34. Otro en mi lugar

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—Joe, ¿Sigues molesto?—Cuestiono Alex golpeando la puerta de su dormitorio, nadie contesto.—Joe, ábreme, sé que estás ahí. Puedo escucharte.—Gruñó y abrió la puerta, él tendría que escucharlo.

Dos cabezas asustadas asoman desde la cama.

—A-alex, y-yo...—Comenzó a titubear.

—Lo siento, no sabía que estabas ocupado.—Cerró la puerta con furia.

Dentro de la habitación Joe miró al chico que estaba acostado a su lado, no habían llegado a compartir más que algunos besos, pero eso obviamente no era lo que Alex estaría pensando ahora.

—Yo, umh ¿Era tu novio?—Cuestiona nervioso.

—No, es un amigo. Nada más. Sólo, uf...

—Ve, no te preocupes, eh, voy a tomar mi camiseta y nos vemos en la semana ¿Sí?—Joe asintió y dejó que el chico lo besara una última vez antes de irse.

Alex se sentía un idiota, ¿Por qué carajos pudo imaginar que alguna vez Joe lo miraría? El hecho de que él fuera gay no significa que estuviera más cerca de su alcance. Tenía ganas de llorar, pero no, él no le gustaba. Él solamente estaba confundido. Intento convencerse de eso mientras llegaba a su casa y subía escaleras arriba.

—¿Alex?—Preguntó Harry subiendo detrás de él.—Hijo ¿Qué está mal?

—Nada.

—Bebé, sabes que puedes confiar en mí...—Alex estaba ya llorando, y que su padre estuviera ahí no ayudaba.

—El cuarto de Sky es al lado.—Dijo antes de intentar cerrar, Harry se lo impidió e ingreso al cuarto de todas maneras.

—Hijo, sé que no me quieres y que nuestra relación no es la mejor. Pero puedes confiar en mí, por favor, se me parte el corazón al verte llorar.

—Y-yo... ¿En serio crees que no te quiero?—Harry se encogió de hombros, lo estaba pensando.—Papá, te amo, pero... siento que tú no a mí.

—Claro que te amo, pequeño. ¿Cómo no voy a hacerlo? Tú eres una de las personas más importantes en mi vida.—Alex mordió su labio y asintió, se arrojó a los brazos de su padre y comenzó a llorar. El rizado lo abrazó con fuerza tanto como pudo, sintiéndose mal porque ese era posiblemente el momento más cercano con su hijo en todo ese año.

—¿Quieres contarme que paso?

—No, papá. Es muy largo...—Alguien golpea la puerta, y Alex se esconde en el pecho de su padre, exactamente como lo hacía cuando era chico.—Si es Joe, dile que no estoy.

Harry lo soltó y fue hacía la puerta, abriendo despacio, salió y cerró detrás de él.

—Necesito hablar con él.—Dice Joe de repente, Harry tiene un flashback a su adolescencia, cuando Louis descubrió que él era el desconocido que le enviaba mensajes y Liam no le permitía ingresar al cuarto de su amigo. ¿Sería bueno dejarlo entrar? ¿Desobedecer a su hijo?

—Bien, pasa. Espero que no me odie por esto.

—Gracias.—Entró con rapidez y Harry fue al cuarto de Sky para asegurarse de que todo estaba bien.

—Alex, yo lamento que vieras eso.—Dijo cerrando la puerta y hablando en voz baja.—¿Estás bien? ¿Qué querías decirme?

—Nada, Joe.—Muerde su labio.—Vete.

—P-pero... ¡Alex! No me gusta que estés molesto conmigo, por favor.

—Te pedí que te fueras, Joe. 

—No entiendo por qué te molestas. Ya, soy gay, no te lo había dicho, lo siento. No creí que te lo fueras a tomar así.—Dijo molesto Joe.—No pienso irme por eso, este soy yo ¿Okay? Y no puedo cambiar.

—¿Qué? ¿Crees que estoy molesto por eso? Por favor. Es lo más absurdo que alguna vez escuche.—Giro sus ojos y se sentó en la cama, Joe se acercó hasta allí y se sentó frente a él.

—¿Cuál es el problema entonces?—Joe movió su rubio cabello lejos de sus ojos y se acomodo, Alex estaba molesto y nervioso, lo notaba por como mordía sus labios.

—¿Quién era él?

No podían ser celos, definitivamente él no podría estar sintiendo celos de otro chico. Joe estaba seguro que a Alex no le pasaba nada con él.

—Era un chico que conocí hace poco, hemos estado hablando y vino a verme. No más que eso.—Alex asintió.

—¿Tuviste relaciones con él?

—No.

—Porque yo interrumpí.—Alex miró hacía otro lado y Joe se recostó en la cama con un suspiro.

—Haces todo tan difícil, Alexander.—Su amigo se recostó de la misma manera.

—¿Qué cosa?

—Yo, esto. No lo sé... ¿Puedes decirme que es lo que realmente te molesta?—Alex sintió como todos sus nervios se alteraran, tomó la mano de Joe y la apretó.

—No quiero que mires a nadie más, no me preguntes por qué, pero no quiero que mires a nadie que no sea yo. 





Stop! I'm your dad #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora