✓Cap 4: verdaderas intenciones

2.6K 119 0
                                    

Luca se fue corriendo a toda velocidad pero después me di cuenta que apenas llevaba un día en esta escuela así que era poco probable que el supiera cómo llegar a la enfermería, debí ser yo la encargada de buscar ayuda. Mire a Héctor fijamente esperando recibir una explicación de su parte. 

— ¿Qué pasó? —pregunte lo más calmada que pude al ver que el no iba a hablar primero.

—Estábamos platicando el estaba bien pero dejo de hablar y después pasó... lo que tu viste— respondió un poco alterado

En pocos minutos la enfermera, María, ya estaba con nosotros, ella era una mujer de mediana edad y algo rellenita (obviamente no era el doctor)pero hizo que Leonardo recobrara el conocimiento y nos pidió que le ayudáramos a llevarlo a la enfermería porque aún no podía caminar muy bien. Cuando llegamos me di cuenta de una cosa... Luca encontró la enfermería muy rápido.

 Mientras la enfermera atendía a Leonardo nosotros esperábamos afuera en unas bancas que hacían de sala de espera en el pasillo.

—Luca perdón por mandarte a ti a buscar ayuda con toda esa confusión olvide que eres nuevo, pero me alegra que no te perdieras  y encontraras rápido la enfermería— Le dije a Luca mientras nos sentábamos.

—No hay porque pedir disculpas yo sabía dónde estaba este lugar porque el abuelo de Leo nos obligó a memorizar todo el edificio junto con las reglas del colegio antes de transferirnos.

—Sí, eso  fue realmente útil, tedioso pero útil—agrego Héctor—hasta Leonardo se los aprendió ¿no sabías?

 —no...yo no sabía eso.

Leonardo me había hecho creer que no tenía ni la más remota idea de cómo funcionaban las cosas en esta escuela, incluso me pidió que le hiciera un recorrido por todo el complejo. Me engaño por completo. Ese retorcido caprichoso...

 —Me estás diciendo que tu amigo no necesita nadie que le ayude con la escuela ¿verdad? 

—Si—respondió Luca.

 Entonces Héctor me observo con una sonrisa maliciosa pintada en el rostro dijo disfrutando de cada palabra— En otras palabras no necesitas ser su niñera puedes irte.

Irme era lo que quería hacer yo no debia estar involucrada con personas, eso nunca terminaba bien, pero no podía porque ante el director yo era responsable de lo que le pasara a Leonardo. Así que me quede allí sentada con ellos aunque no les gustara mi presencia.

Como no tenía nada que hacer mi mente empezó a divagar hasta que me pregunte si Leonardo tenía alguna enfermedad crónica de la que debería enterarme o si alguien le hizo algo mientras ellos estaban fuera de la biblioteca. Recordé que en el salón sentí que alguien estaba observándome entonces un escalofrió me recorrió el cuerpo al pensar que esa persona pudo haberle hecho algo a Leonardo.

—Ustedes dos... ¿No notaron nada raro cuando su amigo se desmayó?

—No—Respondió Luca con toda la calma del mundo— esto siempre le pasaba cuando éramos niños...

—Tenías que hablar—dijo Héctor— Ahora tenemos que contarle a ella los detalles, mira Maite para no hacerte el cuento largo nosotros somos amigos desde niños, Leonardo siempre estaba en su casa encerrado porque era débil y enfermizo pero poco a poco se hizo más saludable y desde entonces no le pasaba lo de ahora y fin. 

—Entonces algo bajó sus defensas y no saben cómo paso.

 —Yo digo que tiene que ver con el secuestro... ya sabes quizás es un episodio de estrés postraumático — dijo Luca pero Héctor lo interrumpió dándole un golpe.

La princesa de Hielo (Evitando la catástrofe: parte I ) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora