VIII

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Hannah se dirigía a tomar un poco de aire cuando vio a Aiden cargando a una muy inconsciente Lydia. Al instante, Hannah lo detuvo.

—¿Qué demonios le hiciste, maldito bastardo?

—Nada, la encontré así. Dios, ¿por qué siempre asumes lo peor de mí? Está congelada –A Hannah le bastó con poner los dedos en la frente de su amiga para corroborarlo.

—Te acompaño.

Aiden acostó a Lydia junto a una ventanilla de calefacción y la rodeó con sus brazos. Hannah se sentó a su lado, sintiéndose un poco excluida y le apartó dulcemente el cabello de la cara a Lydia. La chica abrió los ojos, pareciendo aterrorizada. Algo le había hecho daño, y Hannah se aseguraría de destrozarle los huesos a ese alguien.

—Salen de la oscuridad –empezó a balbucear Lydia, Hannah iba a preguntarle algo pero se interrumpió al escuchar el gruñido de Derek. Hannah cerró los ojos, cuando Derek la encontrara no viviría lo suficiente para destrozarle las piernas a quien fuera que le hubiera causado eso a Lydia.

—¡Fuera todos! –Gritó Derek, en la cabina del DJ -¡Y Hannah, trae tu trasero acá, ahora! Sé que estás ahí.

Todos salieron corriendo, y rápidamente Aiden le pasó a Lydia a Danny.

—Llévatela de aquí.

—Encuentra a Scott –fue lo único que dijo Lydia.

Segundos después, Hannah los vio. Criaturas espeluznantes, con máscaras plateadas y capuchas negras rodeaban a los chicos. Allison, Ethan, Isaac, Kira y Scott habían llegado a la sala principal. Las criaturas miraron a Hannah, casi pudo sentir como la traspasaban solamente mirándola.

—¿Me están mirando a mí? –gruñó Aiden.

—No –dijo Hannah, con voz falsamente tranquila –nos están mirando a ambos. ¡¿Qué quieren conmigo?!

Pero antes de esperar una respuesta, Hannah se abalanzó sobre uno de ellos. Si querían acabar con Hannah, ella mínimo les haría pasar un muy mal rato. Sin embargo, las criaturas eran veloces y ágiles y parecían predecir cada movimiento antes de que Hannah siquiera pensara en hacerlo. Les rompías el cuello, se acomodaban de nuevo. Les arañabas el torso, ni siquiera parecía tocarles. Antes de que Hannah fuera consciente de ello, se había posicionado al lado de Scott y le estaba ayudando a combatirlos. Entonces uno de ellos empujó lejos a Scott y Hannah les rugió. Ahora era personal. La rubia, siendo la única ya de pie, intentaba hacerles daño alguno pero no parecía afectarles. En cierto punto, dejaron de prestarle atención, centrándose en Aiden.

—Aléjense de él –les gruñó Hannah, al mismo tiempo de que uno la aventaba hacia un poste, haciéndole perder casi el conocimiento y sentir como todo daba vueltas. Aun así, intentó ponerse de pie. No podía quedarse sentada sabiendo que la vida de Aiden estaba en peligro, pero una de las criaturas sacó una espada y amenazó a Hannah con una de ellas. A Hannah no le importó siquiera, su mente demasiado centrada en mantener a salvo a Aiden cuando la voz del chico la trajo de vuelta al mundo.

—Hannieh, está bien –Entonces una de las criaturas, con los brillantes ojos amarillos, hizo algo que Hannah no pudo distinguir detrás de la oreja de Aiden. Hannah se puso de pie y rápidamente al lado de Scott al ver como una de las criaturas lo empezaba a mirar. Puede que hubiera dejado que a Aiden le hubiera hecho lo que sea que le hubieran hecho pero no había mentido cuando hace unos días le había dicho a Melissa que daría su vida por proteger a Scott. Pero antes de que pudieran hacer algo, el sol salió y con eso, las criaturas se desvanecieron como ceniza.

Saving /Teen Wolf |running#2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora