Hex [h.s]

Capitulo 30.

¿Q-Qué fue eso?

Las pisoteadas comenzaron a sonar más fuerte y Harry tomó mi mano.

—¡Lucinda! ¡Más rápido! —el gritó y me empujó hacia él. Traté de mantenerme al tanto con sus rápidas pisadas, pero resulta que me tropezaba con mis pies.

Harry de repente me cargó al estilo matrimonial, y nos escondimos detrás de un árbol. Me asomé a ver y vi una manada de ciervos corriendo.

¿Ellos fueron los que causaron el sonido de pisotones?

—Harry, ¿qué...?

—¡Shh! —él me silenció, posando una mano sobre mi boca y mirándome a los ojos—. No hables sin que yo de diga que puedes, ¿bien? Mantente en silencio aquí y viviremos.

¿Viviremos? ¡¿Qué diablos está ocurriendo?! Abrí mi boca para hablar con él pero sus ojos se tornaron negros, volviendo a esos vacíos y oscuros ojos, y me mantuve en silencio.

El sonido de estampida desapareció, y todo lo que podía oír era el sonido del latido de mi corazón. Mantuve la respiración cuando escuché a algo bufar.

Harry comenzó a agacharme en el suelo del bosque, lo cual me confundió. —Quédate aquí, corre cuando te lo diga, y no te molestes en mirar atrás, bien. —Él no me lo estaba preguntando, él me lo estaba afirmando.

—¿Q-Qué? ¿Por qué? Harry, ¿a dónde te vas? —pregunté, el apuntó a un lugar detrás de mí, que es detrás del árbol.

Cautelosamente me asomé, incluso teniendo mi vista borrosa, ahí, había algo tirado en el suelo. Muerto. Había sangre comenzando a desparramarse por el suelo.

Y algo afilado estaba rasguñando su piel. Lucían como las garras afiladas de un ave. Traté de tener una mejor vista a lo que fuese eso, cuando de repente esto se dio la vuelta.

Era una creatura horrible, con rostro de demonio, su boca estaba repleta de largos y afilados dientes, alas de murciélago, y garras. Lucía demoníaco, como Harry, pero éste acaparaba el podio.

Gimoteé y me escondí detrás del árbol nuevamente, y miré a Harry.

—¿Qué vamos a hacer? Esa cosa nos va a matar si salimos de nuestro escondite.

—Es por eso que voy a intentar distraerla así puedes correr

—¿Pero qué hay de ti? —No pude evitar preguntar. El quedó en silencio por un momento antes de inhalar bruscamente.

—Estaré bien, no te preocupes por mí. —¿Lo estaba? ¿Estaba preocupada? Sí, porque este hombre fantasma de aquí podría ayudarme, incluso aunque lo odiase por lo que ha hecho.

—No, n-no puedes. Sabes que no tienes oportunidad. ¡Lo sabes! —tartamudeé, y él me silenció nuevamente.

—Viviré, no puedes matar a lo que ya está muerto —siseó, y tomó mi mentón— Cuando te diga que corras, corre. No lo pienses dos veces. Sólo corre.

—P-Pero...

Sentí algo suave y frió en mi frente. Eso hizo que me callase al instante. Los labios de Harry estaban sobre mi frente, y dejé de respirar.

¿Qué diablos?

Me sentía entumecida y asombrada al mismo tiempo, también se sentía indescriptible, pero cuando tan sólo apareció, rápidamente se fue. Lo próximo que supe fue que Harry desapareció frente a mí en un espeso y oscuro humo.

Me asomé a ver y observé a la creatura mover su cabeza. Pero no me estaba mirando a mí, gracias a Dios, estaba mirando a Harry.

La creatura dejó de comer la carne del ciervo y concentró toda su atención en el demonio frente a sí.

Mi respiración se detuvo cuando la criatura extendió sus alas y se elevó alto, pero no tanto como para verme.

Voló hacia abajo para tomar a Harry con sus garras, pero justo en ese momento, Harry desapareció en el humo nuevamente. La creatura chilló, girando su cabeza hacia todos lados, esperando encontrar a su enemigo.

—¡¿Buscándome!? —escuché a Harry gritar repentinamente en la espalda de la creatura, insertando su cuchillo en la carne de la bestia. La creatura gimoteó y trató de usar su pico para sacar a Harry de su espalda.

—¡Harry! —grité cuando una de las garras arañó su brazo.

—¡Corre! —gritó, acuchilleando a la creatura repetidas veces— ¡Corre, Lucinda! ¡Corre!

Y lo hice.

Parecía todo en cámara lenta, corriendo de la creatura, escuchándola chillar nuevamente. Honestamente, esa cosa fue hecha por las manos de Hades.

Corría y corría, sin detenerme, no sabiendo a donde ir. Me tropecé unas cuantas veces, y mi visión borrosa se volvía más borrosa cuando corría.

Pero jamás me detuve, Harry no me dijo cuando hacerlo. Tan solo corrí.

Ahí fue cuando corrí hasta un claro. Sin árboles, sólo césped creciente. El cielo estaba gris, sin rastros del sol. Dejé de correr, no sabiendo hacia dónde ir.

Estaba fuera del bosque, quién sabe lo que ocurriría si cruzo el prado de césped, y qué me estaría esperando allí. ¿Muerte? ¿Más de esas creaturas? ¡¿Qué?!

De repente escuché el aletear de alar, y miré hacia arriba para ver a una de esas creaturas, y grité endemoniadamente fuerte. Esto se detuvo y voló hacia abajo, atrapándome con sus garras, chillando en mi rostro, con su pico abierto como si fuese a devorarme.

Las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro, ¿era este mi fin?, ¿morir en las manos de una demoníaca creatura?

La creatura me observó con ojos de halcón, haciéndome devolverle la mirada. Se dejó de mover, y yo tan solo traté de mantenerme lo más calmada posible.

¿Qué me hará esta creatura satánica? ¿Comerá humanos?

¡Por supuesto que lo hace! ¡Incluso comió un ciervo, le gusta la carne! Mi subconsciente me gritó y quise llorar en pura locura en ese instante.

La creatura se movió hacia atrás, removiendo sus garras, liberándome. Dejé salir un pequeño jadeo y me puse de pie rápido. La creatura rebajó su cabeza. ¿Qué infiernos está haciendo?

Lentamente, elevé mi mano y con cuidado la llevé hacia su cabeza. Esto resopló, logrando que mi mano regresase un tanto, pero procedí de igual forma.

Finalmente toqué su cabeza, era plumosa y suave. ¿Cómo podía esta demoníaca creatura tener plumas suaves? Incluso aunque tuviese cuernos en sus lados. La creatura ronroneó, haciendo que jadeé en sorpresa y dejase salir una pequeña risa. Sentí un par de ojos mirarme, pero no me importó.

La criatura súbitamente se puso derecha, por lo que me encogí. Abrió sus alas y voló, lejos. Tan solo observé mientras volaba más y más alto, desapareciendo en las nubes.

—¡Lucinda!

Repentinamente me di la vuelta y vi a un Harry enojado. Esto no puede ser bueno.

—¡¿Qué diablos fue eso?!

[nota] bien, último capítulo del año. así que, ¡feliz año nuevo!

[aclaración] la palabra creatura es tan válida como criatura, puesto que la primera es la versión original y más formal de ésta última. ambas significan lo mismo, y yo decidí aplicar la primera. comprendan que no está mal.

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