-Mira, no es que te rechace. Sólo espero que alguien más me invite. Y si no lo hace, voy contigo ¿Vale?-Becky dijo con una sonrisa culpable.
-Umh, está bien.-Se volteó y comenzó a caminar hacía el baño, intentando contener las lágrimas.
Se encerró en el cubículo del baño y comenzó a llorar, estaba enamorado de Becky desde que tenía 8 años y la vio interpretando Cenicienta en la obra escolar. Estaba enamorado y creyó que serían felices cuando fuesen grandes, sin embargo, eso no había sucedido. Becky era cada día más hermosa y más inalcanzable.
Siente un golpe leve en la puerta.
-Está ocupado.-Dice con su voz débil.
-Lo sé, bro.-Abre la puerta al oír a Joe y se arroja sobre él, su mejor amigo sabe siempre que lo necesita.
-Esta esperando que tú la invites.-Susurra en su oído.
-Sabes que no lo haré, ella no me interesa, Alex... Y bueno, si no quiere ir contigo vamos juntos. Sabes que no necesitamos chicas para divertirnos.
-Lo sé, gracias. Eres el mejor.
-Sí, lo soy.-Sonríe, separándose del abrazo.-Vamos, tenemos ingles.
-¿Cómo sabías que estaba aquí?
-Te vi hablando con ella... No le agrada, te hace sufrir.
-Sí, lo sé. Pero aún así me gusta.
-Te veo llorando de nuevo y me encargaré de que ella sea quien lloré.