Capitulo 15

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Colgué el teléfono.
Me dedique a mirar el paisaje, Todo yacía muy colorido como solía serlo en las mañanas.
Tenía tantas ganas de poder ver a mi familia de nuevo. Tenía ganas de que Hoppie se enojara conmigo por no poder leerle un cuento, porque yo era muy malhumorado, o porque la peleaba siempre. Necesitaba abrazarla.
Apoye mi cabeza en el vidrio y me puse a pensar.
Yo pensaba tanto en mi vida y en lo que extrañaba siendo que los chicos también lo hacían. Nunca hablábamos de ello, yo tendría que hacerlo, era el mayor, éramos simplemente como una gran familia y se suponía que yo debía cuidarlos y lo hacía pero con los sentimientos, no.
Mire de reojo a Taylor quien estaba muy concentrado en el camino, con una mano en el volante y la otra en el pequeño marco de la ventana, estaba serio, callado.
No entendía su comportamiento, el jamás era así.
Mi mente era un claro debate en si él actuaba de esa manera porque estaba preocupado por Layla, porque estaba preocupado por los chicos o por vaya a saber qué.
También me debatía a mí mismo si hablar y preguntarle que le pasaba, por un lado quería hacerlo pero por otro no, Taylor odiaba que le preguntaran la razón de su estado de ánimo y no se llevaba bien con su humor cuando alguien lo hacía.
Bah, que más daba, no me mataría.
Me di vuelta en mi propio cuerpo para sentarme mirando a Taylor.

-Oye.

El directamente no me miro.

-¿Qué?

Su mirada no era seria ni enojada ni prrocupada, era neutra.

-¿Qué te sucede?

-No me sucede nada.
Contesto casi tan rápido que con suerte me había dejado terminar de hablar a mi.
Me acerque lo más que pude a su rostro y lo mire. Sabía que eso le incomodaba y se dignaría a mirarme, de otra forma él no lo haría.
Se giro.
-Ya, ¿Qué? No me pasa nada hermano, solo estoy pensando.
Hizo un gesto con sus manos mientras hablaba y se giró nuevamente hacia el camino.
Yo simplemente seguí con mi rostro al lado del suyo como si nada.
El volvió a mirarme.
-¿Qué quieres? Eres un fastidio.
-¡Vamos Guay! Dime que te pasa.

Me aleje de su rostro, el rio y me miro.

-¿Guay?

-Solo dímelo, sabes que puedes confiar en mí.

suspiro.
-Lo sé, solo que... ¿sabes? ni yo sé bien lo que me está pasando.

-Suéltalo como te salga y yo sabré entender.

-Son muchas cosas, en primer lugar esta que, que..

-¿Qué, que?

Sus ojos comenzaron a aguarse.

-No, no

Palmee su espalda.

-Vamos Tay, no llores porque no quiero verte llorar y si lloras no sabré consolarte y me sentiría un completo idiota entonces lloraría de lo inútil que yo podría llegar a ser y terminaríamos llorando como dos nenitas, y nosotros somos machos y los machos no lloran porque son muy muy machos.
El rio. Siempre reía y eso era lo que mas amaba de este chico.
Una pequeña sonrisa torcida salió de mí. Saque mi mano de su hombro.
-Vamos ahora dímelo.

-De todas formas no iba a llorar.

-Claro que no, si tú eres todo un hombre.
El rio nuevamente.
-En primer lugar está el hecho de que no sé dónde están mis amigos. Por dios Cameron ¿Qué carajos haremos si ellos están muertos?
Yo agache mi cabeza, tenía razón.
-En segundo lugar está el hecho de que no entiendo porque salvamos a esta chica, Cameron.
Levante mi mirada, no entendiendo del todo sus palabras. ¿A qué se refería? El más que todos quería viva a esa ''chica''.
-No te entiendo.
-Se lo que piensas ¿De acuerdo? Pero no quiero darle esperanzas de vida.
-Sigo sin entenderte.
-Ponlo de esta manera. Nosotras salvamos a Layla, nos vamos y nos fugamos con ellas, conseguimos el dinero, extorsionamos a sus padres y ¿Luego qué?
-¿Qué?
- ¡Hay que matarlas!
-no necesariamente.
-Claro que sí, Cameron, ese era el trato.
-Me paso el trato por las bolas.
-No te pasaras tanto el trato por tus bolas si William agarra a Hoppie ¿Verdad?
Algo en mi corazón se encogió.
Había prometido siempre proteger a mi familia sobre cualquier estancia. Pero, no quería matarlas.
-No, no quiero matarlas si es lo que tú piensas.
Dijo el de repente Y siguió antes de que yo pudiera decirle algo. —Pero quiero viva a mi familia, Esta es nuestra última misión, y aunque me duela, son ellas o nosotros.
Él tenía razón. Este era nuestro último trato y nos olvidaríamos de toda esta vida pudiendo ser felices, pero, yo no quería matarlas.
-¿Crees poder vivir con el cargo de conciencia de saber que mataste a chicas inocentes?
Él iba a hablar pero yo no lo deje.
-¿Crees poder vivir con el cargo de saber que mataste a una chica con los retrasos de Katie?
El simplemente se cayo.
-Ninguno de nosotros es idiota, Taylor, Estas enamorado de ella.
El freno tan abruptamente que Mayra se despertó.

I Like Being AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora