Saving /Teen Wolf |running#2|

V

Los gemelos empezaron a golpear Scott, quien apenas se defendía. Lo incitaban con palabras, obteniendo nada de él. Hannah tuvo que esconder su rostro en el hombro de Stiles mientras se clavaba las garras en las manos en un intento de contenerse. A diferencia de Scott, estaba haciendo todo lo que podía para aguantarse las ganas de destrozar a los gemelos.

—¿Por qué no se está transformando?

—No lo sé –fue lo único que le pudo responder Stiles a la chica, mientras la atraía aún más hacia él con el brazo que tenía sobre sus hombros.

—¿Y si no puedo volver a ser humano? –dijo Scott, rompiendo el silencio mientras sangre corría por su boca.

—Entonces te convertirás y te convertirás en Malia. Te alejarás más y más de ser humano. Te convertirás en animal. O algo peor. Pero tú tienes algo que Malia no tenía, a Hannah. Y si crees que Hannah dejará que algo te pase estás muy equivocado. No pierdes nada con intentar.

Entonces Scott se lanzó contra ellos.

Hannah buscó la mano de Lydia y la apretó fuertemente. Lydia ignoró la sangre proveniente de la mano de su amiga y le devolvió el apretón. Scott fue rápidamente puesto contra una mesa y golpeado brutalmente. Finalmente, Hannah no pudo soportarlo.

—¡Basta! ¡Paren ya! –dijo, entrometiéndose entre los gemelos y Scott. Scott tenía toda la boca llena de sangre, Hannah se maldijo internamente por dejar que eso llegara a tales extremos.

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—¿Quieres que me quede a dormir hoy en tu casa? –preguntó Hannah tímidamente mientras iban en el Jeep de Stiles al bosque, a buscar a Malia.

—Mi padre nos matará.

—No se tiene que enterar.

—Sabes que revisa como tres veces la habitación a mitad de la noche desde que se enteró que solías dormir en mi habitación.

—Me esconderé –Hannah hizo una pausa –Oh.

—¿Oh, qué?

—Si... si no quieres que esté contigo está bien, yo solo pensé que... Pero entiendo, privacidad y todo eso. Tiempo a solas. No quiero ser de esas novias que asfixian a sus novios y monopolizan todo su tiempo. ¿Qué tal un fin de semana libre de mí? Puedes llamar a los chicos, hacer cosas de chicos... yo puedo hacer otras cosas. Sin ti. No hay problema.

Stiles soltó una carcajada y aprovechando la luz roja del semáforo se acercó a Hannah y le dio un rápido beso en los labios.

—Creí que era la persona más incómoda del mundo hasta que te conocí a ti cuando estás nerviosa.

—¡Oye!

—Simplemente no quiero que mi papá te haga pasar un mal rato, ¿sabes? Sé que normalmente no te trata muy bien que digamos y no quiero que diga algo que te ofenda. O que tú digas algo que lo ofenda.

—Yo sería incapaz de algo así... -Stiles le dio una mirada incrédula –No soy tan mala.

—¿Tu? Eres la reencarnación de lo malo –bromeó Stiles –Serías capaz de ofender a la reina de Inglaterra si te lo propusieras.

—Probablemente.

—Y segundo... No quiero ser de esos novios que monopolizan todo el tiempo de su novia, pero nada me encantaría más que pasar la noche contigo. ¿Qué tal si mejor le digo a mi padre que me quedaré en casa de Scott y en su lugar me quedo en tu departamento a dormir?