cap12: ¿tu eres el camaleon?

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Después de contarles a mis amigas la verdad me sentí aliviada de que me dieran su apoyo, a pesar de que correrían riesgos por eso, parece que a Reiko no le importaba y Sofía al enterarse de que el asesino de su madre estaba implicado se resolvió a apoyarme para que el hombre pagara sus crímenes horribles.

 Era miércoles y en el postre tocaba pastel, lo cual pasaba pocas veces al año, todos quería un trozo ya que siempre estaba delicioso. La encargada de la cocina era nueva pero siempre cocinaba muy bien, yo por mi parte jamás había tocado ni pisado una cocina aunque a veces me invade la curiosidad por echar un vistazo  mis padres no me lo permitirían jamás. Entre clases de piano, ballet, inglés, francés, chino, entre otras no había tiempo para travesuras, solo tenía tiempo para ser niña cuando me encontraba a escondidas con Max para jugar me pregunto ¿qué hacía Leonardo cundo éramos niños? yo estaba siempre con clases extra pero él era el objeto de pruebas de una investigación.

Solo se me ocurría que estaba encerado o siendo vacunado con frecuencia o cosas así seguro ese fue un tiempo difícil y horrible para él, ese debió ser mi lugar no el suyo, pensar así era inevitable porque creo que cualquiera que se entera que alguien más toma su lugar y pasa penurias o sufre seguro se siente culpable o quizás yo era una loca fría con corazón blando aunque sonara contradictorio... tal vez si estaba loca.

Leonardo estaba sentado frente a mi concentrado en su comida, tanto así que no podía notar mi mirada de fría culpa, siempre fue amable conmigo y aun después de saber porque estuvo encerrado en aquel lugar tan desagradable se sentía aliviado de que no fuera yo quien sufriera eso me hacía sentir un sentimiento dulce y amargo. Yo fui tan cruel y fría con el cundo lo vi después de tantos años pensando que era un idiota creído niño rico encaprichado con un compromiso absurdo pero si pudiera viajar en el tiempo y verme a mí misma seguro me daría una patada por cerrada y egoísta.

Tome un poco de ese pastel que prometía ser delicioso quizás tanto como el que nos regaló el papa de Sofía, lo puse en mi boca y... estaba confirmado sabía muy rico, si las nubes tuvieran sabor seguro seria este, ya estaba pensando como una niña otra vez me reí de mi misma pero eso era mejor que pensar en cosas tristes y preocupantes.

Tome mi charola para devolverla a la barra de comidas y la señora de la cafetería, la mujer que cocinaba tan rico apareció y sutilmente me dio una segunda rebanada eso me sorprendió tanto, yo la mire tan extrañada ella solo sonrió y me dijo.

—Gracias por hacer que mi hijo terco fuera al médico, toma esta otra rebanada también y entrégasela a la linda niña que le curó su herida— después me guiño el ojo, no lo podía creer Luca era... el hijo de... ¿la cocinera? ahora entendía tantas cosas, por eso siempre le tocaban las porciones más grandes y Héctor se quejaba, nunca me había pasado por la cabeza que era algo tan obvio volví con mi charola pero ahora tenía do rebanadas en ellas.

—Gracias— le susurre a la amable mujer que era idéntica a su hijo, que envidia Luca siempre tenía comida deliciosa en su casa.

Puse el pastel frente a Reiko y dije—la mama de Luca dice "Gracias”... ¿Sofía quieres un poco?— ella asintió y le compartí de la mía solo a ella ya que los chicos no eran fanáticos de las cosas tan dulces.

Estaba a punto de terminar con mi pastel y todos me esperaban para irnos cuando algo o más bien alguien se acercó por mi espalda y se recargo en mi hombro, después deslizo su brazo y lo puso en mi otro hombro, estaba bastante claro que se trataba de Carlos... Siempre se acercaba así a todas pero a mí no me gustaba para nada.

Le di un golpe con mi mano en su brazo y luego la quite diciendo — ¡esto no se toca!— odiaba que las personas me vieran hacer un escándalo pero me incomodaba más Carlos, él sabía que estaba comprometida y que jamás le aria caso pero siempre buscaba hacer cosas así cuando Leonardo estaba viendo eso era lo peor.

La princesa de Hielo (Evitando la catástrofe: parte I ) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora