cap. 19: Flor de loto

1.3K 61 0
                                    

(REIKO)

 Estaba decidido, no había marcha atrás, eso de seguir en la cobardía, escondida de todo lo que pareciera amenazante o aterrador tenía que terminar. Reuní todo el valor que puede una chica de diecisiete años que siempre ha sido protegida por terceros ya sean mis padres, guardaespaldas y por mucho que me avergonzara admitirlo, mis amigos siempre estaban defendiéndome.

La última cosa que no pude pasar por alto fue el sacrificio que tuvieron que hacer Maite  y Leonardo, ellos expusieron sus vidas durante mucho tiempo y lo siguen  haciendo, sabe Dios donde estará el prometido de mi amiga y ella seguro no descansa porque quiere recuperarlo. Por mi parte podría decirse que me escondo como la cobarde que soy pero eso estaba por acabar.

Termine mi maleta, aún quedaba una semana de vacaciones para entrar a tercer año, quería llegar lo antes posible y decirle a mi amiga cuanto me arrepentía por mi cobardía y que podía contar con mi ayuda en cualquier momento, claro después de convencer a mi padre de dejarme ir.

Avise a Sofía de mis planes y dijo que había estado pensando en lo mismo pero que su padre no estaba en casa y no podía irse sin decir nada, la pobre es tan impulsiva, seguro se estaba casi muriendo por no poder salir en el primer momento que se le paso por la cabeza regresar al internado.

"Vamos Reiko" me dije a mi misma para darme valor y es que estar parada frente a mi padre no era tan fácil, su presencia era algo dominante y su cara de dureza dejaba ver lo mucho que le disgustaba que alguien le llevara la contraria y eso era lo que su "pequeña flor de loto" estaba a punto de hacer.

— Señorita Yamaguchi ¿busca al señor Yamaguchi?—pregunto la secretaria de papá en cuanto puse un pie frente a su escritorio, era una mujer algo formal con casi ninguna arruga a pesar de ser de la edad de mis padres.

—Si— respondí esperando que estuviera desocupado.

— pase en un momento llegará, en este ínstate está en la sala de conferencias— dijo con una breve y casi imperceptible inclinación mientras me señalaba la puerta.

Imité su movimiento y entre en la oficina de mi padre que como era de esperarse tenía un amplio sillón de cuero totalmente obscuro ¿cuánto podría tardarse papá? ya eran las ocho y treinta y mi vuelo salía en una hora y media, empecé a impacientarme y justo cuando ya no aguantaba más la puerta se abrió.

—Reiko mi pequeña flor de loto ¿porque no me dijiste esta mañana que querías hablar?— dijo mostrando su cálida sonrisa que solo le mostraba a su familia.

— padre quiero decirte algo... sabes que siempre te obedezco sin cuestionar pero en esta ocasión tendrás que disculparme... yo no puedo seguir escondiéndome y dándole la espalda a Maite, no es honorable, ella se arriesgó varias veces por mi causa y bueno...— quería seguir con mi no muy ensayado discurso pero él me detuvo.

— Reiko siéntate— dijo con una expresión seria— sabes que ella es peligrosa te dije claramente hace cinco meses que no quería verte cerca suyo y estoy contento porque me obedeciste pero no puedo permitir que hagas locuras— dijo en tono severo.

— en verdad lo lamento pero como debes comprender, padre, mi orgullo no me deja seguir así, soy una chica lista y lo sabes... sé exactamente qué sucede no puedes ocultármelo y como tu ayudaste en el pasado quiero el honor de hacerlo también—

—Eres tan insistente— dijo mientras se recostaba en su enorme silla.

— entonces me voy, el vuelo que reserve está a punto de salir le debo mucho a Maite y sé que ella me necesita más de lo que aparenta— dije como si él no supiese de mis planes desde el principio.

La princesa de Hielo (Evitando la catástrofe: parte I ) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora