Capitulo 44

646 45 11
                                    

Cameron.

Tome la escoba y comence a barrer. 

No tenia muchas cosas para hacer, nada interesante, esto de estar encerrado todo el tiempo me estresaba un montón, no lo hacia, pero comenzaba a hacerlo, no aguantaba encerrado ni un minuto más pero debía de estarlo y eso sinceramente me ponía los pelos de punta y de muy mal humor. 
Creo que lo que hacia últimamente era distraer mi mente para no volverme loco. No hacia nunca nada mas que sentarme y mirar a todos callándome todo lo que pensaba, solía hacerlo desde pequeño, pero lo hacia aun más cuando estaba enfadado. Y había una muy buena razón por la cual estarlo.
-¡Hola!
chillo Layla detrás mio.
No era de odioso, bueno si lo era pero últimamente ella me irritaba bastante. Trataba de alejarla todo el tiempo, ella se acercaba pero yo no la quería cerca mio. ¿Porque se me acercaba si era Shawn quien le gustaba? No quería que ella estuviera cerca mio si en realidad quería estar con Shawn. ¿O era casualidad que se me acercara cuando Shawn se alejaba o no estaba ahí?
-¡Cameron!
Reaccione.
-¿Que?
Conteste algo desganado e indiferente, obviamente ella se daba cuenta de mi pesado mal humor hacia ella, pero fingía no notarlo.
-¿No viste a donde se fue Taylor?
Negué.
-¿Estas bien?
asenti.
Sentí un suspiro y pasos alejarse. Quizá no debería ser tan duro pero ¿Que otra cosa haría? Había veces que me preguntaba como carajos había hecho ella para hipnotizarme de tal manera. Me juraba no estar enamorado de ella pero necesitaba besarla una vez mas, una vez sin que fuera una vez forzada. Una vez voluntaria. No dejaba de imaginarme a mi mismo abrazándola y besándola. Ella siquiera me miraba y yo ya estaba imaginando cosas con ella. Ella me odiaba, ella me detestaba y justamente era eso lo que me enfadaba tanto. ¿Que había hecho yo que shawn no hiciera? ¿Porque ella estaba tan al pendiente de shawn y no de mi? El no era mucho mejor que yo, el siquiera era lo que todos pensaban.
Pero claro, como el había llegado con su lastima a convencer a Layla de que era la mejor persona del mundo, la lastima le iba de lo bien.
Me senté.
Quizá no debería de ser tan malo con ellos.
Bah Cameron de que hablas, ellos fueron malos contigo, ella que te crucifica y el otro imbécil que sabiendo que ella te gusta lo mismo llega con su pobre persona.
Pero también estas tu, Cameron. ¿Puedes decirme quien te mando a golpearla?
Ni siquiera sabia bien porque lo había hecho, ella había colmado mi paciencia en segundos, contestándome, desafiandome.
Habia sacado lo peor de mi, supongo que queria demostrar mi "mascunilidad" y me costo su confianza. Pero por un lado me encanto, me atrajo mas de lo que lo hacia, pues era diferente a lo que vivía hacia años. Nadie me había dicho que ella era así, y cuando decíamos que habíamos estudiado a esas chicas de hacia años yo no mentía, la estudie, pero estudie una persona distinta, no estudie sus gustos, ni sus preferencias solo a donde iba, que lugares frencuentraba y cosas así, pero desde el primer día ella llamo mi atención por completo. Cuando salia del colegio, sola, escuchando musica y con su mirada gacha. ¿Porque una chica así de hermosa no tenia amigos? Si te ponias a verla, muchos la miraban, y ella siquiera se daba cuenta. Yo fui el único que la observo. Los demás chicos veían a las otras. Mientras iba desde el colegio a su casa, siempre con la cabeza gacha, Yo fui testigo de como cada semana venia mas y mas delgada. Pero yo había estado ahí, no Shawn. Pero claro.
-¡Cameron!
Grito Layla. Sabia que era ella.
-¡¿Porque gritas desquiciada?!
Grite un poco, pero no mucho, lo suficiente. En realidad simplemente había hablado con la voz alta.
-Lo siento, es que estoy hablandote hace cinco minutos.
Admito que sentí algo de culpa al ver su rostro con una pizca de temor.
-Uhm, bueno.
Dije, no le pediría disculpas por mas que me sintiera súper culpable de gritarle, no era yo. -¿Que necesitabas?
Ella dudo por un segundo.
-Quería saber si puedo servirme algo de tomar.
Asenti. -Claro.
Ella hizo una especie de mueca agradeciendo.
-¿Sabes a donde se fueron todos?
Negué.
Gire mi cabeza de nuevo hacia la mesa para levantarme, tomar el escobillón y seguir barriendo.
Que se vaya, que se vaya.
No me hacia bien verla por mil y un razones.
Pero como si el mundo estuviera en mi contra en vez de irse sucedido todo lo contrario.
-¿Que?
Dije levantando mis cejas al ver su mano detendiendo la escoba.
-¿Puedo saber que es lo que te pasa conmigo?
Dijo. Me sorprendí un poco, pues no me esperaba que de la nada ella me hablara como si nada.
Después de la.charla que habíamos tenido estuvimos solo unos días bien los dos, luego ella volvió a su estúpida actitud de niña asustada. Seguramente Shawn le había dicho algo, apostaba lo que fuere.
-¿Puedo saberlo?
Repitió ella al ver que no contestaba.
Me gustas Layla, eso es lo que sucede.

LAYLA.

-Lo único que sucede es que estas pisoteando la basura que acabo de recoger.
Dijo el y al instante me corrí mirando hacia abajo.
-Cameron ¿Porque estas enojado conmigo?
-¿Quien te dijo que estaba enojado?
-No me hace falta que nadie me diga anda para darme cuenta que me tratas como mierda.
Respondí enojada.
El me miro y alzo sus cejas de nuevo.
-¿Con esa boquita dices mamá?
Dijo y río. Imbécil.
-Con esta boquita digo que dejes de actuar como un niño estúpido y me digas que ocurre porque hasta hace unos días estábamos bien.
Dije aun mas enojada por sus comentarios tarados.
El soltó el escobillón azotándolo contra el suelo haciendo que yo diera un pequeño salto.
-Eres una descarada. —¿Que? ¿Porque?
Pregunte. que yo supiera no le había dicho nada malo, y siendo Cameron era el quien menos debía de tener en mi contra. Por mi seguridad y libertad.
-"Hace unos días estábamos bien"
Imito mi voz en muchos tonos mas agudos.
—Claro que estábamos bien hasta que a ti se te ocurrió dejar de hablarme y volver a esa actitud de idiota en la que pones como si fueras una niña asustada.
Soltó el.
-¿De que hablas? No seas estúpido.
Dije pero el no me dejo terminar. Se acercó a mi, mucho. Mejor dicho muchísimo.
-No vuelvas a insultarme.
Levantó su dedo índice y con un empujón lo aparte.
-Vas a dejar de tratarme mal. No permitiré que me trates como se te antoje.
El sonrió, de una forma fría, indiferente y sínica.
-Lastima, tu aquí no tienes absolutamente nada que reclamar o permitir.
-Tu no puedes decirme nada.
Desafíe. Podía todo lo tímida que el quisiera pero si me enfadaba, no me importaba que fuera el mismísimo adolf hitler yo le discutiría hasta el final.
-Oh cariño si que puedo...
El acortó la distancia de centímetros, a milímetros. —tu eres mía, Layla Gates.

sequeestacorto! milperdonespordejarlasesperandocasiunmes, tuvemuchascosasquehacerymiimaginaciónestamuyapagada, perovoyatratardesubirunomañanaymaslargo. :) Sialgunavezquierenquelesdediqueuncapitulocomentenqueyoselosdedico  lasadorograciasporleer.

I Like Being AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora