Capitulo 52

191 19 8
                                        

Tan solo me gustaría saber cuánto más estaría aquí dentro esperando por quienes no llegarían, esperando ver alguno de sus rostros, esperando que esta sea una de las tantas veces que me salvaron.
Me sentía débil, me sentia mal, me sentía como si de verdad no pudiese continuar con todo esto, como si me estuviera dando por vencida. Quería ver a mi padre, a mis amigos..pero eso simplemente ya no pasaría, no pasaría porque sabía que era el fin, que era mi fin.
Estaba tan hambrienta, como jamás lo había estado. Me sentía sucia, por todas las veces que me habían tocado como si yo fuese cualquier cosa. Me sentía triste, por haber confiado, por haber sentido.
Sentí la puerta abrirse, pero no abrí mis ojos, no porque no quisiera si no porque de verdad no podía, porque mis ojos pesaban, porque mis ojos no podían abrirse.
De todas maneras no importaba porque sabia que al abrir mis ojos no vería allí a nadie que quisiera ver.
-Buenas tardes.
Dijo una voz masculina.
Creí reconocer esa voz.
-Que linda estas. 
Volvió a hablar esa misma voz.
Fue lo ultimo que escuche, después solo oí mas palabras y frases que mis
Oídos no podían escuchar y realmente no sabía el porque, no sabía porque así de repente se me había dificultado escuchar. Lo próximo que sentí fue un fuerte calor en mi rostro y después, después ya no sentí nada.

Cameron.

El auto parecía una tumba, nadie hablaba, solo se sentía la respiración de quienes íbamos adentro.
Qué difícil era todo esto, estaba tan preocupado que no sabía cómo sentirme en ese instante.
—¿Estás seguro que Cárter ya está allí?
Asentí. —Me envió un mensaje y ya tiene todo listo.
El silencio se apoderó del auto nuevamente. Seguí manejando, lento, sin apurarme. Era tanta la impotencia que si manejaba rápido muy posiblemente tendríamos un accidente.

(...)

Baje del auto y cerré mis ojos al ver los dos hombres en las puertas custodiando y mirándome con sus risas burlonas.
Para ser del todo honesto no creía que William hubiera creído del todo mi historia porque era tan poco creíble para el como para mí.
Abrí la puerta bruscamente preparándome para lo que viniese.
Me senté en el sofá y los chicos a mi lado.
—William bajará en un minuto, ya vinieron.
Odiaba esta parte de la historia, cuando Los manhattan venían.
Los Manhattan eran la mafia socia de William, hacían la mayoría de cosas juntos, no se sabía ni el porque ni como William y B, el jefe de ellos eran tan cercanos, después de todo el imbecil de B era tan joven que se había varias versiones de aquella afinidad. Algunos decían que B era el hijo de un multimillonario que odiaba a William entonces él fue con su hijo y lo convenció de ponerse en contra de su padre. Otras versiones decían que simplemente se conocieron en el negocio y William vio que B tenía potencial. Sea cual sea la versión, ellos habían asesinado al padre de B y eso todos lo sabían.
Por mi parte detestaba a B, de quien nadie sabía su nombre, ni apellido, donde vivía o con quién se relacionaba, tenía dos identidades, esta y una vida completamente normal de la cual nadie tenía idea de cómo era, él era un haz en lo que sea que se propusiera, si él quería desaparecer nadie en la tierra podría encontrarlo. Yo lo odiaba sin tener razón, aunque odiase a todos los de este negocio mi odio por el era descomunal.
-Suban.
Dijo William asomando su cabeza por las escaleras.
Nos paramos en sintonía y comenzamos a subir.
Cada escalón resonaba más de lo normal, cada escalón era infinito.
—Tu y tu
William se dirigió a Taylor y a otro fortachón a su lado con su dedo índice.
—Ve y busquen a la otra chica.
Dijo el.
No tenía idea de que Mayra había estaba aquí, no sabía que habían echo con ella, sabía que estaba viva pero no sabía dónde ni en qué estado.
Taylor siguió al fortachón hacia el final del pasillo. La puerta donde Layla se encontraba estaba cerrada y William apoyo su mano en el picaporte.
—No hablen, no digan absolutamente nada y no lo miren a los ojos, si es posible que su respiración no se escuche.
Dijo el en una orden completamente serio. ¿Y este qué?
La puerta se abrió y B estaba allí. Parado alado de Layla, que yacía tendida en el suelo. Necesitaba abrazarla y saber que estaba bien porque en verdad lo que necesitaba era escuchar su voz para poder recomponerme a mi mismo.
—¿Está muerta?
Pregunto Taylor.
B río. —Claro que no, idiota.
Respondió William poniéndose notablemente tenso al escuchar al otro tipo reírse. —Al fin nos conocemos.
Dijo el. Nadie pronunció palabra, después de todo, era una orden.
William se acercó a su lado y sin darnos explicación alguna de porque ella estaba allí en el piso escucho algo que el tipo le dijo al oído y salió por la puerta.

(...)

Pasaban los minutos y las horas, realmente no sabía que sucedía solo sabía que Layla seguía en el piso desmayada y yo realmente no sabía qué hacer, sabía que no estaba muerta pero notaba que ella no estaba bien.
No quería susurrar nada a los chicos que estaban sentados a mi lado ya que sería sospechoso, mire mi reloj, 11:15 p.m.
Todos en silencio, B se había ido y sus matones estaban mirándonos cómo si no tuvieran nada más que hacer. No sabía bien que hacíamos esperando algo de lo que no teníamos idea, pero después de todo, era mejor no preguntar.
De repente, entre pensamiento y pensamiento, vi a Mayra enfrente mío caer al suelo. B la tenía en brazos y como si fuera un saco de papas la tiro en el piso. Taylor reaccionó sin darse cuenta de lo que hacía y se acercó corriendo.
—La tocas y te mato.
Dijo B. Veía en los ojos de Taylor un odio tan profundo que sabía que en cualquier momento lo mataría, sin embargo él se alejó, lentamente, bajando su mirada para verla. —Solo quería ver si estaba bien, debes tener cuidado o podrías matarlas.
Trato de justificarse. El río.
—Ya están muertas.
Como si todo sucediera en tan sólo segundos, sentí el seguro de una pistola detrás mío siendo desactivado y en mi cabeza algo sólido apoyarse. —Como ustedes.
En ese instante vi a Layla despertar, abrir sus ojos de una manera lenta. Estaba pálida, no sabía quién o quiénes estaban detrás mío pero sabía que no debía ser solo para saludar en el momento que Layla abrió sus ojos totalmente levantándose abruptamente de allí. —¡Cameron!
Grito ella. Su voz...esa voz que tan melodiosa para mis oídos.
Mis mejillas se tornaron Rojas al ver como una cachetada de parte de William se estrellaba sobre su mejilla.
Mordí mi lengua y resistí. —No te muevas, linda.
Ella se quedó quieta, sabiendo que eso era lo mejor que podía hacer.

Layla

Ellos estaban allí, callados, inmóviles. hombres con un armas se posicionaban detrás de ellos y mi corazón se encogió.
Pero yo no podía dejar de pensar que ellos estaban aquí, ellos no me habían abandonado. Quise tocar mi mejilla cuando sentí el golpe llegar a mi rostro pero mis manos atadas no podían.
Mire a mi costado, Mayra estaba tirada a mi lado, golpeada y lucia realmente más delgada de lo que ella era, con grandes ojeras y sus manos igual de atadas que las mías.
¿Cómo había llegado yo a esto? No sabía si iba a soportar esto. No podía hacerlo en este instante y sentía que me moría, aunque no hacía falta, pues ellos ya lo harían en tan solo minutos.
—Díganme, imbeciles, ¿en verdad creían que yo no me enteraría de su plan rebelde?
Esa voz, esa voz. Sentí un suspiro detrás mío. —Ay querida Layla, que hermosa estas.
Mis ojos se cerraron fuertemente deseando que esa no fuese su voz, pero al abrirlos y ver sus obscuros ojos verdes, pude confirmar que si era el, era Brian. —¿Brian?
Logré pronunciar. El río.
—Todo esto termino.
Dijo esta vez William.
No podía concebir que fuera Brian, que fuera Brian el novio de mi mejor amiga quién era la cabeza de todo este plan. Me negaba, no quería hacerlo. Pero sabía muy dentro de mí que no me sorprendía, que no me sorprendía que su grado de maldad fuera tan alto.
Todo estaba tan silencioso.
—Cuando intenten engañar a un jefe de la mafia, asegúrense de planearlo con las personas correctas.
Dijo Brian. —¡Imbecil ven aquí!
Grito William.
Vi como Taylor, Shawn, Cameron y Nash se giraron, para abrir sus ojos al ver a Cárter entrar. —No nos gustan los buchones pero créanme, créanme que esta vez de algo sirvió.
Dijo Brian finalizando con una gran sinica sonrisa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 09, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

I Like Being AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora