✓Cap 2: Una curiosa promesa

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Mientras caminaba de regreso al salón de clases no presté atención al camino, mi cabeza estaba totalmente concentrada en averiguar la verdadera razón por la que Ulises  quería comprometerme con Leonardo, no podía ser solo la fortuna de su familia porque dinero era lo que menos necesitábamos, por otro lado el estatus lo consiguió casándose con mi madre, Carolina, yo no quería ser su chivo expiatorio en lo que sea que estuviese tramando. Sumergida en suposiciones seguí avanzando al salón de clases pero choque con otra alumna y me salve de una vergonzosa caída pero la otra chica no fue tan hábil y cayó al suelo.

Muchos bocetos quedaron regados por el suelo, no tuve opción más que ayudarle a levantarlos; ella estaba totalmente distraída y a punto de llorar pero el pequeño accidente que tuvimos no podía ser razón para ponerla en ese estado, obviamente venia huyendo de algo pero la pobre se topó con un iceberg , si alguien miraba la escena seguro me culparían de querer intimidarla (ya había pasado antes).

—Tu trabajo es bueno—le dije mientras le devolvía sus hojas.

—Gracias – Respondió si levantar el rostro para verme.

—Bien, me voy—di la media vuelta y...

—¡No! Espera todo este desastre es tu culpa pero si aceptas trabajar con migo en el proyecto de ciencias no pondré ninguna queja al director—Debió reunir mucho valor para decirme algo tan chantajista.

Aunque sus piernas temblaban y su voz se escuchaba insegura no acepté a ayudarla solo porque se viera desesperada.

— ¿Intentas chantajearme?, te falta un siglo para conseguirlo, me voy—le respondí a aquella niña desesperada, no quería verme involucrada en nada más, tenia suficiente con mi pequeña rebelión.

—Por favor sé que falta poco y no es una actividad obligatoria pero no puedo entrar sola tienen que ser equipos de dos o más y te conozco Maite Valle se que tu eres muy valiente no te intimidas fácil... solo apunta tú  nombre yo haré  todo el trabajo—  ella realmente estaba desesperada.

—ya hice mi tarea, tengo un diez en la materia pero tu trabajo es bueno, sería una lástima que se desperdicie y no soy un parásito, voy a estar trabajando en esto también ¿quieres mi nombre en tu proyecto? tendrás que soportarme—no sé por qué pero parecía que si no aceptaba ayudarle estaba cometiendo un error grave.

—Búscame en la hora de la comida estaré en el taller de diseño y Gracias por hacer esto—se despido con voz baja y salió corriendo.

Pensaba que yo era rara pero obviamente hoy me superaron dos personas, mis días tranquilos llegaron a su fin desde ayer pero yo quería alargar un poco más su existencia, claro eso no seria posible, "al mal tiempo buena cara me" el consejo de Carolina vino a mi mente, desde siempre me pareció un buen refrán así que me resigné a seguir adelante. Miré la hora y el receso estaba a punto de terminar, rayos no pensé que el director hablara tanto. Todo el descanso se acabó ahora solo tenía la hora de la comida.

Entré en el salón de clases y vi una gran multitud aglomerada en mi escritorio, todos querían conocer a Leonardo. Cuando me vieron entrar se fueron yendo hasta que el lugar quedo vacío, a veces me daba un poco de  pena por mis compañeros ya que el miedo que me tenían no era bien fundado, en realidad era totalmente inofensiva si no me provocaban. Era consiente de los muchos rumores ridículos que flotaban por la escuela sobre lo cruel y retorcida que era "la princesa de hielo".

Tome asiento y Leonardo rápidamente clavo sus ojos en mí, parecía que quería saber a dónde fui pero ya llegaría el momento de explicarle, la clase estaba a punto de empezar y el profesor de matemáticas era de lo más estricto, las horas pasaron tan rápido que cuando menos pensé ya era tiempo de la comida, guarde mis cosas y le pedí a Leonardo que me siguiera para mostrarle la como llegar a la cafetería.

La princesa de Hielo (Evitando la catástrofe: parte I ) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora