Capitulo 51

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-¡Papa!
Grité con todas mis fuerzas cuando pusieron el teléfono en mi oído. No pude oír lo que el respondía ya que me arrebataron el celular y observe como desaparecían todos los hombres que habían entrado por la puerta.
Hacia meses y meses no hablaba con el, no había podido oír su voz pero yo lo conocía, lo conocía lo suficiente para saber que ahora tenia un enorme peso menos al saber que yo continuaba viva.
Estaba aislada, no sabia lo que sucedía, no sabia que era lo que ocurría afuera, ni siquiera que ocurría aquí dentro, no sabia cuantas horas habían pasado, quizá había pasado un día o dos. ¿Seria mi cumpleaños ya? Me desesperaba no ver a ninguno de los chicos, incluso había comenzado aceptar que ellos me habían traído aquí para luego irse, y aunque me negaba aceptarlo, quizá así era.
No sabia en donde estaba Mayra y ya siquiera sabia si estaba con vida o no.
No comía, y no porque me negara, no me daban comida aquí, de todas maneras no metería a mi boca algo que esas personas sucias y asquerosas me dieran. Me negaba a llorar, me negaba y obligaba a mi misma a no parecer débil, necesitaba ser fuerte y no solo por mi si no también por mi papa, por Matthew, por Alisson y por Jacob.
No había intentado escapar de aquí por obvias razones. ¿Que haría yo en Rusia sola y sin pasaporte?
Necesitaba que un milagro ocurriera, y por esa llamada a mi padre tan repentina, sabia que el momento se acercaba, no sabia que sucedería, pero no estaba segura de que fuera algo bueno.

Cameron.

-Por el amor de dios Cameron debes tranquilizarte porque no lograras absolutamente nada actuando como un maniático.- Hablo Nash.
¿Como pretendía que actuara de una forma cuerda con todo lo que estaba ocurriendo? -No puedo tranquilizarme, carajo. No se que carajos están haciendo con ella, no le dan de comer ¿entiendes eso? Esta asustada, esta asustada y necesito estar con ella para decirle que estará bien que la protegeremos por que somos una manada de locos maniáticos suicidas, necesito que ella pueda estar bien, santo dios.-
No estaba seguro de lo que ocurría, William estaba sobre nosotros todo el tiempo, no podía verlas, a ninguna de las dos, estaban en habitaciones separadas y no nos dejaban entrar a ninguna. Mañana, mañana es el pago que Bill hará, mañana supuestamente nos darían el dinero, asesinarían a las chicas y todo resuelto. Jamás había estado tan nervioso como ahora lo estaba, tenia miedo. Y no solo por Layla, tenia miedo de mi, de mis amigos, tenia miedo de que por querer ayudarla nos costara la vida, y si costaba nuestra vida ella no tendría quien la proteja y entonces todo sería en vano. -Ellas están bien.
¿y que carajos podía saber nash si estaban bien o no? A el tampoco lo dejaban entrar. Esperaba que Carter hubiera llegado al lugar, que pudiera lograr su parte, si eso salia mal, todo saldría mal.
Me senté en asfalto de la calle. Ya estaba obscureciendo y mañana era el cumpleaños de Layla, mañana era el día de pago, mañana era mañana, un posible terrible mañana, mañana acabaría todo.
Quería pensar en positivo pero no podía. Simplemente no podía.
-¿Carter no ha llamado?
Nash negó. Sabia que estaba fastidiado. Le había preguntado por séptima vez en quince minutos lo mismo. Sabia que el respondía solo para no exasperarme mas, no sabia porque razón estúpida seguía preguntando lo mismo si sabia que la respuesta era "no", quizá si lo invocaba el aparecería, nunca se sabe.
Mas allá de todo, mas allá de que no sabia que ocurriría.

Flashback.

Había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que había tenido sexo que realmente estaba disfrutando esto. Odie a Taylor por obligarnos a venir aquí y no había recordado lo bien que se sentía estar con una chica solo una noche, tener buen sexo e irse sin tener reproches después, le debía una disculpa a Taylor. Gracias Taylor, gracias.

-¡Layla!
Grite mientras la veía irse.
-¿Que te sucede?
Pregunto la chica que tenia en brazos entre jadeos. Salí de ella y la solté en la cama como si se tratara de un saco de papas. -¡Oye imbécil!
Me puse la camisa ignorando sus inútiles insultos por haberla dejado caliente. Abroche los botones de mi jean y corrí dejando a la despampanante colorada allí dentro.
Vi a una Layla borracha y muy perdida en el corredor siendo observada por todos los chicos presentes. Me acerque despacio, ¿que le sucedía? ¿había alguna razón por la cual ella se enojaba de esa manera? Quería pensar que ella estaba celosa, realmente quería eso.
Mire al chico que trataba de toquetear a Layla y la tome inmediatamente de la cintura. -Layla, vamos.
La empuje suavemente de la cintura para que me siguiera pero ella estaba firme al suelo. -No quiero irme.
Dijo frunciendo el ceño y yo imite su gesto. Suspire y me gire para ver al chico con pintas de príncipe que estaba con ella hacia segundos.
-Mira niño, antes de que pongas en practica tu patética actuación de chico preocupado diciéndome que ella no quiere irse, si no quieres terminar con tu culo roto en un callejón o solo la mitad de tu cuerpo en un barranco es mejor que te vayas sin siquiera decir adiós.-
Luego de unos segundos el chico dio media vuelta y se fue. -¡No te vayas Jeffrey, vuelve!- gritaba ella.
Tape mi oído en un intento de que mis tímpanos no huyeran. Sin decir absolutamente nada la tome del brazo con un poco de fuerza y tironeándola la lleve a una esquina. -Déjame, déjame sola y vete a tener sexo con alguna estúpida chica.
Creo que verla celosa fue lo mas hermoso que he visto en mi vida.
-Yo quería estar con Jeffrey, no contigo, con Jeffrey.
-¿Quien es Jeffrey?
-Mi novio.
Respondió ella moviendo sus cejas en un extraño baile. Ella era de esas borrachas que cuando se pasan en alcohol no recuerdan nada ¿no? Apoye mi brazo dereche en la pared, al costado de su cara, encerrándola y logrando tenerla solo para mi. -Yo soy tu novio.
Sonreí y miré sus ojos en la oscuridad.
-Tu no eres mi novio.
-Si lo soy.
-No, no lo eres, no me los has pedido.
-¿Quieres que te lo pida?
Asintió.
-¿Quieres ser mi novia Layla?
-Lo pensaré.
Durante unos segundos, en los que ella hizo infinitas muecas y caras como si estuviera drogada, apoyo sus brazos en mi cuello. -¿Con que soy tu novia eh?
Sonrió.
-¿Quieres que lo demuestre?
Sé muy bien que lo que estaba haciendo estaba muy mal porque ella estaba borracha y yo estaba aprovechándome de eso, pero antes de que pudiera detenerme a mi mismo tenia mis manos en su cintura y estaba besándola de una manera tan desesperada que no me sentí capas de alejarme y si pudiera vivir así toda mi vida no me molestaría.
Ella tenia sus brazos en mi cuello y eso me hacia sentir mal, ella estaba besándome porque estaba completamente borracha, porque sobria ella jamas aceptaría besarme a mi, pero aun así era un sueño, incluso si tenia ese mal sabor a cerveza que no me gustaba ella lo hacia perfecto.
-¿Tu eres mi novio?
Preguntó riendo sobre mis labios. Asentí.
-¿Yo tengo un novio tan hermoso y caliente como tú y no lo recuerdo?

¿Hermoso y caliente como tu? Los borrachos dicen la verdad ¿no?

No respondí. Me sentía como un campeón realmente, me sentía bien.
Estaba tan concentrado en mi narcisismo interno que no me di cuenta cuando ella caminaba en otra dirección a pasos largos y rápidos haciendo sonar sus tacos y obteniendo la mirada de todos los chicos allí, y no justamente en su rostro. La seguí. -¿Que te sucede?
Le pregunte sin tocarla, solo siguiéndola.
-¿Si eres mi novio porque estabas teniendo sexo con esa sucia allí dentro?
Sentía como una carita imaginaria con ojos en forma de corazón se formaban alrededor de su hermosa cara y sus rojos ojos a causa del alcohol. Ella estaba celosa.
Ella se giro y entro en una habitación.
-No podemos estar aquí Layla.
La tome del brazo, y ella en lugar de soltarse, entrelazo su mano con la mía. Y me guió luego de cerrar la puerta detrás de nosotros.
Estaba poniéndome nervioso.
-¿Que, que hacemos aqui?
Cerré los ojos al ver sus pequeñas manos sacando de su cuerpo la blusa que llevaba.
No me hagas esto, te lo suplico.
-Ven y muéstrame que estabas haciéndole a ella.
¿Que? ¿en que momento cambiaron a mi Layla por esta Layla?
-No puedo.
Apenas distinguía sus ojos en la obscuridad que realmente era total.
-¿No soy tan linda como ella verdad?
Pregunto caminando así donde yo estaba. -Eres aun mas hermosa. pero realmente no podemos estar aquí, debemos bajar.
-No quiero.

No te acerques. Alguien por favor sáquela de aquí.

Mi erección comenzaba a doler.
-Yo quiero mostrarte que ella no es mejor que yo.
No hace falta, ahora déjame ir al baño a calmar esta situación.
Cruzo sus brazos alrededor de mi cuello y comenzó a dar pequeños besos en el.

Este es el mejor día de tu vida, bastardo.

!No! Claro que no era el mejor día de mi vida, quería tenerla y quería sentirla desde la primera vez que la había visto pero no de esta forma, no de ella estando tan borracha.
-¿No te parezco atractiva?
Dijo ella con un puchero apenas la separe. -Claro que si, eres preciosa pero no podemos hacer esto.
Dije arrepintiéndome de cada palabra.
Ella suspiro. Me levante de la cama dispuesto a irme y no pasaron dos segundos de que intente abrir la puerta que ella se abalanzó encima mío.
Ella estaba desnuda. Bueno, casi. estaba solo en ropa interior.
Fantasee con su cuerpo admirándolo lo suficiente como para tener pensamientos húmedos el resto de mi vida. pero no era momento. no ahora.
Tome su ropa que estaba ahora en el piso y se la coloque.
Ella parecía enfadada y yo también lo estaba. Nunca había tenido el pene tan parado como lo tenía ahora y ella ni siquiera se había desvestido, estaba apunto de correrme y ni siquiera la había visto completamente desnuda por santo dios.
Por dios que buena persona eres.
Suspire al ver su rostro algo triste, no quería que ella pensara que no me atraía cuando era todo lo contrario.
-Ven aquí.
Le dije al acostarme en la cama.
Ella me obedeció, y se acostó a mi lado.

Fin Flashback.

Tome mi cabeza recordando el día de la fiesta, frustado. Realmente frustrado porque también recordé que ella no lo recordaba. no esperaba que lo hiciera pero sabia que ella me vería a mi como el monstruo y a Shawn como El Salvador de vidas luego de que yo hecho muchas mas cosas por ella que el. Era la verdad. Yo estaba siempre para ella, no el.

Miré al frente y me centre en una tienda de joyas.
Me pare y me acerque a ella observando cada joya que costaba miles de dolares, realmente preciosas, tan preciosas que te hacían creer que valía la pena gastar fortunas por ellas.
Automáticamente como últimamente lo hacia, pense en Layla. Ella es como una joya, hermosa e inalcanzable , al menos para mi lo era.
Mañana era su cumpleaños y saliera como todo saliera, no importaría, ella tendría el mejor regalo de todos.
-Vuelvo en un segundo.
Le dije a Nash, y entré.

Holaaaa perdón perdón perdón por la tardanza mi celular se rompió y recién hace horas me regalaron uno nuevo! No tenía como avisar y no quería cancelar la novela tampoco, espero que les guste el capítulo!!

I Like Being AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora