Capitulo 54.

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Nick y Jesica habían decidido salir afuera en vez de volver al salón de celebraciones. A Nicholas aún no se le habían calmado las ganas de partirle la mandíbula a Charile, pero si no regresaba para hacerlo era a causa de Jesica. No quería dejarla sola, aparte de que ella no consentiría que lo hiciera. Con que ella hubiera causado una escena un tanto bochornosa era suficiente.

A Charlie le habían tenido que traer hielo de la cocina para que la inflamación de su labio bajase. Una lástima que no hubieran encontrado nada para borrar la humillación que había vivido gracias a Jesica, la gente todavía murmuraba sobre el incidente.

— ¿Tu madre no me odiará por esto? —preguntó Jes temerosa.

Sabía que Tracy contaba con muchos amigos en el Club de Campo, por lo tanto, la escena le podría haber causado problemas a ella de manera indirecta. Que la actual pareja de tu hijo protagonice una pelea en un lugar con tanta clase no dejaba a nadie indiferente, y menos a ella.

— Claro que no, te adora —aseguró sinceramente— Aparte, le gustan las chicas guerreras.

Jesica sonrió sin mostrar los dientes. No se arrepentía de haber golpeado a Charlie, puesto que lo merecía, solo tenía miedo de que las consecuencias de sus actos pudieran dañar a gente que tuviera que ver con ella como a Tracy o Nicholas. Aunque a éste último era menos probable, puesto que apenas aparecía por el club. Y aunque fuera al contrario, le importaba muy poco lo que pudieran pensar de él. Nick tenía claro quién era, y eso era lo único que le interesaba.

Se acercaron a la entrada del club después de haber dado una pequeña vuelta alrededor. El aparcacoches regresó un par de minutos después con el mustang de Nick, éste le dejó una propina considerable. Le gustaba que tratasen bien a su coche, y por ello merecía una recompensa.

Cuando llegaron a casa de Jesica, ninguna de las luces estaba encendida y el Land Rover de Steven no estaba en la puerta. Por un momento se asustó pensando que algo malo había pasado, pero luego recordó que había partido de beísbol y que su padre habría ido a verlo a casa de Jared, uno de sus viejos amigos.

— ¿No me vas a invitar a entrar? —cuestionó Nick apoyando uno de sus brazos sobre el marco de la puerta cuando Jes abrió la misma.

Ese movimiento hizo que el traje se apretase sobre el cuerpo de Nicholas, marcando la silueta de sus músculos. A Jesica se le fue la vista sola y se permitió el lujo de degustar ese detalle, Nick se percató y sonrió prepotentemente. Adoraba ver la reacción que tenía su físico sobre ella.

— Hoy te has portado bien, así que puede que lo haga —contestó ella con un tono de voz juguetón.

Se apartó de la puerta entrando a casa sin esperar a ver la reacción de Nick, sentía sus pasos tras ella.

— Ahora regreso, te tengo vigilado, Jonas —aseguró ella acusándolo con su dedo índice.

Subió las escaleras hasta su habitación mirando por el rabillo del ojo qué hacía Nicholas. Pero éste sólo se quitó la chaqueta del traje grisaceo, la dejó a un lado del sofá y tomó asiento esperando a su acompañante. Al parecer estaba dispuesto a portarse bien, así que Jes terminó de subir tranquila. Lo que realmente quería hacer era cambiarse de ropa, los tacones comenzaban a hacerle polvo los pies y llevar un vestido de cóctel por casa no era algo especialmente cómodo. Tras descalzarse y bajarse la cremallera lateral del vestido, dio un pequeño salto cuando éste estuvo en el suelo. Lo recogió y lo colgó en una percha que se encontraba en la puerta de su armario. Se agachó de nuevo para coger los altos tacones y al erguirse de nuevo sintió el aliento de alguien rozar su cuello. La piel se le erizó por completo —aunque no sabría decir el motivo exacto— y los zapatos se le cayeron por el susto.

El principal detonante [Fanfiction].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora