Capitulo 19.

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Jesica se mira las manos atentamente. Nota que está temblando, no es capaz de calmarse. Se percata del color del suelo; es un blanco pálido. ¿De qué le suena? Sabe que lo ha visto antes, pero no recuerda dónde. Levanta su vista y contempla a su padre abrazado a su hermano, los dos lloran sin cesar. ¿Qué está pasando? Nota una especie de cosquilleo sobre su mejilla. Se trata de una lágrima que cae velozmente para dar paso, a continuación, a incontables más. Se acerca a su padre y a su hermano para unirse al abrazo. Ahora llora desconsolada en el pecho de Steven. Siente que una fuerza desgarradora le penetra dentro del pecho buscando agarrar su corazón para estrujarlo e intentar robárselo. El dolor es tan atroz que le hace gemir, expulsando así un cúmulo de lágrimas mayor. Los ojos le escuecen, el color verde natural que poseen ahora se mezcla con el rojizo protagonista en su cristalino. ¿Cuánto tiempo lleva ahí? Pero sobretodo, ¿dónde está? ¿por qué le suena tanto ese sitio? Comienza a marearse, le cuesta estar en pie. Siente que en cualquier momento va a caer postrada en el suelo, pero siente una fuerza ejerciendo presión en sus brazos que se lo impide. Alza la vista y ve a Ed, su hermano. Le da las gracias con la mirada e intenta poner sus piernas rectas. Necesita sacar energía para mantenerse de pie, aunque tenga que dibujarla. No sabe qué está pasando, está confundida y aún así sus lágrimas no dejan de caer. Intenta hablar, pero su boca no consigue elevarse ni un par de milímitros. Cada vez se siente más débil, sabe que va a desmayarse aunque desconoce el momento en el que va a suceder.

Ve la silueta de alguien acercándose. No es capaz de distinguir de quién se trata, el cúmulo de agua salada que se encuentra en las cuencas de sus ojos se lo impide.

«Lo siento mucho, la hemos perdido», atinan a escuchar sus oídos. ¿Qué? ¿A quién se refiere? Jesica rasga sus ojos con ambas manos. Le parece increíble que lo haya conseguido, porque su fuerza es casi inexistente hasta para eso. Ahora es capaz de distinguir las siluetas que tiene delante. Mira a la persona que acaba de escuchar, y sabe quién es. Lo conoce, lo ha visto antes. Es el mismo médico que intentó salvar a su madre. Es el doctor Devine. Ahora lo comprende todo, absolutamente todo. Está en el hospital. En el mismo hospital donde perdió a su madre. Está viviendo el peor momento de su vida. Comienza a sentir que sus piernas flaquean más de lo normal. Sabe que no va a aguantar más de cinco segudos de pie, sabe que va a caerse. Siente una fuerza pesada presionar sus párpados, nota que se cierran sin su consentimiento. La cabeza le da vueltas. De hecho, toda la habitación lo hace. La cabeza se le está yendo hacia atrás, al igual que el cuerpo. Y cuando toca el suelo, sabe que ha perdido la consciencia por completo. Y es que, como predijo, se ha desmayado.

Jesica despiertó de un sobresalto completamente empapada en sudor. Su respiración estaba agitada, no podía controlarla. Cogió grandes bocanadas de aire, y expulsó otras con la misma cantidad. Sabía que si seguía así mucho tiempo conseguiría marearse. Tocó su frente con una de sus manos temblorosa; estaba chorreando sudor. Palpó sus mejillas temerosa y comprobó que las lágrimas salían de sus ojos sin su permiso. Acababa de tener una pesadilla. Acababa de soñar con el peor momento de su vida y sabía que ahora le costaría mucho calmarse. Para ser sinceros, le sería casi imposible. Su pecho seguía subiendo y bajando con mucha brutalidad. Comenzaba a sentir que perdía fuerza en sus manos y que la vista se le estaba nublando. O conseguía respirar algo más calmada o acabaría inconsciente.

Palpó con su mano derecha la mesilla de noche y alcanzó el teléfono móvil. Le costó marcar la pantalla táctil debido a sus manos temblorosas, parecían tener vida propia. Cuando escribió lo que necesitaba, le dio a enviar. Esperó la confirmación de que había sido recibido y fue corriendo al baño a lavarse la cara. Tal vez el agua fría la despejaría, apesar de que por sus ojos no paraban de brotar millones de lágrimas.

Nicholas se encontraba en una taberna con los chicos. Le daba un buen trago a su cerveza fresca. Se encontraban jugando al billar. Él y Andrew iban en un mismo grupo. Alex y Liam eran sus rivales.

El principal detonante [Fanfiction].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora