna.
-Se llevaron a los chicos, incluido Yonath…- terminó Nitza.
-No puede ser…- a Meira se le calló el alma a los pies.
-Sí, así fue…- dijo Nitza conteniendo las lágrimas- él me pidió que te buscara…
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Eterna Oscuridad
VampiriUna chica huérfana que vive en las calles sin saber de su pasado descubre que es hija de un cazador de vampiros por que es secuestrada por uno de ellos. Él, es el rey de los vampiros, de sí depende la existencia de su raza. ¿Podrá ella acabar con e...