Capitulo 13

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Mire a Taylor y el miro unos arbustos que estaban ahí.

-Cameron no vienen por nosotros, tenemos exactamente diez segundos para correr a esos arbustos yo fingiré besarme con Mayra.
-¿Disculpa?

Corrimos a lo que más podía y sostuve con toda mi fuerza a Layla quien aún seguía desmayada.

Nos tiramos detrás de los arbustos en una fracción de segundo, Taylor saco su pistola y la puso en el estómago de Mayra.

-¿Qué, que estás haciendo?

El la beso. Yo me recosté detrás del arbusto que era bastante grande y puse encima de mí a Layla, Con su cabeza en mi cuello. No respiraba bien, lo hacía muy entrecortadamente, necesitaba llegar.
Taylor sentó a Mayra encima de él y siguió besándola,  vimos que el helicóptero nos sobrevolaba y nos alumbro. Escondí mis pies que eran lo único que sobresalían, y vimos cómo se alejaban.
Luego las patrullas, y luego los autos.

Me asome a ver, y vi como estaba ahí su padre, en la última patrulla que paso, Llorando. Quizá pensaba que era posible el hecho de que su hija estuviera muerta.
Nos miramos luego de unos minutos, el peligro había pasado,el dejo de besar a Mayra cuando fue seguro de que ya nadie pasaría por allí. Me levante y alce nuevamente a Layla, quien cada vez estaba más pálida y fría.
Empezamos a caminar, durante unos diez minutos nadie hablo.
-¿Por qué lo hiciste?
-¿A qué te refieres?
-Al arma.
Mire a Taylor con los ojos ligeramente abiertos, para que no le dijera nada. Teníamos que aprender a dejar de darles explicaciones o a estar tanto con ellas. Se ve que el muy idiota no capto mi mirada notablemente directa porque me ignoro.

-Tenía que hacerlo, ¿O crees que soy idiota y no me daré cuenta que saldrás corriendo para pedir ayuda?

-¡Maldita seas Taylor, no debes explicarle nada a esta puta!

Los dos me miraron, pero nuevamente me ignoraron. ¿Qué era yo? ¿Me vieron cara de pared?

-De todas formas no iba a hacerlo.

¿¡Taylor le había sonreído!?

-Pero que cursilada más patética.

-La casa está a solo diez cuadras de aquí.

-Cuando sigas ignorándome te romperé el culo, Caniff.

El me miro y sonrió. Puta sonrisa. Puto Caniff.

-La casa queda a cuatro cuadras de aquí.

Mire el cielo, el cual ahora si definitivamente estaba amaneciendo. Desde chiquitos veíamos con mi hermana los amaneceres antes de que papa nos obligara a ir al colegio. Amábamos hacer eso, porque aquel era el único instante en el que no estábamos con nuestro padre. El resto lo pasábamos en el colegio, pero ahí era donde nos molestaban aún más.

Me puse a pensar en Sierra. La extrañaba mucho, hacía ya un año que no la veía. Se había enojado cuando se enteró porque seguíamos vivos, cuando se enteró de todo lo que yo hacía. Pero me perdono, y la obligue a que se mudara a Texas, lejos de nosotros. Ella vivía allí en una enorme mansión que compramos con los chicos. Vivía con mi madre, las familias de los chicos, Sunny, Destiny y Hoppie, estaba muy bien cuidada.
Recordé a Hoppie. Hoppie era la persona en la que más confiaba, mi mundo entero.
Hoppie literalmente era mi todo, era como mi hija, Mas bien, lo era.
Sacaba lo más tierno de mí, y con ella mi sonrisa era totalmente sincera, cada sonrisa que había en mi rostro era por ella y solamente por ella, Mataría a cualquiera solo por ver a esa pequeña sonreir.
Era una historia larguísima que para resumirla yo diría que la encontré llorando cuando William mato a alguien frente a mi cuando yo tenía 17 años. Había matado a sus padres y hermanos, ella tenía meses de nacida y la encontré llorando cuando el muy imbécil de William me dijo que limpiara la escena, el jamás se enteró que esa pequeña bebe era de la familia que el mato, siempre pensó que era mía y de mi novia en ese momento.
Lo había hecho para enseñarme como limpiar un crimen sin dejar rastros. Había elegido al azar una familia totalmente inocente y preciosa.
Me puse rojo del odio. Pero volviendo a recordar a Hoppie me tranquilice.
La vi tirada debajo de la cama, suponía en ese momento que los padres la habían ocultado allí para que no la encontráramos. Era lo más precioso que en mi vida podría haber visto y hasta el día de hoy lo sigo creyendo. La oculte como pude en un pequeño cuarto de la casa y al irme con William volví muchas horas más tarde para buscarla. No podía dejarla allí. La traje a casa, le di de comer y así es como la cuide día a día hasta que tuve que darle mi tiempo completo a toda esta mierda y tuve que dejarla con mi familia en Texas. El día de hoy era una hermosa niña rubia de ojos saltones y claros. Yo la llamaba ‘’Mi pequeño sapito’’
Había cumplido 6 añitos, 6 hermosos añitos y yo no pude estar presente, hicimos video llamada y un ‘’Papi, te extraño’’ de su boca me dieron ganas infinitas de llorar así que corté el llamado. Definitivamente mi única razón por la cual todavía no me había suicidado o algo así era por ella. No por mi familia, ni por mis amigos, era por ella. Y si tenía que matar al presidente por ella no dudaría en hacerlo.
-Hemos llegado.
Dijo Taylor. 

I Like Being AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora